OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
Periodista
Metidos ya de lleno en el otoño no puedo por menos de maravillarme ante las situaciones que produce este mundo global en el que vivimos. Digo esto porque durante años El Corte Inglés no quiso desembarcar en Oviedo porque su propietario Ramón Areces no quería hacer la competencia a los Botas y compañía. Luego tan prestigiosa firma comercial se instaló en Asturias en donde ya supera los cinco mil trabajadores, plenamente introducida en el sector servicios y bajo la dirección del competente Angel Moreno, y creciendo. Pero hete aquí que ahora descubro que otro Corte ha aparecido en el panorama comercial de la capital del Principado. Me refiero a El Corte Chino, un gran comercio de esos numerosos objetos, o quincallerías, a los que es tan aficionado el público local, y que ha abierto sus puertas en una de las calles que sube hacia el barrio de El Cristo y Montecerrado. Ya sé que está muy lejos de hacer la competencia a El Corte Inglés pero por algo se empieza. Si grupos de la solvencia empresarial de los Cosmen hace ya años que desembarcaron en China, cual Marco Polo modernos, eso es lo que de siempre ha sido José Cosmen Adelaida, y si de aquí hemos ido hacia allí ¿Por que ellos no van a poder instalarse en nuestras ciudades?. A la chita callando van asentándose en nuestra ciudad porque no solo se trata de El Corte Chino ni de unas pocas tiendas distribuidas por los barrios ovetenses. Otro ejemplo, en pocos días abrirá en Colloto, en donde estaba la carpintería Nuño, una gran parrilla, de cerca de mil metros cuadrados, gestionada por chinos. Uno de los proveedores locales me comenta las negociaciones con la familia china que va a llevar el negocio. Nada de bancos ni de papeles. Todo al contado y con descuentos cercanos al cuarenta por ciento. También no hace mucho que se instaló en el polígono de Silvota un enorme almacén de productos variopintos también regentado por chinos. Mundo global éste en el que mientras unos abren otros cierran. Desde hace días ha echado el candado la popular Casa Amparo -!vaya desarme que se comía allí!- en la no menos popular plaza de El Fontán. La familia Alvarez Almeida, uno de cuyos hijos, José Luis, es presidente de la patronal de hostelería y suena además como posible miembro de la lista que Gabino de Lorenzo está confeccionando cara a las próximas elecciones municipales, regenta el restaurante Latores y el padre, ademas de empresario de la construcción, preside la junta vecinal de la vecina localidad leonesa de Torrestío. Precisamente este fin de semana un equipo de Canal Sur, la televisión andaluza, hará allí un reportaje sobre la caza como promoción turística de la localidad.
Que la crisis se nota en el sector de la hostelería es innegable. Un experto me cuenta que entre la plaza de América y la calle de General Elorza hay en estos momentos diecisiete negocios de restauración en venta o traspaso y estamos hablando de la milla de oro ovetense; la realidad es esa, viéndose muchos negocios de hostelería abocados a desaparecer arrastrados, en principio, por las desmesuradas rentas que deben pagar a la propiedad del local. En todo caso Oviedo tiene tirón turístico y una vez más se ha comprobado en este puente festivo de El Pilar con una ocupación hotelera de más del 85 por ciento y los restaurantes prácticamente llenos.




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