El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha advertido en relación a la reforma electoral pactada por PSOE, PP, CiU y PNV que ya se tramita en el Congreso tras aprobarse su toma en consideración para que entre en vigor en 2011 que "nos encontramos ante una situación consentida por los dos partidos mayoritarios que lleva a que, sin tener la mayoría de los votos, probablemente el PP esté en disposición de lograr la mayoría absoluta de los diputados en las próximas elecciones, todo ello con la complicidad del PSOE".
Para el responsable federal de IU, "se trata de un sistema pactado y que ahora se busca perpetuar que prima de manera abusiva la gobernabilidad con la derecha sobre la representatividad, al tiempo que reduce al mínimo el espacio del juego parlamentario. Se da la paradoja de que, a menudo, estas mismas formaciones que defienden los privilegios que les da este sistema nos tachan de 'marginales', insultando así a los votantes de Izquierda Unida y despreciando uno de los principios básicos del pluralismo político".
"Lo que va a ocurrir con la reforma -indica Lara- lo ilustró nuestro portavoz parlamentario, Gaspar Llamazares, tachándola de 'pucherazo' en el último Pleno. Es un término tan castizo como adecuado para definir lo que está pasando". Para el coordinador federal, "PSOE y PP han evitado una inmejorable oportunidad para recuperar el principio democrático de 'una persona, un voto', histórica e infructuosamente reclamada desde hace décadas por Izquierda Unida. Esta aspiración ya fue manifestada históricamente, incluso, durante la propia ponencia que redactó originalmente esta ley, que tiene una clara intención bipartidista y conservadora, y trata de dificultar el acceso al Parlamento de cualquier fuerza de izquierda consecuente".
El máximo responsable federal recuerda que "de este modelo electoral se benefician principalmente los dos partidos mayoritarios en su número de diputados. Ellos los consiguen con un número de sufragios muy inferior proporcionalmente a los que necesitan fuerzas como IU. Además, quienes se benefician cualitativamente son los partidos nacionalistas que, con relativamente pocos votos, pueden condicionar la política estatal. Sigue pasando ahora al igual que ha ocurrido en otras legislaturas y todos quieren que esto se perpetúe".
Cayo Lara considera que "se ha impuesto en la práctica un sistema mayoritario, no proporcional, que lleva a que mientras al PSOE o al PP les cuesta lograr un escaño entre 60.000 y 65.000 votos, esta cifra se debe multiplicar por siete u ocho para cada diputado de IU, que necesita del apoyo de más de 465.000 electores para ocupar una plaza en el Congreso.
Este bipartidismo inducido se corresponde, además, con el modelo económico neoliberal predominante, que se ha acentuado en la última década". "La anomalía que supone que la tercera fuerza política del Estado en número de votos se convierta en la sexta en número de diputados gracias a la Ley Electoral se ha convertido en un escándalo democrático en la mayoría de circunscripciones debido a la estrategia de los partidos mayoritarios, con el apoyo de los grupos nacionalistas. Estamos ante un fraude a la propia Constitución que incluso el Consejo de Estado ha tratado de que se corrija a través del completo informe que elaboró el año pasado, a instancias del Gobierno, para reformar la ley y que el propio Ejecutivo socialista ha preferido guardar en un cajón sin atender ni una sola de sus propuestas para mejorar la proporcionalidad", denuncia Lara.
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