Derechos humanos y comercio, las dos caras de la moneda en la relación China-UE

11 de diciembre de 2010

El difícil equilibrio necesario en las relaciones entre la Unión Europea y China quedó una vez más demostrado en varias reuniones que tuvieron lugar en la última semana en la Eurocámara. Por un lado, la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo se mostró muy crítica con la situación en el país; por otro, la comisión de Comercio Internacional reconocía las oportunidades comerciales, aunque sin olvidar asuntos delicados como la protección medioambiental o los propios derechos humanos.
La reciente concesión del premio Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo y la "enfurecida" reacción de Pekín fueron uno de los temas más debatidos durante el debate sobre la situación de los derechos humanos en China celebrado este lunes 6 de diciembre.

El eurodiputado popular eslovaco Eduard Kuran, que presidió la reunión, explicó que dado que la presidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del PE y el vicepresidente de la Eurocámara Edward McMillan-Scott asistirán a la ceremonia de entrega, "el Parlamento Europeo acogería favorablemente una declaración de la Alta Representante Catherine Ashton pidiendo la liberación de Liu Xiaobo y el fin del arresto domiciliario de su mujer y muchos de sus seguidores".

Un premio valiente

Para Vicent Metten, director europeo de la ONG campaña internacional para el Tíbet, "la valerosa concesión del Nobel de la Paz a Liu Xiaobo recuerda la importante lucha de la oposición china y pone el foco de atención sobre las violaciones de los derechos humanos en el país".

Ya el pasado 25 de noviembre, el Parlamento Europeo condenó en una resolución de urgencia los planes del gobierno chino para hacer del chino la lengua principal en el sistema escolar, destacando la necesidad de "preservar y proteger la identidad cultural, religiosa y nacional diferente de los seis millones de tibetanos".

"Genocidio cultural"

El presidente de la organización de los pueblos y naciones no representados, el tibetano Ngawang Choephel, llegó a hablar de "genocidio cultural", en la que calificó de "crisis de derechos humanos" para los habitantes de las regiones del Turkistán oriental, Mongolia y Tíbet.

"Los tibetanos se han convertido, una vez más, en víctimas de asesinatos, detenciones arbitrarias y secretas, desapariciones forzadas, torturas", agregó Choepel, que aseguró que el gobierno chino presiona "a líderes espirituales, defensores de los derechos humanos y del medio ambiente, escritores, intelectuales, artistas y empresarios".

"Rápidos cambios"

Los derechos humanos también estuvieron presentes en la reunión celebrada el 2 de diciembre en la comisión parlamentaria de Comercio Internacional, en la que eurodiputados como el popular eslovaco Peter Šťastný o el esloveno de Los Verdes Carl Schlyter preguntaron al embajador chino ante la Unión Europea, Song Zhe, por la situación en el Tíbet. Song respondió que "es posible que se hayan dado cuenta de los rápidos cambios acaecidos en las últimas dos décadas, no sólo en relación al desarrollo económico, sino también de las instituciones políticas y de la democracia".

En el plano comercial, los europarlamentarios coincidieron con el embajador al destacar la buena cooperación existente entre ambas partes en este sentido. El embajador apuntó las que a su juicio son "áreas prometedoras" para esta cooperación: el rápido crecimiento de China como mercado de consumo, los avances industriales, la construcción de una economía verde o la colaboración en ciencia y tecnología.

Medio Ambiente

Song recomendó un fortalecimiento de la confianza estratégica entre ambas partes, y el aumento de la coordinación política para crear un entorno favorable a las relaciones comerciales. Asimismo, se mostró contrario a medidas proteccionistas, y favorable a la apertura de los mercados.

El eurodiputado esloveno de Los Verdes Carl Schlyter aplaudió la inclusión por parte del embajador del medio ambiente entre las principales áreas de preocupación. Por su parte, Song confirmó la voluntad china de avanzar hacia una economía verde, pero puntualizó que "desafortunadamente" las emisiones de dióxido de carbono por parte de su país seguirán aumentando. Por ello, dijo no esperar un pacto legalmente vinculante en este sentido tras la Cumbre de Cancún. "La responsabilidad no recae en China", advirtió. En su opinión, "está muy claro quién es el responsable".

(Parlamento Europeo)

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