Joaquín Soler Serrano: Un maestro en el adiós

10 de septiembre de 2010

OPINIÓN

por Luis José de Ávila
 deavila.eu 

Le envío a mi colega, y buen amigo, el periodista gijonés Rafael del Naranco, que reside desde hace más de treinta años en cCaracas la noticia de que el gran Joaquín Soler Serrano, comunicador total en radio y televisión, acaba de fallecer a los 91 años en la más absoluta indigencia en Barcelona. Tanto es así que su entierro creo que ha sido costeado por colegas como Luis del Olmo y Carlos Herrera y por algunos de los ayuntamientos catalanes agradecidos al radiofonista por su labor humanitaria en 1962 cuando las riadas destrozaron media Cataluña y Soler Serrano se volcó a través de los micrófonos recaudando ayuda solidaria para las miles de familias afectadas.
Y envié la triste noticia al citado periodista asturiano afincado en Caracas porque gracias él, allá por 1983, conocí personalmente  a Soler Serrano en la capital de Venezuela aprovechando un viaje oficial del entonces presidente del Principado Pedro de Silva, estando entonces de embajador de España en aquel país también asturiano Amaro Mesa.
Rafael del Naranco dirigía en aquella etapa la polémica revista Elite perteneciente al grupo editorial Capriles, en el que era periodista fuerte y asesor de su propietario. Cenamos con amplia sobremesa y me encantó el savoir faire y las muchas anécdotas que Joaquín Soler Serrano nos relató al fotoperiodista José Vélez, que también iba en el viaje, y a mí. Estaba en aquella época de presidente de Venezuela Luchinsi, del que recuerdo que tenía una espectacular y mandona secretaria, recibiéndonos el presidente en su residencia de Miraflores. Era presidente del importante Centro Asturiano que allí existe  -la tercera colonia después de canarios y gallegos- José Rodríguez, un pongueto encantador que ha pasado este verano en su tierra natal y que trató a cuerpo de rey al famoso presentador Soler Serrano, murciano por señas, que por aquel entonces estaba en la radiotelevisión venezolana, televisión, por cierto, que ese año iniciaba sus primeras emisiones en color.
Nunca más volví a coincidir con Joaquín Soler Serrano pero seguí su trayectoria, principalmente por las noticias que me hacía llegar Rafael del Naranco. Poco a poco, con el paso de los años, fue apagándose y como no era ahorrador comenzó a pasarlo mál. En sus últimos años, ya en Barcelona, sufría del mal de Alhzeimer y hace unos días nos dejó para siempre. Joaquín Soler Serrano, un profesional a la altura, por lo menos, de Bobby Deglané, se había casado dos veces y tenía seis hijos. Descansa en paz, maestro.

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