Que hablen de Asturias aunque sea bien

9 de enero de 2011

OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
Periodista

Por una vez y sin que sirva de precedente Asturias está en portada de todos los medios nacionales importantes. Nuestra pequeña comunidad autónoma parece haber despertado del letargo político tras el portazo que uno de sus políticos más relevantes, Francisco Alvarez-Cascos, ha dado yéndose del Partido Popular. Como era previsible desde su rueda de prensa en el hotel Regente el pasado día dos para recuperar el orgullo asturiano el ex ministro de Fomento ha comenzado un peregrinaje por distintas tertulias y programas a nivel nacional defendiendo su polémica decisión y manteniendo aún la incógnita de si será o no candidato a las elecciones autonómicas del Principado el próximo día 22 de mayo.

Aunque la actitud de Alvarez-Cascos se centra fundamentalmente en atacar a Mariano Rajoy y a la dirección nacional de su ex partido, con una ignorancia total respecto al PP asturiano, esto es, con respecto a Ovidio Sánchez, Gabino de Lorenzo y la candidata Isabel Pérez Espinosa, estos preparan a fondo la campaña para no solo combatir al PSOE e izquierda en general sino para intentar minimizar los daños colaterales que les va a producir la actitud de Alvarez-Cascos. Así, Isabel Pérez Espinosa, con las pinturas de guerra puestas, se va la próxima semana para Madrid iniciando una intensa ronda de entrevistas con el apoyo de Génova para que los medios nacionales y los principales comentaristas del país la conozcan y sepan quien es y que opina. Quedan ciento treinta y cuatro días para que los asturianos acudamos a las urnas -¡lástima de listas abiertas!- por lo que el equipo de fontaneros de Pérez Espinosa debe espabilar para superar la crisis surgida en el seno del partido conservador asturiano.

Es el propio alcalde de Oviedo, y presidente de la junta local del PP, Gabino de Lorenzo quien manejará la comandancia general de la candidata quien realmente abandonará en la práctica sus funciones de concejala de aguas, educación y no se que otras cosas más, para volcarse en la campaña que la llevará a visitar, no hay otro remedio, cada uno de los 78 concejos. Si el Partido Popular lograse la mayoría absoluta el día 22 de mayo Gabino de Lorenzo se convertiría en el virrey de la política asturiana al mantener –nadie lo pone en duda- la alcaldía de Oviedo aunque por este lío va a dejar algunos pelos, quiero decir, algunos concejales en la gatera, y manejar a gusto a la que sería la nueva presidenta del Principado Isabel Pérez Espinosa.

Esta situación se produciría si los acontecimientos hubieran ido por los cauces normales y el PP asturiano se aprovechase, como puede ocurrir en otras autonomías y ayuntamientos, del desgaste socialista como consecuencia de las medidas anticrisis que está aplicando el presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, pero al aparecer Alvarez-Cascos en escena cual cometa desbocado al PP de Asturias las cosas se le ponen difíciles. A estas alturas de la película –una tragicomedia que aún no ha pasado del primer acto- estoy seguro que Francisco Alvarez-Cascos encabezará alguna candidatura mediante coalición o nuevo movimiento en su afán por convertirse en el Jovellanos del siglo XXI y me temo que muchos de sus colegas del PP le ayudarán desde dentro, otro peligro para Isabel Pérez Espinosa.

No deja de resultar significativo que muchos de sus más destacados admiradores no se hayan dado de baja del PP y mantengan los cargos, renumerados, por supuesto, hasta final de legislatura. Veremos a ver que pasa al final de la misma. Cantado estaba la marcha de Pelayo Roces, auténtica mano derecha del ex ministro en Asturias así como de su buen amigo de la infancia Fernando González Landa. Pero los Fernández Rozada, Luis Pelaez, René Saavedra, alcaldes y demás, incluso el concejal José Suárez Arias-Cachero que juró y perjuró que se daba de baja del PP si Isabel Pérez Espinosa era nombrada candidata, no pueden en estos momentos bajarse de la piragua para quedar como simples ciudadanos de a pié. Queda poco para que finalicen las legislaturas autonómica y estatal y un salto en el vacío les puede ser mortal.

Por ejemplo, Isidro Fernández Rozada necesita llegar a buen término en su dilatada carrera como diputado para poder jubilarse holgadamente. Sin embargo Gabino de Lorenzo, que sabe perfectamente la situación de cada uno, no les va a dar ya el más mínimo protagonismo dentro del partido y ni cuando venga en plan mitinero Mariano Rajoy les querrá ver en las primeras filas. Sus colaboradores más directos, como Rodolfo Sánchez, Joaquín Fernández, Ovidio Sánchez, Goñi, Caunedo, etc. serán los encargados de la intendencia en la campaña que busca encumbrar a Isabel Pérez Espinosa a la presidencia del Principado.
Por su parte el candidato socialista Javier Fernández está tranquilo, viendo los líos de la competencia desde la barrera, y preparando su estrategia para la etapa final de la campaña que se iniciará el próximo mes de febrero con un mitin de José Luis Rodríguez Zapatero en Gijón. Hasta el momento a la Federación Socialista Asturiana (FSA) solo le ha salido un pequeño grano en Soto del Barco. Por esos líos de pueblo el alcalde Jaime Menéndez Corrales –hicimos la mili juntos- y algunos concejales se han pasado al grupo mixto por discrepancias con el secretario local del PSOE. En el resto de la región, tranquilidad total con la mayoría de los candidatos designados sin problema alguno.

De Madrid el peso principal del PSOE para Asturias será Pepiño Blanco. El talón de Aquiles que tiene es la cantidad de obra pública parada que hay en estos momentos en nuestra tierra y que necesita ser reactivada cuanto antes. O sea, los tramos de la autovía del Cantábrico, incluido el famoso Unquera-Llanes, y la llegada del tren de alta velocidad a Gijón. Si el Gobierno de Madrid logra una cierta reactivación de estas obras contribuiría también a que el paro bajase de las 81.000 personas actualmente afectadas en Asturias. Por eso habrá que estar muy atentos a la visita que dentro de unos días hará a nuestra tierra el ministro de Fomento para inaugurar la ampliación del puerto de El Musel. Pepiño Blanco debe mostrar claramente a los asturianos la hoja de ruta a seguir por su departamento.

En cuanto al resto de las fuerzas políticas, Unión, Progreso y Democracia (UPD) de Rosa Díaz ha designado su candidata a la alcaldía de Oviedo, la ciudadana Azucena Alvarez, a quien desde luego no veo en la onda de Francisco Alvarez-Cascos. Los de IDEAS con Juan Morales a la cabeza pueden ser los socios más interesantes para el ex ministro de Fomento. Izquierda Unida tampoco prevé grandes problemas en el horizonte, a la espera de si Roberto Sánchez Ramos vuelve al redil y encabeza la lista por Oviedo mientras desconozco a estas alturas si el ex diputado Francisco Valledor encabezará otra formación de izquierdas tal como anunció cuando dejó su escaño en la Junta General del Principado. El Partido Asturianista (PAS) del incansable Xuan Xosé Sánchez Vicente volverá a intentarlo y a lo mejor se coaliga con Alvarez-Cascos por aquello de que viva el país astur, pero lo veo difícil.

Por cierto, acaba de fallecer en México capital federal Pepita Miaja, hija del ilustre ovetense defensor de Madrid cuando la guerra civil, general Miaja. Tenía ochenta y tantos años y estaba casada con Fernando Rodríguez Miaja, primo suyo y que fue ayudante militar del general cuando la defensa de Madrid, exiliándose con él en México donde a sus noventa y dos años es un importante empresario del sector industrial. Fernando y su esposa estuvieron hace tres años en Oviedo, siendo recibidos por el alcalde Gabino de Lorenzo quien prometió estudiar la posibilidad de que una calle de la capital llevase el nombre de general Miaja. Hace unas fechas, en el salón de actos de la delegación del Principado en Madrid, se presentó la biografía del general Miaja, de la que es autor Juan José Menéndez García, y a la que no pudo asistir, como tenía previsto, su sobrino por la enfermedad de Pepita. Descanse en paz.

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