El Sporting regresó a los entrenamientos con la ausencias de Cuéllar y Bilic

1 de diciembre de 2010

Lunes de recuperación; martes, de descanso, y a partir de hoy miércoles, trabajo en progresivo aumento pensando ya en el modernísimo y tecnológico campo de Cornellá, donde espera un Espanyol en estado de aceleración y con miras europeas. Los rojiblancos tienen hoy doble sesión preparatoria en régimen de concentración. 

 Las novedades de la jornada las ofrece Cuéllar y Bilic. El guardameta emeritense es baja segura para el domingo (17 horas) en Cornellá. Sufre una pequeña rotura fibrilar, de grado 1, en el vasto interno de su muslo izquierdo, lo que traducido en tiempo habla de unos 10 días de baja. Así pues, Raúl Domínguez abandonará el próximo fin de semana la disciplina del segundo equipo para sumarse a la del primero.   
En cuanto a Bilic, se quedó en su domicilio con un proceso viral que le ha producido fiebre. Queda pendiente de evolución. 
 
En la enfermería rojiblanca también está Diego Castro, que trabaja con el rehabilitador. Aún tendrá que esperar cuando menos otra semana más para que cicatrice la rotura fibrilar de su bíceps femoral. No es tan relevante el alcance de la lesión como el lugar en el que se produjo, lo que obliga  a ser cautos.
En Mareo, con el equipo situado en la frontera clasificatoria del peligro, la lucha sicológica de Preciado pasa por alejar dudas del vestuario, por mantener al equipo fiel a sus propios conceptos y sobre ellos, tratar de remontar el vuelo.

Con velocidad de Champions
En cuanto al Espanyol, es evidente que se encuentra en un magnífico momento. La clasificación, en puesto de elite, y su último triunfo en el Vicente Calderón son evidentes refrendos. Así lo explica El Mundo Deportivo en un artículo en el que los blanquiazules postulan su velocidad de Champinos. Lo firma Rogelio Román.
Con humildad, con tremenda ambición y actitud intachable para luchar cada balón, el Espanyol logró el sábado noche una victoria de campanillas ante el At. Madrid en el estadio Vicente Calderón. El 2-3 del joven equipo que lidera Mauricio Pochettino tiene doble valor. En su caso, de seguir presentando candidatura a la zona Champions y, también, de romper de un plumazo el mal fario que le perseguía lejos de Cornellà-El Prat. Ganó con autoridad, con un más que estimable nivel de juego y con un acierto ante puerta que hasta ahora no había tenido de visitante. Tres goles en el Calderón no los había marcado equipo alguno esta temporada. Sólo el Barcelona venció allí, y por la mínima (1-2). El resto, empate (1-1) del Almería, y doblar la rodilla de Sporting, Getafe, Osasuna y Zaragoza.
 
No se puede hablar ya de casualidad o de suerte en el caso del Espanyol. Sí del coraje, descaro y de buen manejo de la situación de un grupo que empieza a recoger buenos frutos. Tantos que, concluido el primer tercio de la Liga va a suficiente velocidad de crucero como para pensar que Europa le puede tener reservado un puesto a final de temporada. Suma el Espanyol 25 puntos en 13 partidos del Campeonato. De seguir en progresión semejante, puede liquidar la permanencia (primer objetivo) a principios del próximo año. Luego, como sostiene Luis García, a pensar en cotas de mayor calado. De momento la segunda victoria fuera le sirvió para redondear un último mes de lujo. Sí, porque el trecho que va desde el 3-0 en Riazor a la victoria del sábado es de efectividad máxima: 10 de 12 puntos en juego; 7 goles a favor, 2 en contra. Producto todo ello de tres victorias y un empate.
 
No es de extrañar que ayer Osvaldo, triunfador en el Calderón (cuatro goles en nueve partidos), dijera que el 2-3 de Madrid "fue la victoria más grande la temporada hasta ahora. Demostramos ante un gran rival que no fuimos inferiores al remontar dos veces el resultado. Esto nos da mucha moral y estamos contentos por demostrar esta madurez con un equipo tan joven". Osvaldo firmó uno de sus mejores goles como blanquiazul. "Hice el 2-3, que era muy importante para mí y para el Espanyol. Al entrar el balón vi que era un gol muy bonito. Además, faltaban diez minutos para el final y ya era muy complicado que nos empataran otra vez", señaló. Y dejó claro que la victoria no fue producto de la casualidad: "Estamos arriba porque nos lo merecemos".

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