Los equipos de rescate de la superficie no son los únicos que trabajaron para sacar a los 33. Parte importante de los esfuerzos los hicieron los mismos mineros encerrados. A las 8 de la mañana ya estaban trabajando para sacar escombros.
A las 7:45 a.m. los 33 mineros se reunían para tomar desayuno, la primera de 5 comidas que recibían durante el día: desayuno, almuerzo, cena y dos meriendas.
Divididos en 3 turnos de trabajo –de 8 a 4, 4 a 12 y de 12 a 8–, los mineros comenzaban sus labores de apoyo al amplio equipo que realiza el trabajo técnico con las máquinas a 700 metros sobre sus cabezas.El almuerzo lo recibían alrededor de medio día y se reunían todos a compartir. Durante la jornada de trabajo interrumpían su rutina para realizar diversos ejercicios físicos que los mantienen, en estos momentos, en forma y buen peso para el momento del rescate. Durante el encierro, todos consumieron aproximadamente 2.400 calorías diarias y junto a las comidas se les envió una dosis de suplemento proteico.
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