Acaba de concluir en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), el mayor estudio de seguimiento espacio temporal sobre un vertebrado. La investigación, dirigida por Javier Lobón, ha consistido en el censo y el análisis del éxito reproductor de las poblaciones naturales de trucha Salmo trutta durante 25 años consecutivos en la cuenca del río Esva (Asturias). Este período equivale a más de seis tasas de renovación completa de la población.
El objetivo último del estudio consistía en demostrar la teoría ecológica que sostiene que las poblaciones animales disponen de mecanismos endógenos de regulación que dependen de su densidad y que funcionan como sistemas de feedback. Cuando una población alcanza un mínimo, estos mecanismos operan sobre la reproducción aumentando el número de vástagos, con lo que la población crece. Por el contrario, cuando la población aumenta demasiado estos mecanismos actúan a la inversa y favorecen una disminución de los efectivos poblacionales.
Esto implica que las poblaciones se mantienen en el tiempo de acuerdo a unos valores medios con límites fijos, lo que posibilita que ante situaciones de hecatombe operen mecanismos de resiliencia que permitan que las poblaciones se recuperen.
Otra teoría, enfrentada históricamente a ésta, mantiene que esos mecanismos no existen y que las poblaciones oscilan dependiendo de las condiciones ambientales. Al no existir mecanismos de compensación, las poblaciones pueden extinguirse con facilidad en condiciones ambientales desfavorables y persistentes, como podría ser una pesca excesiva y sin control.
La aplicación práctica de los resultados de esta investigación será inmediata una vez que se puedan identificar los factores ambientales que determinan el éxito reproductor de las especies objeto de estudio.
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