Vietnam abre su modelo de desarrollo a la iniciativa española

23 de noviembre de 2010

 

Vietnam se perfila con nitidez en la retina empresarial española. El vertiginoso proceso de transformación socioeconómica que vive el país asiático continúa generando importantes oportunidades para la inversión extranjera, circunstancia que no pasa desapercibida para las compañías de nuestro país.

Este aperturismo gradual constituye un argumento de peso para intensificar las relaciones y los intercambios comerciales entre ambos países. Por ello, el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) ha organizado, a través de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Ciudad Ho Chi Minh, un ‘Foro de Inversiones y Cooperación Empresarial España-Vietnam’, evento que tiene lugar los días 23 y 24 de noviembre de 2010 en la antigua Saigón.

La celebración de este encuentro bilateral, que parte con el objetivo de “facilitar la identificación de oportunidades de inversión y cooperación empresarial así como de potenciales socios en el mercado vietnamita”, supone un punto y seguido en la labor iniciada con el Foro celebrado en 2008, que también tuvo como escenario el mayor centro económico-financiero nacional y principal polo de atracción de inversiones local.

Un total de 26 compañías españolas han confirmado su asistencia al evento. Los sectores prioritarios –que no excluyentes- que estarán representados en el Foro han sido seleccionados a partir de las oportunidades existentes en el mercado local, con especial atención a la industria auxiliar del automóvil, la confección y el calzado, materiales de construcción, franquicias e industria farmoquímica.

La programación de las Jornadas comprende un seminario práctico sobre la inversión española en Vietnam, una mesa redonda sobre los principales aspectos a considerar en el proceso de implantación en el país y ruedas de negocios (en función de las agendas individuales de las compañías participantes).

Un mercado con presente y futuro
El desarrollo y pujanza económica, la adopción de una serie de medidas de renovación (Doi Moi) y el desmantelamiento de la mayoría de las barreras comerciales y arancelarias existentes han convertido a Vietnam en la economía del Sudeste Asiático con una mayor tasa de crecimiento -la previsión para 2010 se sitúa en el 6,5 por ciento- y, por ende, en un destino más que sugerente para el capital extranjero.

La adhesión de la República Socialista de Vietnam a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2007 ha supuesto el espaldarazo definitivo para un país que avanza por la senda de la apertura y la liberalización progresiva de los intercambios, con una clara transición desde un modelo socialista planificado a una economía capitalista de mercado.

“Su elevado ritmo de crecimiento -económico y demográfico, especialmente en el sur, verdadero motor industrial y de inversión del país- y la creciente diversificación del mercado doméstico, la estabilidad política y macroeconómica, unos costes laborales bajos, una fuerza de trabajo eficiente y un mejor acceso a los mercados internacionales” son los ingredientes básicos que convierten a Vietnam en un enclave favorable para la inversión, según señala el informe ’50 Preguntas para entender Vietnam’ elaborado por la Oficina Económica y Comercial en Ciudad Ho Chi Minh.

De este modo, “la paulatina integración internacional de Vietnam traerá consigo una mayor transparencia para los inversores y aumentará la seguridad jurídica de la inversión”, una situación de la que, sin duda, se beneficiarán las grandes economías regionales y sus principales socios comerciales. De ahí la importancia de posicionarse con fuerza en un entorno cada vez más competitivo.

Foco para la inversión
Hoy por hoy se puede hablar de Vietnam como uno de los enclaves de referencia en materia de captación de Inversión Extranjera Directa (IED). Durante 2009, el país atrajo inversiones foráneas por valor de 9.250 millones de dólares (6.775 millones de euros), con la previsión de que dicha cifra ronde los 11.000 millones de dólares (8.055 millones de euros) en el próximo ejercicio. En el transcurso de 2009, España ocupó la vigésimo noveno posición dentro del grupo de países que mayores partidas de inversión destinaron al mercado vietnamita –Estados Unidos lidera la clasificación en dicho ranking-.

El informe ‘Doing Business 2011: Making a Difference for Entrepreneurs’ del Banco Mundial sitúa a Vietnam entre las diez economías del mundo que acometieron un mayor número de mejoras en el período 2009-2010, gracias a los progresos realizados en áreas como la facilidad para empezar negocios, la obtención de permisos de construcción y la disponibilidad de información crediticia.

Sin embargo, al igual que existen virtudes del modelo de transición, también se deben enumerar barreras que frenan o dificultan la presencia de la inversión extranjera en el país. Entre ellas, “importantes carencias en infraestructuras, un sistema legal y financiero poco desarrollado, con burocracia excesiva y regulaciones poco transparentes, altos costes de puesta en marcha, importantes trabas a la transferencia y adquisición de la tierra, escasez de personal cualificado e incremento en el número de barreras no arancelarias”, tal y como refiere el citado estudio de la Ofecomes.

Un país de oportunidades
Fruto del creciente interés que despierta Vietnam, España emerge como un importante escaparate para la búsqueda de inversores capaces de acometer proyectos en determinados sectores de su estructura económica y productiva. Así, la oferta española puede satisfacer con garantías la exponencial demanda vietnamita en sectores como las infraestructuras (transporte, energía y agua), maquinaria y productos industriales (química, cerámica), servicios de diseño y arquitectura, transporte y logística o turismo (diseño, construcción y gestión hotelera), y en aquellas actividades que, tradicionalmente, han constituido el motor económico del país asiático y que necesitan modernizarse: agroalimentación, calzado y confección textil.

En los últimos años, la exportación española con destino al mercado vietnamita ha dibujado una tendencia alcista, constituyendo uno de los retos más importantes para el sector exportador de nuestro país. Por su parte, las importaciones locales –cuyo escalonado incremento es síntoma inequívoco del repunte del consumo y la inversión-, “están dominadas por la compra de materias primas, maquinaria e inputs intermedios para la industria local, así como productos refinados del petróleo, capítulos que en su conjunto representan el 60 por ciento del total importado en el ejercicio precedente”.

Para una gestión exitosa en Vietnam, las empresas españolas deben ser conscientes de las peculiaridades del mercado local, un entorno caracterizado por su franco potencial de crecimiento, en su vertiente positiva, y la existencia de una serie de barreras administrativas que se deben superar, un aspecto que, por otro lado, no debe restar interés por dicho enclave.

En líneas generales, desde la Ofecomes de Ciudad Ho Chi Minh se recomienda “la planificación y estrategia a largo plazo, así como el seguimiento de las licitaciones internacionales”. Del mismo modo, “utilizar los instrumentos de apoyo oficial (créditos FAD, FAIP, PAPI, COFIDES…) puede facilitar el desembarco”.

Normalización de las relaciones diplomáticas y comerciales
Las relaciones diplomáticas entre Vietnam y España avanzan hacia la consolidación. El fomento de las mismas subió un nuevo peldaño el pasado mes de diciembre con la visita a nuestro país del presidente vietnamita, Nguyen Minh Triet, una escala obligatoria en su afán por estrechar lazos y encontrar nuevos socios comerciales –a finales de octubre, el mandatario destacaba, una vez más, la importancia de la colaboración iniciada con nuestro país, considerando este hecho como un factor clave en su desarrollo socio-económico-. Este deseo se plasmará a través de la implementación conjunta del ‘Partenariado Estrátegico Hacia el Futuro’, una iniciativa que persigue aumentar la colaboración entre ambos países, especialmente en los campos de la economía, el comercio, la inversión, ciencia, tecnología y cultura.

En marzo de 2010, Ciudad Ho Chi Minh acogió la celebración de las ‘Jornadas de Partenariado Multilateral’, una propuesta que partió con el objetivo de ayudar a la empresa española a introducirse en Vietnam mediante la consecución de contratos de proyectos financiados con fondos multilaterales.

En definitiva, todas las acciones implementadas (visitas institucionales, ‘Plan de Acción para Asia y Pacífico’, etc.) persiguen el desarrollo de iniciativas destinadas a facilitar la identificación de oportunidades de inversión, promover las inversiones productivas, ayudar en la búsqueda de socios potenciales y catapultar el fortalecimiento de la

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