Según los últimos datos del Gabinete Técnico de CCOO, la precariedad sigue afectando en mayor medida a las mujeres, ya que el 27,33% de las asalariadas asturianas está contratada temporalmente, frente a un 20,69% de los trabajadores varones. De igual modo, la inestabilidad laboral entre los jóvenes duplica ampliamente la que sufre la población adulta, pues nada menos que un 44,42% tiene un contrato temporal, frente al 17,81% de los trabajadores mayores de 30 años. El uso indebido del contrato temporal como contrato de entrada a la empresa, cuando los contratos indefinidos ya contemplan un periodo de prueba suficiente que permite su extinción a coste cero, explica en parte esta situación. Por otra parte, los niveles de temporalidad del sector privado (24,43%) siguen por encima de los del sector público (21,33%). Por ramas de actividad, los índices de temporalidad más elevados siguen dándose en la construcción (45,61%), seguida de los servicios (23,16%) y la industria (14,29%).
La fuerte destrucción de empleo precario a lo largo de 2009 propició un nuevo descenso de la tasa de temporalidad del empleo en Asturias, hasta situarla en el 23,78% en media anual (3,8 puntos por debajo de la de 2008, y 6,5 puntos por debajo de la de 2007). La reforma laboral de 1984 permitió el uso en España de los contratos temporales sin causa, en un intento de rebajar los niveles de paro que, con la segunda crisis del petróleo, se habían situado por encima del 20%. “Todas las reformas posteriores han intentado corregir el exceso de temporalidad generado a partir de entonces, pero sin demasiado éxito ante la falta de voluntad política de los distintos gobiernos para afrontar en profundidad este grave problema del mercado laboral español”, explica Miguel Iglesias Ballina, “y ha tenido que ser la crisis y su sangría sobre el empleo eventual la que ha permitido una rebaja sustancial de los niveles de temporalidad, que no obstante siguen muy por encima de los europeos”, añade el secretario de Empleo de CCOO de Asturias. “Un problema que, lejos de corregirse, se agravará con la actual reforma laboral, porque su solución no pasa por abaratar y facilitar el despido de los trabajadores indefinidos, sino por limitar la utilización generalizada y, en muchos casos, fraudulenta de la contratación temporal, a través de una regulación legal más restrictiva de estas modalidades contractuales y de reforzar la labor de control de la Inspección de Trabajo”.
Y “los efectos negativos de la temporalidad en el empleo son de sobra conocidos: inseguridad laboral, menor formación en el empleo, menos productividad, mayor siniestralidad laboral, disminución de la demanda agregada a causa de la incertidumbre, retrasos en la emancipación de los jóvenes y en la formación de las familias, bajas tasas de natalidad, etc.”, reconoce Miguel Iglesias Ballina.
La mayor parte de los contratos realizados no sólo fueron temporales sino de muy corta duración. Apenas un 4% de los contratos registrados en 2009 fijaba una vigencia superior a los seis meses y, en cambio, uno de cada tres (34%) no sobrepasaba el mes de duración. De hecho, la contratación que menos retrocede en el último año es la realizada por tiempo inferior a una semana, que sólo se recorta un 3,2%.
Los datos de la última Encuesta Anual de Estructura Salarial señalan que en Asturias el salario medio anual de las mujeres es un 24% inferior al de los varones; los jóvenes de 25 a 35 años ganan un 26% menos que los trabajadores de 45 a 54 años; quienes ocupan puestos de baja cualificación (operadores de maquinaria y trabajadores no cualificados) ingresan por término medio un 42% menos que los de mayor cualificación (los que ocupan la dirección de empresas o un puesto que exige titulación universitaria); y el salario medio de los trabajadores temporales es inferior en un 25% al de los que cuentan con un contrato indefinido. Para CCOO de Asturias “la estructura salarial sigue demostrando la existencia de un mercado de trabajo que desaprovecha la cualificación de los jóvenes al impedirles el acceso a los puestos de trabajo para los que se han formado, una circunstancia que también sufre la mujer al ser desplazada a puestos de baja cualificación y de atención a las personas”, en palabras de Gilberto García Buelga, secretario de Política de Desarrollo.
En 2009 el salario medio se situó en Asturias en 1.860,11 euros brutos por trabajador y mes, incluida la parte proporcional de las pagas extras. La cifra es prácticamente similar a la media estatal (1.857,98 euros). Con todo, los salarios pagados en nuestra región varían sensiblemente en función del sector de actividad. Los más elevados son los pagados por la industria (2.133,21 euros brutos por trabajador y mes) mientras el sector servicios ofrece los más bajos (1.752,45).
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