Quinielas políticas

9 de noviembre de 2010

OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
Periodista

Este mes se jubila Luis Martínez Noval, el que fuera ministro de Trabajo, economista, y miembro del Tribunal de Cuentas del Estado. También de la época de los sesentones, que no de los sexagenarios, que dice Gabino de Lorenzo, Luis Martínez Noval que ha vencido años atrás una grava enfermedad, fue el último de los socialistas asturianos en sentarse ante la mesa del Consejo de Ministros. Había sido secretario de la FSA, diputado y un montón de cargos representativos más, guiándose siempre por su discreción y ausencia de sectarismo. Con excelentes relaciones con el entonces poderoso SOMA-FIA-UGT, siempre dirigido por José Angel Fernández Villa, este economista de espíritu universitario hizo una callada pero muy buena labor al frente del ministerio. Tras él, solo otro asturiano, Francisco-Alvarez Cascos, volvería, ya con el gobierno de José María Aznar, a un sillón ministerial.
Quien, por cierto, ha vuelto a perder influencia, todo lo contrario que Antonio Trevín, es el ex presidente del Principado Juan Luis Rodríguez Vigil, muy conectado con la hasta ahora vicepresidenta del Gobierno de la nación María Teresa Fernández de la Vega quien magnánimamente le ayudó hace unos meses a exponer en el Palacio de Revillagigedo de Gijón temas africanos, una magnífica exposición financiada por Cajastur. Los socialistas están llevando, la verdad, esta etapa pre electoral por el libro, mientras en el Partido Popular no se aclaran, estando los cuchillos a flor de piel por lo que a Asturias respecta. En el seno de Izquierda Unida hay tímidos intentos de unión de sus distintas facciones, la principal la del PCA. El otrora líder, Gaspar Llamazares, dejará su escaño en el Congreso en el 2012 y ya ha dejado caer que si se lo piden -lo mismo que Francisco-Alvarez-Cascos- estaría dispuesto a retornar al Principado para encabezar la lista de su formación política. De la izquierda el valor más en alza es el concejal ovetense Roberto Sánchez Ramos “Rivi” que en mayo próximo, se presente de nuevo por Asociacion de Ciudadanos por la Izquierda o por IU, no solo mantendrá su actual concejalía sino que obtendrá una más. Buen manejador de los medios de comunicación no ha perdido contacto con el pueblo y está como defensor de todas las causas que se le atragantan al alcalde Gabino de Lorenzo. La parte gastada de IU es la de los oficialistas Jesús Iglesias, Aurelio Martín, Noemí Martín, etc. Ya en el recuerdo queda Francisco García Valledor que por querer ser coherente ha quedado descabalgado y sueña, solo eso, con intentar de nuevo ser diputado en la próxima legislatura encabezando una nueva formación política de izquierdas. Nada se, por cierto, de lo que piensa hacer Los Verdes de Joaquín Arce. ¿Continuarán su pareja de hecho con IU?. ¿Irán por libre?. Confío en que no los incinere la futura incineradora de Cogersa.
De los nuevos, poco que contar. Marginados por los medios de comunicación solo Juan Morales, ex PP y candidato de la formación Independientes por Asturias, tiene posibilidades de obtener escaño en la Junta General del Principado si finalmente Francisco Alvarez-Cascos no viene y el desencanto de la derecha asturiana se decanta por él. La formación de Rosa Díaz, con aspirantes noveles, poco tiene que hacer en Asturias en las elecciones de mayo. Necesitaría un candidato del tirón de eurodiputado Francisco Sosa Wagner para sentarse en el parlamento asturiano cuya presidenta, María Jesús Alvarez, por cierto, no repetirá, defenestrado ahora su mentor Vicente Alvarez Areces. Desconozco por el momento en quien tiene pensado la FSA; el PP, si al final hay pacto entre los  dos bandos, piensa en Isabel Pérez-Espinosa que puede ser la número dos de la lista conservadora en detrimento de Ovidio Sánchez, si finalmente ésta es encabezada por Francisco Alvarez-Cascos. Como ven, esto de las quinielas políticas está de lo más divertido.

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