¿Cuál debería ser el lugar de la UE en la escena internacional? ¿Cómo debe ser la Europa del futuro? El exministro alemán de Asuntos Exteriores Joschka Fischer analizó estas y otras cuestiones durante la conferencia "Los Estados Unidos de Europa -¿Hacia una sociedad transnacional?", que se celebró el pasado miércoles 12 de enero en el Parlamento Europeo. Tuvimos oportunidad de hablar con él.
Se suele decir que los europeos se sienten cada vez más aislados de las instituciones comunitarias, y la participación en las elecciones europeas sigue en declive. ¿Qué habría que hacer para invertir esta tendencia?
Los partidos políticos deben desarrollar programas comunes plenamente europeos, y no programas nacionales derivados de las temáticas europeas. Después deben buscar los candidatos adecuados, que deben ser personalidades de primera línea.
Muchos analistas opinan que Europa ha tomado un rumbo intergubernamental y que los Estados buscan cada vez más su propio interés en lugar del de la Unión. ¿Cómo reactivar la integración?
La crisis es una severa maestra que obliga a una mayor unidad, al menos en la eurozona. Es algo evidente, y por ese motivo formo parte de los optimistas... la crisis llevará a Europa a poner en práctica una unión económica, no veo otra alternativa.
¿A qué debería parecerse la Europa del futuro, y cuál debería ser el papel del Parlamento Europeo?
Es muy sencillo: cada día perdemos soberanía en favor de las potencias emergentes. Por lo tanto, nos seguimos preguntando si debemos, o no, abandonar nuestra soberanía en favor de la UE. ¡La perdemos de todas formas! Es lo justo que se desplace a otro lugar, a potencias no europeas de oriente como China. Perdemos en importancia, perdemos nuestra posición. El mundo cambia de forma espectacular y la pregunta a la que tienen que responder los europeos es cuál será el lugar de Europa dentro de diez años.
Europa debe ser fuerte, y eso no será posible si no agrupamos nuestros intereses. Es laborioso, pero posible si ejercemos nuestra soberanía de forma conjunta. El objetivo sería llegar a los Estados Unidos de Europa, una verdadera asociación de Estados democráticos que ponen en común su soberanía. Pero nuestras identidades nacionales seguirán existiendo, y los Estados-nación continuarán, en consecuencia, desempeñando un papel importante. No nos diferenciaremos mucho de otros Estados que se han unido en el mundo.
El Parlamento Europeo debe ahora emplear el tiempo que le queda hasta las próximas elecciones para actuar de forma que los próximos comicios sean auténticamente europeos. En Alemania, los partidos políticos han hecho campaña sobre temas nacionales, no realmente europeos, y me imagino que habrá pasado algo similar en el resto de países. El Parlamento Europeo tiene una buena oportunidad: dispone de más competencias, y los ciudadanos deben percibir que les representa democráticamente.
El tema de un impuesto europeo me parece muy interesante. La batalla está perdida de antemano si tendemos a subir los impuestos, pero las cosas son muy diferentes si el impuesto europeo se compensa con una reducción de las contribuciones de los Estados miembros.
(Fuente: Parlamento Europeo)
0 comentarios:
Publicar un comentario