Comunicado del Real Sporting de Gijón

23 de diciembre de 2010

Manuel Vega-Arango Alvaré
Presidente del Real Sporting de Gijón

Sustentándose en la falsedad y el infundio se ha llegado a la calumnia, lo que es un hecho en la columna que firma Julio Puente en las páginas de La Nueva España en este jueves 23 de diciembre.
 

Partiendo de la falsedad de que la Junta de Accionistas del Real Sporting de Gijón aprobó el traspaso de nuestro jugador José Ángel (lo que ni fue presentado a propuesta en el orden del día, ni consiguientemente aprobado de manera posterior), el referido periodista titula, para sorpresa de propios y extraños, que “quien engaña a los accionistas es un mentecato”.
 
Rebusca en un supuesto y viciado silogismo para intentar poner en mi boca lo que carece de argumentación más allá de lo que es el desconocimiento por su parte de la realidad.
 
Debe de existir una máxima en el periodismo que es la de estar informado para poder opinar. Si falla la primera premisa, la segunda mal se puede aplicar y es el caso, salvo que se quiera actuar con malévola intención.
 
De todo ello me cabe personalmente una línea de actuación, que no es otra que la de acudir a la doble vía de la justicia, en su doble vertiente, ya sea con mayúscula o minúscula.
 
La justicia con minúscula, porque no creo merecerme tan rastrero tratamiento. Soy dueño de mis actos, que no son otros que los del presidente del Real Sporting, al que defiendo a capa y espada y contra viento y marea.
Lo hice en mi primera etapa al frente del club y lo estoy haciendo ahora. La falta de memoria es algo más que una enfermedad en este caso, es el ascoso y derribo por parte de un periodista que, sin argumentos objetivos para criticar, se apoya en falsedades.
 
¿Es tan difícil de olvidar en qué situación me hice cargo de la presidencia del club? ¿De cómo tuve que tomar decisiones cuando parecía que se había convertido en una nave ingobernable? Hablo de decisiones mucho más trascendentes  que la de dar curso en el actual contexto al traspaso de José Ángel. 
 
Creo que cualquiera que me conozca y conozca a su vez la verdadera realidad del club tendrá las ideas claras. Evidentemente no es el caso del señor Puente.
La otra Justicia, con mayúscula, es la propia de los tribunales, la que ampara a los ciudadanos en nuestro Estado de Derecho.
 
No voy a permitir que un periodista que, desde sus valoraciones, hace abuso de un medio de comunicación me utilice. Por eso emprenderé por vía judicial cuantas medidas estén en mis manos en lo que es una legítima defensa de mi honor y dignidad.
 
Señor Puente, no puede utilizar así a un periódico en esta ignominiosa cruzada y salir impune de ella. 


0 comentarios:

Observatorio Digital