(INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIASEN EL HOMENAJE AL CATEDRÁTICO DE ESTADÍSTICA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO, PEDRO GIL ÁLVAREZ)
No quería perderme este momento tan singular, de una persona muy querida, muy respetada tanto desde el punto de vista académico como personal. Porque además, en su itinerario coinciden muchas circunstancias que lo ligan a mi vida académica y personal. Llegó a la Universidad en septiembre de 1976 tras haber obtenido su agregaduría, que era un paso previo al acceso a la Cátedra por concurso en Investigación Operativa. Curiosamente, coincide con un periodo en el que mi vida personal suceden una serie de acontecimientos, sobre todo en 1978. Fue aquella famosa "Perlora" que tanto dio que hablar y que coexistió con mi pertenencia a la institución universitaria. En ese momento, todavía no habían sido convocadas las plazas de Estadística -lo convocaron en 1981- pero estaba vinculado desde el año 73 a la Escuela de Empresariales.
Aunque sus años en la Universidad Complutense habían sido muy entrañables y fructíferos, y dejar allí a compañeros y a su maestro Don Sixto Ríos le apenaba, Asturias resultaba un lugar muy querido para él por muchas razones:
-Su padre había sido maestro en Pendueles (cerca de Llanes) durante varios años (parte de ellos de la guerra civil), y en esa tierra (en Buelna de Llanes) nació su hermano Juan; de esa época quedaron muchos recuerdos, y en su casa siempre se cantaron muchas canciones y hubo mucho cariño por esta tierra. Llevaba Asturias en su corazón y por eso no resultó compleja su entrada en Asturias.
-Su hermana Amparo, casada con un asturiano, había vivido en La Felguera unos 15 años, por lo que la familia hacía visitas frecuentes a la cuenca y alrededores, de modo que nunca se perdió el contacto con Asturias.
-Tenía en Asturias algunos compañeros de la carrera, que le acogieron con los brazos abiertos desde el primer día.
-Iba a tener la oportunidad de crear y dirigir un equipo de profesores e investigadores, que posiblemente nunca soñó llegaría a ser tan grande (si no, a su 28 años, posiblemente se habría asustado mucho). Mucha responsabilidad, para alguien tan joven, y a su vez mucha ilusión por delante.
-Venía muy bien acompañado por Pilar que como buena gallega sentía aquello de que “gallegos y asturianos, primos hermanos…” y por su hija Eva, que ya cumpliría aquí los 3 años. Por tanto, tuvo un aterrizaje perfecto en una tierra soñada y no le costó trabajo situarse aquí. Como le sucede a mucha gente en Asturias porque es una tierra muy acogedora.
Hasta la aplicación de la Ley de Reforma Universitaria (LRU) Pedro dirigió el Departamento de Matemáticas adscrito primero a la Facultad de Ciencias y posteriormente a la de Biología, si bien el Departamento impartía clases en diversos centros. Posteriormente fue Subdirector del primer Departamento de Matemáticas de la LRU que aunaba en aquel momento 8 áreas de conocimiento, y desde hace unos 14 años se escindió de este Departamento el actual Departamento de Estadística, Investigación Operativa y Didáctica de la Matemática que dirigió hasta hace un año.
En los primeros años de su llegada a Oviedo, fomentó que además de una buena relación profesional entre los miembros de su equipo hubiera una excelente relación personal porque Pedro tiene una humanidad extraordinaria, una buena relación que ha cultivado siempre con todos sus amigos, natural en su forma de ser. Es un plus que se tiene siempre como persona.
Lo que hizo extensivo a través de contactos personales directos con todos los miembros de sus equipos y otros, como los que entonces impartían docencia en Empresariales de Gijón. Otros que teníamos relación empezamos a tomar contacto con él y pronto nos vinculamos con los cursos de Doctorado que yo inicié después de aquel episodio tan sustantivo en la vida, como la Crisis de Perlora. Tuve un interín en mi vida y me dediqué a hacer oposiciones que es un entretenimiento como otro cualquiera. Por eso, en el año 78 las hice de Agregado de Instituto de Matemáticas en el Doña Jimena y en el 81 en Gijón, también de Estadística. Y en este caso, mi vínculo más directo fueron los Cursos de Doctorado. Pasé de los más furibundos debates sobre la democracia en nuestro país, los pactos de La Moncloa y la crisis del PC en todas sus manifestaciones a debatir sobre todas las cadenas de Markov, sobre la teoría de la información... En fin, unos cursos amenos que completé y me dieron ocasión de tener una amistad directa y estrecha con él desde todos los puntos de vista. Desde entonces hasta ahora, nunca nos hemos desvinculado. Tuve el placer de mantener contacto durante todo el periplo de responsabilidades públicas, desde el año 83 que fui Director Provincial de Educación hasta el 85 que me fui a Madrid, como jefe de la inspección educativo. En el 87 volví como Alcalde de Gijón y en el 99 Presidente del Principado.
Hasta ahora, Pedro se desvivió siempre por sus alumnos, fue organizador de las olimpiadas de Matemáticas y no quedó un año en que pasaran sus alumnos por Presidencia. Ha sido una vida en la que nos hemos entrecruzado, con la profundidad que me permite decir en este acto que me siento honrado de ser su amigo, su discípulo en cierta medida y sobre todo una persona con un alto sentido del servicio público, del servicio educativo, de la investigación y de la docencia y de ser un ciudadano ejemplar. Todo eso ha servido también para que él tuviese toda una serie de actividades muy útiles para la vida académica. Fue impulsor de traer a Sixto Ríos a la Universidad, el padre de la Estadística Española, que recibió su única investidura como Doctor Honoris Causa por esta Universidad en el año 2000; y de Lofti Zadeh, padre de la lógica difusa , honoris causa por la Universidad de Oviedo en 1995 y para siempre vinculado a Asturias a través del Centro de Soft Computing instalado en el campus de Mieres, en el que juegan un papel fundamental varios profesores de esta Universidad.
Pedro nos ha ayudado a admirar a quienes han abierto nuevos caminos para el conocimiento matemático y ha promocionado nuevas inquietudes y vocaciones para los alumnos, tan necesitadas hoy. Ha sido una gran suerte que haya sido un gran maestro en toda la extensión de la palabra y que a lo largo de estos años esta dilatada trayectoria haya formado a numerosos profesores siendo importantísima su labor en la dirección de las tesis doctorales, que siempre alcanzaron máxima calificación. Y su dedicación a la Universidad y ese amor a Asturias, real, que siempre llevó consigo.
Mi vida ha estado entrelazada con él en numerosos aspectos. Soy consciente de que quedan muchas intervenciones por hacer hoy y desde luego deseo de todo corazón que este homenaje y su jubilación den paso a una nueva etapa de alegría y de satisfacciones en su vida. Disculpadme por tener que ausentarme. Estoy a vuestra disposición y lamento no haber estado en otros homenajes que hacéis permanentemente.
Ahora mismo estamos elaborando los Presupuestos de 2011 y con ellos los de la Universidad. Yo creo que la próxima semana estaremos en condiciones de votar el Presupuesto en el Consejo de Gobierno. Son épocas difíciles y duras, pero soy consciente de que en estas épocas, aun cuando las restricciones y los pocos ingresos nos obligan a limitaciones, soy consciente de que la institución universitaria y la investigación necesitan ser una prioridad dentro de la situación presupuestaria que tenemos.
Pedro, enhorabuena, mi cariño, admiración y reconocimiento como persona, amigo tuyo y Presidente del Principado."
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