Concentración de condena convocada ante la sede de la Presidencia

26 de noviembre de 2010


El Presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y varios miembros del Gobierno del Principado participaron este mediodía, ante la sede de la Presidencia del Gobierno del Principado de Asturias, en la concentración de condena contra la violencia hacia las mujeres convocada por el Gobierno del Principado, el Consejo Asturiano de la Mujer y la Junta General del Principado en el marco de los actos conmemorativos del Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres.

Durante la concentración José Freddy Sánchez, en representación de la Asociación de Ecuatorianos Residentes en Oviedo, y Rosario Blanco, de la Fundación de Terapia de Reencuentro, leyeron un manifiesto contra la violencia hacia las mujeres en el que se incluía la declaración institucional aprobada hoy por la Junta General del Principado.

Finalizada la lectura del comunicado institucional se guardó un minuto de silencio en homenaje a todas las víctimas de violencia de género, en especial a las cinco mujeres asesinadas en Asturias en 2010 por esta causa: Isabel Larriet Rodríguez, Emma Real González Pereira, María Dolores Rodríguez Braña y Johana Elizabeth Toaza Sarmiento.

Tras este sentido recuerdo, los miembros del Gobierno asturiano, diputadas y diputados de la Junta General del Principado de Asturias, asociaciones de mujeres y el público asistente a la concentración, se sumaron con una foto conjunta “sacando tarjeta roja al maltratador”, imagen de la campaña puesta en marcha por el Instituto Asturiano de la Mujer con el objetivo de incrementar el nivel de rechazo ciudadano ante el maltrato, sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de aislar al maltratador y mostrar tolerancia cero con todas las formas y grados de la violencia contra las mujeres.


Texto íntegro de la Declaración Institucional del 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia de Género
“Desde la Junta General del Principado de Asturias, queremos hacer un llamamiento a la rebelión colectiva de la ciudadanía contra la violencia de género: no podemos consentir que esta situación siga manteniéndose y debemos poner nuestro más enérgico empeño en romper esta dinámica criminal, y proteger a las víctimas.

En este día, queremos mostrar nuestro reconocimiento al coraje y la valentía de tantas mujeres que, día a día, logran superar el miedo y las barreras –psicológicas, sociales, familiares, religiosas…- levantadas a lo largo de siglos de dominación machista, para rebelarse contra su maltratador y llevarle ante la justicia.

Debemos tener un emotivo recuerdo para Isabel Larriet, Emma Real, Isabel González, María Dolores Rodríguez y Johana Elizabeth Toaza, fallecidas en Asturias, y sus familias.

Es necesario denunciar la campaña emprendida por algunas personas que pretenden instalar en nuestra sociedad la falsa idea de que muchas de las denuncias de maltrato que se presentan son falsas, cuando los datos demuestran todo lo contrario. Tenemos el convencimiento de que hoy más que nunca es necesaria la complicidad de todos los hombres y mujeres de este país para luchar contra esta violencia. Porque el problema es de todos y no sólo de las víctimas, siendo también de toda la sociedad el deber de la denuncia. Si ante una agresión volvemos la cabeza y callamos, estamos colaborando a crear espacios de impunidad para los agresores y a incrementar el sufrimiento de las víctimas, en su mayoría mujeres pero también de sus hijos e hijas.

En lo que va de año, 64 mujeres y 4 niños y niñas han sido asesinados por violencia machista. Y se calcula que, aproximadamente, 800.000 niños sufren, en su entorno y con gran intensidad, la violencia de género. Estos menores necesitan una protección especial y el apoyo de toda la ciudadanía para salir de la espiral de violencia que sufren, han sufrido o sufrirán.

La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género es el instrumento de carácter estatal cuya aplicación hemos de procurar, lo que requiere el compromiso de todos, profundizando en el desarrollo y dotación de los derechos y medidas que contempla - en ámbitos tales como el educativo, sanitario, de asistencia social y jurídica, entre otros- más considerando el actual contexto económico.

Hemos de dar un paso adelante en la consideración de los menores que viven en entornos de violencia de género, como víctimas igualmente de esta lacra que, o sufren físicamente, o por sufrirla psicológicamente les acarreara daños de por vida.

Pero no basta con la protección institucional, por más que ésta exista y sea cada vez mayor: la denuncia es la única puerta para poner en marcha todo el sistema de protección, tanto para las mujeres como para todo su entorno. Y este año asistimos a un triste escenario: la mayoría de las mujeres asesinadas no habían denunciado a sus maltratadores y, por tanto, no habían podido ser protegidas. El silencio es el mejor cómplice de los maltratadores porque les proporciona la total impunidad y una amplia libertad para cometer sus brutales actos. Por ello, la importancia de la denuncia de los agresores.

Desde la Junta General del Principado de Asturias, queremos hacer un llamamiento a la conciencia de toda la ciudadanía de este país para movilizarnos contra los maltratadores, para que no encuentren ningún resquicio de impunidad para sus terribles actos.

Con la lealtad y corresponsabilidad de todas las Administraciones, con la unidad de todas fuerzas políticas contra el maltrato, con el Poder Judicial aplicando la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, las previstas en las distintas Comunidades Autónomas y con el esfuerzo y compromiso de todos conseguiremos erradicar, algún día, la violencia de género”.

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