El Arroz negro con ali oli triunfa en el restaurante La Ronda, Viella

Un ameno pregón del economista asturiano Francisco Vaciero dió paso el encuentro gastronómico que más de un centenar de comensales mantuvieron en torno al arroz negro con productos de mar y ali oli, plato estrella del restaurante La Ronda, en el hotel La Cabaña, en Viella, cuyo reportaje gráfico acompaña en este reportaje el texto del pregonero. La cocina, una vez más, ganó el aplauso unánime de los comensales, entre ellos reputados gastrólogos y miembros de cofradías gastronómicas asturianas, incluyendo los aperitivos con productos de la tierra, otra de las especialidades del restaurante que regentan los hermanos Izquierdo.
EL PREGÓN

Muy buenas tardes a todos y gracias por invitarme como pregonero de esta Fiesta Gastronómica.
Nunca antes había hecho de pregonero de un Arroz Negro y mucho me temo que el reto supera con creces a cualquier proyecto de la actividad profesional a la que me dedico, (cabe decir que soy economista y auditor!!, pero no os asustéis que creo saber separar lo lúdico de lo profesional).

En especial dirijo mi saludo a Gustavo, extraordinario anfitrión que una vez más, me demuestra su confianza y aprecio hacia mi persona atreviéndose a elegirme para este menester. Puedo aseguraros que no me falta ilusión pues la ocasión es de mis preferidas: Compartir distendidamente con gente agradable, en un entorno como el del Restaurante “La Ronda”, y además hacerlo con una buena comida como el arroz negro con all i oli.

Os confieso que para inspirarme para este pregón, busque la definición de la palabra en esa famosa herramienta tecnológica llamada Wikipedia y me gustó mucho lo que decía: “Pregón: Acto de promulgación en voz alta de un asunto de interés público y particularmente el acto con el que se inicia una celebración”
Y, ¿Como no va ser de interés público una semilla como el arroz cuyo grano es el segundo cereal más producido del mundo y es también el más importante para la alimentación humana? ¿Como no va a ser una celebración este modo de prepararlo: Negro con All i I Oli, buque insignia de “la Ronda”, como lo define Gustavo?

Y una celebración además, generosa, no lo olvidéis, tenemos permiso para “repetir”, así lo dice la convocatoria.
El arroz negro con All i Oli me parece, personalmente, un plato exquisito que combina elementos diversos y muy sencillos pero donde cada uno aporta un valor que hace que nuestro paladar lo disfrute con entusiasmo….Como la vida misma, a veces nos empeñamos en la sofisticación, en lo diferente, en la de-construcción de las cosas y en el caso que nos reúne, el de la comida, esta sofisticación es muy atrayente y positiva para el arte culinario, pero cuando volvemos a los orígenes, nunca, nunca nos marchamos desencantados.

Y es que en este plato se encuentran el arroz, el aceite, el ajo y la tinta del calamar o de sepia, todo natural y hasta cierto punto humilde pero que al degustarlo nos pasará como a ese personaje de la película infantil Ratatouille: Quedaremos fas-ci-na-dos.
Aquellos que tengáis niños pequeños como yo, seguro que la habréis visto, si no es así, no os preocupéis porque os cuento rápidamente la escena cumbre de la película que explica muy bien mi impresión personal sobre este plato que vamos a comer en breves instantes:

La película va de un ratón que tenía un don especial para la cocina así que se cuela en el mejor restaurante de Paris y valiéndose de un aprendiz de cocinero hace realidad su sueño de convertirse en chef. Un día llega el mejor crítico gastronómico de Francia y pide que le preparen algo fuera de carta, todos están nerviosos pues no saben que hará el ratón y quedan sorprendidos cuando ven que decide cocinar Ratatouille: Una receta que consta de una combinación sencilla de hortalizas, muy parecido al pisto español. El terrible y temido crítico gastronómico queda extasiado con el plato, pues al dar el primer bocado los sabores y texturas le llevan a los mejores recuerdos de su infancia, traen a su memoria dulces pensamientos: La comida de su madre, el ambiente familiar de la cocina, la campiña francesa,.. claro está que la reseña que otorga el crítico al restaurante es inmejorable.

Pues así pasa con esta receta que se ha convertido en especialidad de esta casa, cada vez que como el arroz negro con all i oli vuelvo a disfrutarlo como el primer día, me vuelve a sorprender la excelente combinación que resulta de agregarle all i oli, el sabor de la sepia o calamar, me recuerdan al mar y a la costa asturiana que tanto me gusta. Me hacen dar gracias a Dios y a la vida por las riquezas del mar y por el aceite y el ajo que tuvo a bien poner en nuestra tierra España en cantidad suficiente para hacer nuestra cocina, famosa en el mundo entero.

Mientras iniciamos esta celebración pienso que de esta aventura de pregonero me llevo dos enseñanzas del arroz negro con all i oli:
La primera, que hay que darle cabida a lo sencillo porque los avances tecnológicos y la modernidad nos hacen la vida práctica y eficiente sin embargo lo simple nos recuerda el camino por donde vamos, las sólidas bases de todo cuanto hacemos. Hay que darle espacio a los recursos que tenemos al alcance de la mano.
La segunda enseñanza, que debemos, agregar siempre, una “salsa” que engrandezca nuestra aportación al trabajo diario, a la familia, a nuestro entorno. ¿Cuantas veces nos conformamos con dar solo un poco aún sabiendo que podemos contribuir con ese toque que hará la diferencia?. En muchas ocasiones el secreto del éxito es atreverse a dar más, a darse también uno mismo con educación, con cariño, con alegría. Imaginemos por un instante al primer cocinero que puso la salsa all i oli en el arroz. Vaya diferencia!.
También les aseguro que para este que les habla, hoy pregonero del arroz negro, será una muy buena experiencia terminar la jornada matutina entre arroz, celebración y comensales más que entre cifras, papeles, y números….
Muchísimas gracias y que disfrutéis del placer de esta comida!.


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