Activistas de Greenpeace exigen en ICCAT el cierre inmediato de la pesquería de atún rojo en el Mediterráneo

19 de noviembre de 2010

Activistas de Greenpeace han pedido el cierre de la pesquería de atún rojo (Thunnus thynnus) en el Mediterráneo en la reunión anual de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, de sus siglas en inglés) que se celebra hasta el 27 de noviembre en París. La organización ecologista ha desplegado una pancarta a la entrada de la reunión con el lema: Bluefin Tuna: 8 Days to Live (Al atún rojo le quedan ocho días de vida).
“Tras años de sobrepesca, de mala gestión y de fracaso político, ésta es una llamada de alerta . Estos pésimos resultados indican que ICCAT debe cerrar la pesquería de atún rojo del Mediterráneo hasta que se pueda demostrar que la especie se ha recuperado", ha declarado Celia Ojeda, responsable de Océanos de Greenpeace.

Los documentos de ICCAT que se han revisado estos dos días por el comité de cumplimiento han revelado que quedan miles de toneladas de atún rojo en jaulas en el Mediterráneo, al parecer por la incapacidad de ser vendidas debido a la saturación del mercado. De acuerdo con estos documentos, hay unas 10.200 toneladas de atún rojo enjaulado en las granjas de engorde de atún en el Mediterráneo. Esta cantidad se aproxima a la cuota asignada para la UE para 2010.
La mayor parte de este atún enjaulado se encuentra en Croacia (4.400 toneladas), Malta (2.800 toneladas) y Turquía (1.900 toneladas). La mayoría fue capturado en 2009 y permanece sin ser vendido. Esto plantea serias dudas sobre la insistencia de los países Mediterráneos en no apoyar una reducción de cuota.

“Esto nos lleva a plantearnos una pregunta: ¿por qué continuar con la pesca de una especie al borde del colapso si en la actualidad quedan miles de toneladas en las granjas que no pueden ser vendidas?”, ha explicado Ojeda.
 

Greenpeace pide que ICCAT cierre la pesquería de atún rojo en el Mediterráneo y la protección de las zonas de desove, como el Santuario Balear. Desde la Unión Europea hasta el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES, de sus siglas en inglés) han indicado que en esta reunión ICCAT debe producir un resultado positivo para la protección del atún rojo. La crisis de esta especie hace evidente los fallos de la Política Pesquera Común y la ineficacia de los gobiernos y de la UE para mostrar liderazgo por la protección del medio marino.

ICCAT ha establecido constantemente niveles de captura por encima de las recomendaciones científicas que han dado como resultado años de sobrepesca. El Gobierno español hasta ahora no ha tomado medidas para que esta especie no esté al borde del colapso, favoreciendo a la pesquería industrial que ha esquilmado durante años el caladero del Mediterráneo.

“El Gobierno español debería mostrar algo de liderazgo en la protección de las especies, y tras años de favorecer los intereses de la industria, este año debería de liderar la protección de esta especie, creando una gran reserva marina en el sur de las Islas Baleares. No sólo ICCAT ha definido estas zonas e incitado a los gobiernos a protegerlas sino que España tiene la obligación bajo el Convenio Barcelona de protegerla”, concluyó Ojeda.

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