· La infraestructura, que hizo su primer viaje el pasado 8 de septiembre, logró una ayuda estatal de 30 millones de euros por ser un proyecto básico para el desarrollo del transporte marítimo
· La ampliación de El Musel abrió la puerta a la nueva línea, que será además un gran complemento de la futura Zona de Actividades Logísticas e Industriales (ZALIA)
· Areces asegura que el proyecto “permite abrir un nuevo espacio comercial entre España y Francia, convirtiendo el mar en puente para una relación fluida entre ambos países que debe contribuir a una Europa más cohesionada”
· El Presidente asturiano afirma que estas infraestructuras “permiten convertir Asturias en uno de los principales núcleos logístico, industrial y energético del Arco Atlántico” por la posición estratégica de la comunidad autónoma
El Presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, y el Ministro de Fomento, José Blanco, encabezaron hoy los actos oficiales de inauguración de la primera autopista del mar entre España y Francia, que desde el pasado 8 de septiembre une los puertos de Gijón y el de Nantes-Saint Nazaire. La nueva línea es una oportunidad logística y turística para la comunidad autónoma por combinar transporte de mercancías con viajeros. Este nuevo servicio conecta directamente el Norte de España con la costa Oeste de Francia y, desde ella, con gran parte del Norte de Europa.
El acto oficial tuvo lugar esta tarde en el puerto gijonés de El Musel, con la asistencia también del Consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras, Francisco González Buendía; del Presidente de Puertos del Estado, Fernando González Laxe; del Secretario de Estado de Transportes de Francia, Dominique Bussereau; y del Embajador de Francia en España, Bruno Delaye, entre otras autoridades.
Según explicó el Presidente asturiano, esta autopista del mar “nos permite abrir un nuevo espacio comercial entre España y Francia, convirtiendo el mar en puente para una relación fluida entre ambos países, que debe contribuir a una Europa más cohesionada”. Y añadió: “La iniciativa define un servicio clave para una mayor interconexión regional y para la plena integración entre el transporte marítimo, ferroviario y por carretera”.
La financiación
El proyecto cuenta con financiación pública al considerarse básico para el desarrollo del transporte marítimo. En concreto, la ayuda estatal asciende a 30 millones de euros, financiados al 50% entre España y Francia. La infraestructura fue también seleccionada para formar parte de los 22 proyectos a financiar por el programa europeo Marco Polo II, que inyecta otros cuatro millones más de inversión para el proyecto.
La nueva línea encaja en la apuesta que ha hecho la comunidad autónoma para buscar transportes más sostenibles, seguros y eficientes y para conseguir una política marítima integrada en la que el Gobierno asturiano trabaja desde hace tiempo por su contribución al crecimiento, el empleo y la protección del medio ambiente de las zonas costeras. Estas políticas son, además, un impulso para que las estrategias energética y de transporte marítimo se erijan como los principales pilares de una economía europea baja en carbono.
Para su desarrollo, ha sido clave el proyecto de ampliación de El Musel, que se incorporó como puerto de enlace marítimo por su privilegiada posición en la parte central del litoral cantábrico y porque será una de las plataformas más importantes del Arco Atlántico una vez que se concluyan la ampliación del espacio portuario y los accesos a las redes de autopistas de carretera. Además, el puerto gijonés es un referente nacional en cuanto a su modelo de gestión y un gran complemento de la futura Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA), una de las plataformas más ambiciosas del Norte peninsular.
“Consideramos que Asturias ocupa una posición central en la articulación del transporte transeuropeo en el Arco Atlántico y que, para ello, teníamos que impulsar infraestructuras de gran capacidad, como el nuevo puerto de El Musel, directamente conectado con las Autovías del Cantábrico y de la Plata, la red de Alta Velocidad ferroviaria, la ZALIA y las modernas redes de transmisión de datos”, señaló el Presidente. “Y junto con las infraestructuras, debemos promover nuevos servicios de transporte y logística que faciliten tanto una economía baja en emisiones de carbono, como la reducción de tiempos y costes en las transacciones entre empresas y ciudadanos”, concluyó.
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