Economicismo en la Fundación

16 de octubre de 2010

 OPINION
Por Luis José de Ávila
Periodista

El próximo día 22 se celebrará en el remodelado Teatro Campoamor la entrega de los premios Príncipe de Asturias presididos por el príncipe Felipe de Borbón y por su esposa Letizia Ortíz. Serán los primeros que se celebren bajo el mandato de la directora de la Fundación Teresa Sanjurjo y los últimos a los que asista como presidente del Principado Vicente Alvarez Areces.
La Fundación Príncipe de Asturias, tutelada ahora por el peso del Banco de Santander –uno de cuyos vicepresidentes, Matías Rodríguez Inciarte, es el presidente de la misma- ha adoptado para esta ceremonia una serie de actuaciones economicistas propias de la escuela de Emilio Botín en época de crisis, y eso que no es precisamente el Banco de Santander el patrono que más dinero pone al año en la misma sino que se lo pregunten a Cajastur o HUNOSA, por ejemplo. El caso es que además del recorte en cuanto al número de asistentes a la recepción en el hotel de la Reconquista tras la celebración del acto en el Teatro Campoamor también se han adoptado otras singulares medidas ahorrativas como, por ejemplo, encargar directamente el vino o los jamones que se van a consumir a los proveedores, saltándose así al propio hotel de cinco estrellas, el de la Reconquista, ahora gestionado por la cadena Meliá que tras ganar el concurso para explotar el emblemático hotel en los próximo quince años –no olvidemos que es propiedad del Principado a través de la empresa HOASA que dirige con acierto Faustino González- parece que también se arruga y retrasa por lo menos un año las mejoras a las que se había comprometido con Asturias cuando lo tomó en arriendo. Algunos clientes recientemente me han comentado que las habitaciones, si exceptuamos la suite que ocupan los príncipes, dejan mucho que desear. También la Fundación ha suprimido las coquetas cajas de bombones que entregaba a cada jurado así como algunos detalles más –la solemne cena que se ofrecía a los patronos en la víspera del evento, sustituida ahora por un coctel-; en definitiva, política de austeridad que espero no reste brillo a los actos –también se pagarán bastantes menos viajes de personalidades, prensa, etc.- como bien comentaba el otro día el alcalde Gabino de Lorenzo a unos contertulios, él que ha vuelto al jurado que falló el premio de la concordia, algo que necesita mucho no solo Oviedo, ni siquiera Asturias, que necesita, y cuanto antes mejor, este país. Supongo que el retorno del alcalde de Oviedo a los jurados de los premios Príncipe de Asturias, en los que llevaba ausente seis o siete años, no estará relacionado con el cambio en la dirección de la Fundación. De todos es sabido que de un tiempo para acá las relaciones entre Gabino de Lorenzo y Graciano García no son buenas.
Hace tiempo, por cierto, que no se habla de una sede definitiva para la Fundación Príncipe de Asturias con sus secciones desperdigadas por media ciudad. No, por Dios, no piensen mal, no será el centro cultural Nietmeyer en Avilés. La solución, después de haber fallado en su día lo de Villa Magdalena, la tenemos delante de nuestras narices: El antiguo solar de Concha Heres en la céntrica calle de Toreno, hoy sede de la delegación del Banco de España, entidad que además las está clausurando en cada provincia. No hace mucho tuve la ocasión de visitar Pontevedra y el edificio del Banco de España, también en el centro de la ciudad, está siendo rehabilitado por la Xunta de Galicía para servicios culturales. Que la Fundación Príncipe de Asturias se ubicara en el lugar que les indico sería un acierto en mi opinión. Ya en su día me dio la vara al respecto ese buen ciudadano nacido en Oviedo pero reciclado en Avilés que es José Ramón Castañón y creo que tiene razón. Me consta también que en su momento así lo expuso al entonces director Graciano García.
Vamos, que la semana va a estar animada. Para abrir boca, nunca mejor dicho, fiesta oficiosa con  el desarme el próximo martes. Miles de quilos de garbanzos y callos para degustar el tradicional menú. Luego, los premios a que me refiero con cierre en Lastres, pueblo ejemplar 2010, en donde el sábado el vecindario, con los de la serie televisiva Doctor Mateo presente, recibirán a los príncipes. Y a lo mejor, en una de estas, Asturias hasta aumenta de peso en el contexto nacional, que buena falta nos hace, con la elección de Severino García Vigón, presidente de FADE y de la Cámara de Comercio de Oviedo, como presidente de la CEOE, ya que está muy bien considerado en los círculos empresariales de Madrid, además de los políticos. Pero, amigos, no nos caerá esa breva. Asturias tiene poco peso en el contexto nacional –apenas pasamos del millón de habitantes- y sino solo tienen que ver la frialdad como Mariano Rajoy y su equipo tratan a los suyos aquí y cómo José Luis Rodríguez Zapatero al final no cuenta con Vicente Alvarez Areces para el ministerio de Trabajo.
Precisamente el próximo sábado, día 23, con los Príncipes de Asturias aún en nuestra tierra que es la suya, el presidente de la Federación Mundial de Tai-Jitsu, ahí es nada,  Joaquín Muñiz González, celebrará en el Centro deportivo Atlas de Oviedo el primer Memorial Sabino Fernández Campo que fue presidente de honor del Tai-Jitsu Asturias, ayudando en vida mucho a estos deportistas asturianos.  Como en esa misma jornada se celebrará el XXXIII trofeo Interautonómico Príncipe de Asturias de kárate además de la gala anual de dicho deporte, al acto en recuerdo de Sabino Fernández Campo –ahora se cumple un año de su fallecimiento- asistirán el concejal Benjamín Rodríguez Cabañas, presidente de la Federación de Kárate del Principado de Asturias, y Antonio Marqueño Moreno, presidente de la federación española de dicha especialidad deportiva. El recuerdo del gran Sabino sigue muy presente entre nosotros.

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