Areces dijo que "Cuando en 1999 accedí a la Presidencia del Principado, entre otras prioridades, tenía la aspiración de convertir el patrimonio cultural, científico y artístico de nuestra comunidad en un activo para el desarrollo y la diversificación económica; para lo que era necesario impulsar equipamientos culturales de relevancia. Venía de Gijón, donde se hizo un trabajo sobre la investigación de los orígenes de la ciudad. Orígenes romanos, incluso anteriores, de los pueblos astures. Y yo creo que aquello fue una muestra palpable de cómo se puede potenciar la investigación, con un respeto escrupuloso por el investigador; convertir esa herramienta en un elemento de divulgación para los ciudadanos, para los visitantes; y, en definitiva, en una oferta de tipo turístico-cultural, modelo que ha tenido un éxito claro en Asturias.
Y este es el modelo que apoyamos, el modelo de investigar, datar… -a veces no todo se puede mostrar, básicamente en trabajos científicos no todo es elemento mostrable- en general, construir un discurso científico-cultural en torno al trabajo que se hace. Y el investigador lo agradece porque todos en la vida tenemos una tendencia hacia ser reconocidos socialmente. Esa imagen del investigador encerrado en su laboratorio, ajeno al mundo, es un prototipo que no responde demasiado a la realidad. Todos los investigadores quieren ser útiles a través de su herramienta para transformar la realidad, como los políticos lo queremos hacer con otras herramientas. Yo creo que ese modelo es lo que inspiró la apuesta tan fuerte por el Jurásico.
Porque Asturias es una comunidad muy pequeña, pero con una orografía complejísima, probablemente la más compleja de nuestro país, producto de una cordillera que nos convirtió históricamente en elemento periférico. Entramos aquí en el gran debate de las comunicaciones con el exterior pero también es el gran debate de sus comunicaciones interiores, el aislamiento de sus valles. Un territorio que, al igual que sucede en el mundo que hay un proceso de urbanización creciente, hay un despoblamiento de las áreas rurales y una concentración en las áreas urbanas. Las áreas urbanas en Asturias están configuradas en el área central, que tiene una alta densidad de población, pero las áreas rurales del Occidente y del Oriente de Asturias tienen una personalidad propia y una riqueza que si no hacemos un esfuerzo para sustituir las actividades tradicionales de minería, de ganadería de esas zonas, e introducir elementos complementarios que configuraran el denominado Desarrollo Rural –que son las actividades tradicionales más las complementarias para configurar una renta familiar capaz de retener población en el territorio-, es obvio que estaríamos desprotegiendo nuestro territorio, descapitalizándolo, porque en definitiva el despoblamiento es una pérdida de capital importantísima.
Y uno de los elementos que también hemos introducido en Asturias desde una política orientada hacia esa dirección en concejos como este y otros, -por ejemplo Teverga más en el interior; zonas de las Asturias profunda en la zona del parque histórico del Navia, desde Navia hasta Grandas de Salime; también en la zona de Corias; en la zona del oriente de Asturias con los yacimientos del Paleolítico Superior, declarados Patrimonio de la Humanidad muchos de ellos- hemos ido revitalizando el territorio. En el fondo, vuestro trabajo científico tiene una trascendencia social que va más allá incluso de lo que es el contenido mismo de vuestro trabajo. Quiero destacar esto porque si no da la impresión de que todas las secuencias de la vida son deterministas y todo está en uno. No. Aquí, la vida política se configura con decisiones y con prioridades que tienen un camino determinado.
Sirva esto como introducción al por qué en Asturias aparece esa gran diversidad de oferta cultural combinada con trabajos serios y rigurosos en los que se fundamenta el discurso divulgativo, y ese es el modelo de este museo. Incluso, cuando yo entré en el año 99 había previamente un proyecto, una idea, que era menos ambiciosa que esta y que hemos ensanchado. Y tengo que decir que José Carlos García-Ramos ha estado en t0das las cocinas: estuvo con los condimentos científicos y también con los culturales e impulsando que esto fuese adelante porque en aquel momento para nosotros fue una inversión en el entorno de los 12 millones de euros, una inversión muy importante para una comunidad como la nuestra. Fue un proyecto ambicioso, más que por esa gran inversión, por su carácter novedoso al conjugar un centro de referencia para la paleontología y el mundo científico con una instalación atractiva para todo tipo de públicos, combinando exposición y divulgación del patrimonio, investigación y discurso científico con el interés turístico.
Lo que quiero hoy es señalar que esto no es producto de la casualidad sino que es un trabajo colectivo muy importante; no os hablo ya en periodo de crisis. Pero os voy a dar un pequeño apunte de lo que significa la sostenibilidad. La sostenibilidad de todas estas cosas es básica, no solamente es hacer grandes proyectos que luego se te caen en dos días sino proyectos que sean sostenibles donde, desde la perspectiva pública, la inversión siempre es a fondo perdido pero hay que sostenerlo. ¿Desde qué herramienta? Desde la visita y los recursos que el museo proporcione y la autosostenibilidad del mismo.
En este sentido estamos muy satisfechos porque este museo lo estamos poniendo como modelo de gestión. El MUJA recauda lo suficiente para poder mantener su actividad con independencia de que nosotros no tenemos amortizaciones de capital sino que lo damos desde el interés público a fondo perdido.
Tenemos la inmensa suerte de contar en el litoral asturiano con unos yacimientos de huellas de dinosaurios cuya riqueza e importancia los sitúa a la cabeza de los más importantes de España. Y a partir del compromiso del Gobierno para desarrollar la exposición pública de todo el material paleontológico de dinosaurios, huellas y otros restos fósiles en su propio entorno, con el consenso de los ayuntamientos, tomamos la decisión de crear un auténtico Museo, una institución para la divulgación, la investigación y el ocio cultural en torno al patrimonio paleontológico de nuestro país.
Con un edificio de un arquitecto asturiano, Rufino García, que, como pueden comprobar, tiene un fuerte carácter emblemático por su forma de “icnita de tridáctilo” tanto en planta como en volumen.
A la funcionalidad y belleza del equipamiento hay que añadir su idoneidad para acoger y desarrollar sus objetivos: difundir el patrimonio paleontológico, ponerlo al alcance y disfrute de los ciudadanos y, a la vez, potenciar la investigación en este interesante y siempre inagotable campo, a partir de los trabajos realizados por el profesor José Carlos García-Ramos y su equipo, ampliados a lo largo de los últimos seis años con la recuperación de 1.210 nuevas piezas, de las cuales 142 corresponden a huellas de vertebrados y de éstas 111 a dinosaurios.
Pocos lugares hay, por lo tanto, más apropiados para acoger este V Congreso del Jurásico de España. Pocos lugares como éste permiten conocer, investigar, analizar y debatir en la proximidad de los yacimientos de icnitas de dinosaurios.
Esas mismas funciones la cumplen en otras áreas del conocimiento diversos equipamientos repartidos por Asturias. Museos, centros de arte y centros de interpretación que han convertido nuestra comunidad en una referencia del turismo cultural.
Porque nuestra oferta turística propone al visitante una experiencia única de enriquecimiento cultural y personal. Nuestros visitantes se marchan de Asturias sabiendo y conociendo mucho más sobre la prehistoria, la historia, las artes, la biodiversidad y la naturaleza, la etnología, la minería, la industria, las nuevas tecnologías o la gastronomía.
En 2009, los quince principales equipamientos museísticos de Asturias recibieron más de un millón de visitantes (1.066.987), con este Museo del Jurásico a la cabeza, con más de ciento cuarenta mil. Nos alegra que este museo consiga despertar el interés de tantas personas por las ciencias, la historial natural y la paleontología. Desde su inauguración el 31 de marzo de 2004 supera el millón de visitantes, registro que alcanzó el pasado 24 de julio. Desde ese día, ha sumado más de cincuenta mil visitantes (alcanzando, a 6 de setiembre, 1.052.650).
Ese interés del público por la paleontología y la historia natural nos anima a colaborar con otras cinco comunidades autónomas en la gestión y promoción de los yacimientos de huellas de dinosaurio de España y Portugal, a partir del trabajo que desde hace más de once años venimos realizando para la presentación de la candidatura a Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO de 11 yacimientos de icnitas de la Península Ibérica (8 en España y 3 en Portugal).
Sé que en este quinto Congreso habrá interesantes aportaciones sobre las características paleontológicas y geológicas del periodo, que ayudarán a comprender y avanzar en el conocimiento del Jurásico, a valorar su relevancia en la evolución de la Tierra y de la vida y en especial su fecunda manifestación en la Península Ibérica.
Esa es también la aportación que con el Museo del Jurásico de Asturias queremos hacer a la divulgación de sus investigaciones, disponiendo los recursos y espacios necesarios también para el estudio y la investigación, con el fin de enseñar deleitando desde un centro donde se combina la vocación cultural, didáctica y lúdica, y donde se invita a conocer el patrimonio paleontológico a través de las rutas turísticas por su entorno.
Algo que ha convertido este Museo del Jurásico en uno de los mejores museos de paleontología del mundo y nuestra costa en un tesoro para el turismo y la investigación.
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