Gaspar García Laviana en el recuerdo

3 de diciembre de 2010

OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
Periodista




El próximo 11 de diciembre es el aniversario de la muerte del asturiano Gaspar García Laviana, cura y guerrillero -se le conocía como el comandante Martín- en latinoamérica. Falleció el 11 de diciembre de 1978 en combate dirigiendo la columna “Benjamín Zeledón“. De él se decía que era “el primero en entrar en combate y el último en retirarse”. En Nicaragua hay hospitales, escuelas y bibliotecas que llevan su nombre y en Gijón una importante avenida también; con ese motivo la Fundación que lleva su nombre y preside mi admirado colega Ramón Sánchez-Ocaña celebrará en las instalaciones del Centro Asturiano en el monte Naranco una reunión de sus socios a la que asistirá también el empresario asturiano afincado en Barcelona Franco Rodríguez, que fue compañero de estudios de Gaspar García Laviana y auténtico promotor hace unos años de esta fundación en la que actualmente desempeña el cargo de secretario.

En dicha reunión se visionará un dvd recibido desde Nicaragua donde se recogen situaciones de miseria y que pretende subsanar el proyecto en el que está colaborando la fundación, consistente en un comedor infantil en los suburbios de la ciudad de Granada en aquel país, concretamente en la parroquia del Socorro regida por los misioneros del Sagrado Corazón.

A la reunión de la fundación Gaspar García Laviana en Oviedo asistirá el padre Ferran Carbonell, testimonio vivo de la labor del cura guerrillero asturiano. Lleva más de 50 años de misionero en Centroamérica y fue quien recogió el cuerpo de Gaspar García Laviana una vez triunfó la revolución sandinista. Y, sobre todo, junto al superior general de dicha orden misionera, padre Cuskelly, se reunió en vida con el cura asturiano cuando éste ya estaba en la guerrilla y es emocionante saber que le confió que cuando terminará todo aquel “lío” quería que lo destinaran a una aldea humilde, perdida en cualquier montaña, para seguir con su ministerio sacerdotal.

Franco Rodríguez, allerano, y promotor también de los premios anuales Dionisio de la Huerta, en los que se hermanan Asturias y Barcelona, es un empresario que junto con su esposa regenta un importante restaurante, La Pomarada, en el centro de la Ciudad Condal. La distancia no le ha hecho perder, ni mucho menos, los contactos con su tierra a la que viene en cuanto tiene ocasión. El aniversario de la muerte en combate de Gaspar García Laviana es una prueba de ello.

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