Se espera la llegada de 2 mil ballenas a Laguna Ojo de Liebre, luego de un recorrido de más de 12 mil kilómetros
La Dirección de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, en Baja California Sur, anunció que a partir de esta fecha y hasta el próximo 30 de abril estarán abiertas al público las lagunas ubicadas dentro de esa área protegida a las cuales arriba cada año la ballena gris luego de un recorrido de aproximadamente 12 mil kilómetros, lo que constituye el proceso de migración más largo efectuado por cualquier mamífero en el mundo.
"Para este año se espera el arribo de aproximadamente 2 mil ejemplares de ballenas, mismas que cada invierno llegan a aguas mexicanas luego de una travesía en grupos que realizan desde el Océano Ártico, al norte y oeste del Mar de Behring, el Mar de Chukchi y el oeste del Mar de Beaufort. Su recorrido es paralelo a la costa oeste de Estados Unidos y concluye en las lagunas de Baja California", indicó la Directora de esta Reserva de la Biosfera, Irma González López.
A su vez, el Comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Luis Fueyo Mac Donald, informó que durante la presente temporada de estancia de las ballenas en aguas mexicanas será fortalecida la labor de monitoreo de esta especie, que encuentra en la Laguna Ojo de Liebre el espacio ideal para el alumbramiento de sus ballenatos.
"La política de protección de la ballena gris en México se expresa en el hecho de que, a diferencia de lo que ocurre en otros países, aquí no existen cuotas de cacería de ballena. México no es una nación que caza ballenas; al contrario, a lo largo de las últimas décadas ha colaborado activamente con una política de fomento a su reproducción", enfatizó el funcionario.
En esta ocasión, indicó, el monitoreo se realizará no sólo en la Laguna Ojo de Liebre y Laguna de San Ignacio, donde se establecen las hembras gestantes y sus crías, sino también en la Bahía de Vizcaíno, a la que llegan machos y hembras reproductoras para llevar a cabo su apareamiento. "El objetivo es tener un conteo más real del total de ballenas y no únicamente de aquellas que tienen nuevas crías", indicó Fueyo Mac Donald.
De acuerdo con la Directora de la Reserva de la Biosfera, este fenómeno, que se realiza año con año, es un detonante de la actividad turística y de la economía local ya que desencadenan una serie de acciones por parte de prestadores de servicios, tanto de la iniciativa privada como de los ejidos colindantes con las lagunas. "Ambos sectores se encuentran plenamente organizados y los recursos que obtienen por sus servicios van directamente a sus bolsillos, lo que representa un incentivo para llevar a cabo su trabajo comprometidos con la conservación del entorno para asegurar la permanencia de este fenómeno migratorio", explicó.
Agregó González López que el trabajo con los prestadores de servicios turísticos es fundamental para hacer de este espectáculo una gran experiencia para el visitante. Por ello, durante esta semana que inicia la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) llevará a cabo un taller para prestadores de servicio e investigadores en el que se informará sobre el monitoreo en cada una de las zonas en que se divide Laguna Ojo de Liebre, se aclararán las condicionantes de cada uno de los permisos de prestación de servicios y se asignarán las áreas dónde pueden llevar a cabo su labor.
En su opinión, estas acciones han hecho del avistamiento un modelo a nivel nacional porque se da una dinámica ordenada de cobro de derechos, y de esta manera se garantiza que únicamente los prestadores de servicios que cuenten con el permiso de la autoridad ambiental pueda ofrecer servicios a los turistas que asisten a disfrutar de la convivencia con las ballenas grises.
Es importante destacar que la Norma Oficial Mexicana 131-Semarnat-1998 establece lineamientos y especificaciones para el desarrollo de actividades de observación de ballenas, relativas a su protección y la conservación de su hábitat, incluidas la velocidad máxima permitida de navegación dentro de las áreas de observación en presencia de las ballenas (4 nudos o en su caso 8 kilómetros) y el número máximo de embarcaciones permitido en torno a una ballena o grupo de ésta.
Las recomendaciones que se hacen a los visitantes son: acudir siempre con los prestadores de servicios turísticos autorizados para el avistamiento de las ballenas, atendiendo en todo momento sus recomendaciones; efectuar su pago de derechos por visitar estas lagunas y utilizar permanentemente chaleco salvavidas durante el avistamiento.
La Ballena Gris se congrega en tres sitios, principalmente de diciembre a abril con un pico de abundancia a mediados de febrero, que son los primordiales para su procreación y reproducción.
Estas lagunas son las preferidas para la reproducción, en sus tibias y someras aguas se lleva a cabo la cópula de estos gigantes marinos. Mientras tanto, las hembras preñadas el año anterior, viajan solitarias a lo profundo de las lagunas para dar a luz y alimentar a sus crías.
"Para este año se espera el arribo de aproximadamente 2 mil ejemplares de ballenas, mismas que cada invierno llegan a aguas mexicanas luego de una travesía en grupos que realizan desde el Océano Ártico, al norte y oeste del Mar de Behring, el Mar de Chukchi y el oeste del Mar de Beaufort. Su recorrido es paralelo a la costa oeste de Estados Unidos y concluye en las lagunas de Baja California", indicó la Directora de esta Reserva de la Biosfera, Irma González López.
A su vez, el Comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Luis Fueyo Mac Donald, informó que durante la presente temporada de estancia de las ballenas en aguas mexicanas será fortalecida la labor de monitoreo de esta especie, que encuentra en la Laguna Ojo de Liebre el espacio ideal para el alumbramiento de sus ballenatos.
"La política de protección de la ballena gris en México se expresa en el hecho de que, a diferencia de lo que ocurre en otros países, aquí no existen cuotas de cacería de ballena. México no es una nación que caza ballenas; al contrario, a lo largo de las últimas décadas ha colaborado activamente con una política de fomento a su reproducción", enfatizó el funcionario.
En esta ocasión, indicó, el monitoreo se realizará no sólo en la Laguna Ojo de Liebre y Laguna de San Ignacio, donde se establecen las hembras gestantes y sus crías, sino también en la Bahía de Vizcaíno, a la que llegan machos y hembras reproductoras para llevar a cabo su apareamiento. "El objetivo es tener un conteo más real del total de ballenas y no únicamente de aquellas que tienen nuevas crías", indicó Fueyo Mac Donald.
De acuerdo con la Directora de la Reserva de la Biosfera, este fenómeno, que se realiza año con año, es un detonante de la actividad turística y de la economía local ya que desencadenan una serie de acciones por parte de prestadores de servicios, tanto de la iniciativa privada como de los ejidos colindantes con las lagunas. "Ambos sectores se encuentran plenamente organizados y los recursos que obtienen por sus servicios van directamente a sus bolsillos, lo que representa un incentivo para llevar a cabo su trabajo comprometidos con la conservación del entorno para asegurar la permanencia de este fenómeno migratorio", explicó.
Agregó González López que el trabajo con los prestadores de servicios turísticos es fundamental para hacer de este espectáculo una gran experiencia para el visitante. Por ello, durante esta semana que inicia la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) llevará a cabo un taller para prestadores de servicio e investigadores en el que se informará sobre el monitoreo en cada una de las zonas en que se divide Laguna Ojo de Liebre, se aclararán las condicionantes de cada uno de los permisos de prestación de servicios y se asignarán las áreas dónde pueden llevar a cabo su labor.
En su opinión, estas acciones han hecho del avistamiento un modelo a nivel nacional porque se da una dinámica ordenada de cobro de derechos, y de esta manera se garantiza que únicamente los prestadores de servicios que cuenten con el permiso de la autoridad ambiental pueda ofrecer servicios a los turistas que asisten a disfrutar de la convivencia con las ballenas grises.
Es importante destacar que la Norma Oficial Mexicana 131-Semarnat-1998 establece lineamientos y especificaciones para el desarrollo de actividades de observación de ballenas, relativas a su protección y la conservación de su hábitat, incluidas la velocidad máxima permitida de navegación dentro de las áreas de observación en presencia de las ballenas (4 nudos o en su caso 8 kilómetros) y el número máximo de embarcaciones permitido en torno a una ballena o grupo de ésta.
Las recomendaciones que se hacen a los visitantes son: acudir siempre con los prestadores de servicios turísticos autorizados para el avistamiento de las ballenas, atendiendo en todo momento sus recomendaciones; efectuar su pago de derechos por visitar estas lagunas y utilizar permanentemente chaleco salvavidas durante el avistamiento.
La Ballena Gris se congrega en tres sitios, principalmente de diciembre a abril con un pico de abundancia a mediados de febrero, que son los primordiales para su procreación y reproducción.
Estas lagunas son las preferidas para la reproducción, en sus tibias y someras aguas se lleva a cabo la cópula de estos gigantes marinos. Mientras tanto, las hembras preñadas el año anterior, viajan solitarias a lo profundo de las lagunas para dar a luz y alimentar a sus crías.
Una característica determinante en la recuperación de la especie es la de tener áreas de reproducción tan localizadas y bajo un régimen de protección. Esto permitió en décadas pasadas que aunque quedara un número reducido de individuos, arribaran en cada invierno todos los organismos sexualmente maduros a las lagunas de México, asegurando la multiplicación de la especie hasta alcanzar la recuperación en las costas occidentales de Norteamérica.
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