Según han informado testigos a Amnistía Internacional, al menos nueve manifestantes desarmados murieron en Abiyán, Costa de Marfil, durante las protestas masivas por el punto muerto político en que se encuentra el país tras las elecciones presidenciales.
Los manifestantes participaban en las multitudinarias protestas callejeras convocadas tras unas polémicas elecciones por el presidente reconocido internacionalmente, Alassane Ouattara, y desde varias zonas de la capital, Abiyán, trataban de tomar la emisora estatal Radio Télévision ivorienne (RTI) cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego a quemarropa.
Los manifestantes participaban en las multitudinarias protestas callejeras convocadas tras unas polémicas elecciones por el presidente reconocido internacionalmente, Alassane Ouattara, y desde varias zonas de la capital, Abiyán, trataban de tomar la emisora estatal Radio Télévision ivorienne (RTI) cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego a quemarropa.
“Amnistía Internacional está consternada por este uso injustificado y desproporcionado de la fuerza y pide a las fuerzas de seguridad marfilenses que detengan las matanzas de inmediato”, ha dicho Salvatore Saguès, investigador de Amnistía Internacional para África Occidental. “Quienes dispararon contra estas personas, así como quienes dieron la orden de hacerlo, tendrán que responder de sus actos”.
El jueves 14 de diciembre, Alassane Ouattara pidió que la gente se echara a la calle a protestar y tomar la emisora estatal y otros edificios oficiales, aún en poder de funcionarios leales a Laurent Gbagbo, que se niega a dejar el cargo.
Personas que participaron en las manifestaciones dijeron a Amnistía Internacional que al menos nueve personas habían muerto en dos lugares de Abiyán.
En el barrio de Abobo, unos testigos dijeron que las fuerzas de seguridad mataron a disparos al menos a seis personas.
“Cuando vimos a las fuerzas de seguridad cerca de la comisaría del distrito 21, levantamos las manos y les dijimos que estábamos desarmados, pero se negaron a responder, arrojaron granadas de gas lacrimógeno, e inmediatamente después nos dispararon. Vi cadáveres en la calle, varios eran de personas a las que conocía”, dijo por teléfono un testigo a Amnistía Internacional.
Cerca del cruce de Makassi, a eso de las 9 de la mañana, unos agentes de seguridad arrojaron gas lacrimógeno y luego dispararon contra otro grupo de manifestantes y mataron a tres personas, entre ellas un joven que se dedicaba a lavar automóviles, Salami Ismaël, que se encontraba cerca, pero no participaba en la manifestación.
“Dos hombres encapuchados y con uniforme militar mataron a un joven que no participaba en la manifestación. El joven se encontraba ante un garaje esperando a que entraran automóviles para lavarlos cuando llegaron dos soldados. Uno de ellos le puso la zancadilla y lo hizo caer. El que llevaba gafas de sol le disparó a bocajarro”, dijo un testigo a Amnistía Internacional.
“Es preciso hacer todo lo posible para impedir una escalada de violencia. Existe una amenaza muy real de que se pierdan muchas más vidas si las fuerzas de seguridad siguen disparando a los manifestantes indiscriminadamente”, ha dicho Salvatore Saguès.
“Costa de Marfil nunca ha estado tan cerca de la reanudación de la guerra civil. Es preciso hacer todo lo posible para impedir el aumento de una escalada de violencia que puede tener un enorme impacto sobre el país y sobre toda la región, haciendo que miles de personas huyan del país”.
El jueves 14 de diciembre, Alassane Ouattara pidió que la gente se echara a la calle a protestar y tomar la emisora estatal y otros edificios oficiales, aún en poder de funcionarios leales a Laurent Gbagbo, que se niega a dejar el cargo.
Personas que participaron en las manifestaciones dijeron a Amnistía Internacional que al menos nueve personas habían muerto en dos lugares de Abiyán.
En el barrio de Abobo, unos testigos dijeron que las fuerzas de seguridad mataron a disparos al menos a seis personas.
“Cuando vimos a las fuerzas de seguridad cerca de la comisaría del distrito 21, levantamos las manos y les dijimos que estábamos desarmados, pero se negaron a responder, arrojaron granadas de gas lacrimógeno, e inmediatamente después nos dispararon. Vi cadáveres en la calle, varios eran de personas a las que conocía”, dijo por teléfono un testigo a Amnistía Internacional.
Cerca del cruce de Makassi, a eso de las 9 de la mañana, unos agentes de seguridad arrojaron gas lacrimógeno y luego dispararon contra otro grupo de manifestantes y mataron a tres personas, entre ellas un joven que se dedicaba a lavar automóviles, Salami Ismaël, que se encontraba cerca, pero no participaba en la manifestación.
“Dos hombres encapuchados y con uniforme militar mataron a un joven que no participaba en la manifestación. El joven se encontraba ante un garaje esperando a que entraran automóviles para lavarlos cuando llegaron dos soldados. Uno de ellos le puso la zancadilla y lo hizo caer. El que llevaba gafas de sol le disparó a bocajarro”, dijo un testigo a Amnistía Internacional.
“Es preciso hacer todo lo posible para impedir una escalada de violencia. Existe una amenaza muy real de que se pierdan muchas más vidas si las fuerzas de seguridad siguen disparando a los manifestantes indiscriminadamente”, ha dicho Salvatore Saguès.
“Costa de Marfil nunca ha estado tan cerca de la reanudación de la guerra civil. Es preciso hacer todo lo posible para impedir el aumento de una escalada de violencia que puede tener un enorme impacto sobre el país y sobre toda la región, haciendo que miles de personas huyan del país”.
0 comentarios:
Publicar un comentario