La presentación formal del nuevo curso académico, que en la configuración formal debiera estar presidido por el Consejero de Educación, Herminio Sastre, y que en la imagen pública difundida hoy quedó relegado a un tercer puesto protocolario, coloca bien a las luces la posición que ocupa dentro de un Gobierno débil, con una Consejería que lastra una mal llamada gestión, para dejarla en manos de otros, entendiendo a este respecto a la Consejería de Administraciones Públicas.
El lugar protocolario que debiera corresponderle al Consejero sería el primer puesto, presidiendo el acto, puesto que el acto institucional era organizado por la Consejería de Educación.
Sin embargo, hemos podido ver a través de las fotografías difundidas por los medios de comunicación, que el protagonismo haya querido llevárselo el Alcalde de Luarca, e incluso protocolariamente la Directora del Colegio Público Padre Galo de Luarca , ocupó una posición prevalente sobre el propio Consejero.
Por mucho que el Centro Educativo conmemore sus 100 años, el acto académico de apertura del curso escolar, es un acto político que debe ser presidido por la máxima autoridad en la materia, es decir el Consejero del ramo.
Si la Consejería de Educación, sigue haciendo dejación de funciones, más vale que el Gobierno suprima o una Consejería o un Consejero inútil que no sabe estar en su sitio y por qué no, en vez de suprimir tantos puestos base, que se supriman los puestos de asesores que malamente cumplen su función, pero a los que la Administración, pese a todo, mantiene en su “silla”.
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