Inaugurada la exposición “La Mirada Perdida: Colecciones en la diáspora” en el Centro Cultural de Cajastur Palacio Revillagigedo

20 de enero de 2011

La exposición, organizada por el Gobierno del Principado, Cajastur y la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, recoge 140 obras de los artistas asturianos más destacados desde finales del siglo XIX hasta la segunda mitad del siglo XX

El Presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, participó hoy a la inauguración de la exposición “La Mirada Perdida: Colecciones en la Diáspora” en el Centro Cultural Cajastur Palacio Revillagigedo, en Gijón. Al acto también asistieron, entre otras autoridades, Manuel Menéndez, Presidente de Cajastur, y la Vicepresidenta y Directora de la Fundación María Cristina Masaveu, Carolina Compostizo. La muestra, organizada por el Gobierno del Principado, Cajastur y la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, pretende recuperar un conjunto de obras que conservan varios empresarios y profesionales asturianos desde hace décadas, revisando con ello los fondos de importantes colecciones que, en su mayoría, son inéditas y se ubican fuera de Asturias.

Dada la amplitud y el interés de dichas colecciones, tan heterogéneas como excepcionales, se ha decidido limitar la exposición a la obra de artistas ya fallecidos y plantear un estudio cronológico y contextualizado que sirva de referencia a los espectadores para comprender las claves del arte hecho en Asturias desde finales del siglo XIX hasta la segunda mitad del siglo XX, con un sentido didáctico.

La idea de realizar una exposición itinerante de arte asturiano que recoja los fondos de varias colecciones privadas e inéditas nació en las reuniones de un grupo de importantes personalidades asturianas en la Delegación del Gobierno del Principado en Madrid, a donde se trasladará en abril la exposición. El peso histórico de ciertas colecciones sugería la puesta en marcha de esta iniciativa, apoyada de inmediato por conocidos empresarios y profesionales que, con frecuencia, se reúnen en la capital española para celebrar su asturianía.

La exposición sigue un recorrido cronológico y se estructura en varias secciones. La primera, titulada “Diálogos entre siglos”, parte del último cuarto del siglo XIX, una etapa muy importante para la pintura en Asturias, con nombres propios que sentaron las bases del regionalismo asturiano y aún perduran en la memoria colectiva, entre la tradición (Dionisio Fierros, Luis Álvarez Catalá, Ventura Álvarez Sala, Telesforo Cuevas, Nemesio Lavilla, Julia Alcayde, Carolina del Castillo…) y la renovación, marcada fundamentalmente por Darío de Regoyos.

En la siguiente sección (“Luces renovadoras”) se muestra la generación liderada por Evaristo Valle y Nicanor Piñole, que señalará otros posibles caminos para aprehender la nueva estética europea bajo un creciente espíritu cosmopolita. La sección “Naturalezas y paisanajes” señala el creciente interés de algunos autores por el paisaje y el costumbrismo (Tamayo, Casariego, Moré, Paulino Vicente…), con ciertas innovaciones compositivas (Vaquero Palacios) que configuran la nómina más abundante en las colecciones privadas de arte asturiano que hay actualmente fuera de Asturias.

En “Las vanguardias astures” se presentan piezas inéditas en nuestra región de autores tan emblemáticos como Luis Fernández o Aurelio Suárez, singulares e independientes que hoy, con la perspectiva histórica, nos permiten comparar su aportación en el ámbito de los descubrimientos que se sucedían en aquellos días en la vieja Europa. La muestra se cierra con un breve homenaje a algunos artistas asturianos que fallecieron de manera prematura, y cuya herencia aún estamos comenzando a contextualizar en nuestros días. Esta sección (“Nuevas vitalidades”), no exhaustiva, se abre con alusiones a nombres que se dieron a conocer en la segunda década del siglo XX (Camín, Vaquero Turcios, Úrculo, Navascués…) apuntando a la modernidad desde el respeto al oficio. 

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