OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
PeriodistaEn mi anterior artículo citaba de pasada al arzobispo de Oviedo Jesús Sanz y al auxiliar Raúl Berzosa en el sentido de que les veía muy desaparecidos. Pues bien, el último continúa así pero del Arzobispo he de puntualizar, porque de justos es hacerlo, que en Nochebuena acudió a la Cocina Económica de Oviedo vestido con el hábito franciscano, esclavas incluidas, y se dedicó junto a otros voluntarios a servir el solidario menú. También estuvieron presentes los tunos veteranos y, la verdad, es que el ambiente fue muy bueno dentro de los dramas y tragedias de los comensales.
Escrito lo cual les comento que el martes, o sea, mañana, se reúnen un año más los ingenieros de minas de la promoción de 1970 a la que pertenecen, entre otros, el alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo y el ex presidente de HUNOSA Luis Tejuca. Esta hace la cuarenta y una reunión y de los veintiséis que en aquel año acabaron la carrera asistirán hoy unos quince.
La figura del ingeniero de minas, formados principalmente en la Escuela Superior sita en la calle de Independencia, fue decisiva en el desarrollo de la industria asturiana y fundamentalmente en las dos públicas HUNOSA y ENSIDESA. La Escuela Superior de Ingenieros de Minas de la Universidad de Oviedo tardó sus buenos años en integrarse en ella lo que hizo, creo recordar, cuando Virgili Vinadé era rector magnífico.
Por ella, pasaron, y están, magníficos profesores. Retrotrayéndome mucho en el tiempo recuerdo una figura inolvidable, la de Pintado Fé, uno de los técnicos que más supo del carbón y de sus posibilidades en este país y que formó a toda una saga de estudiantes de España entera. Pintado Fé dirigía también el Instituto de Carbón, sito en La Corredoria, y dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, cuyo futuro actual no veo nada claro tal como va precisamente el futuro de este combustible autóctono pero en declive total. Hace años, siendo José Manuel Fernández Felgueroso presidente de HUNOSA se compró un reactor, el Thagard, instalado en el Instituto, y cuyos restos deben continuar aún en él, para tratar carbón alto voltaje eléctrico y producir poco menos que diamantes.
Un sueño efímero, como tantos otros, caso de aquel que tuvo el presidente de Minas de Figaredo Adolfo Castañón, de tratar el carbón en mina con unos bichitos que lo disolverían, aprovechando sus posibilidades energéticas.
Volviendo a la Escuela Superior de Ingenieros de Minas de Oviedo tuve la ocasión, siendo Alberto Marcos Vallaure rector, de pronunciar en la misma el pregón de Santa Bárbara lo que realmente se congratuló siendo como era jefe de prensa de la universidad asturiana y funcionario por oposición. La Escuela de Minas en su momento, allá por la década de los 60, fue elegida como centro piloto por la UNESCO, el primero de España. Trajeron a un simpático, y listo, profesor polaco que llevó durante unos años el plan con importantes inversiones en material lo que fue una suerte para profesores y alumnos.
La guinda que colmó el vaso fue que en un momento determinado vino a Oviedo, a conocer la Escuela y cómo se estaban aplicando los dineros de la UNESCO, el responsable de Educación de dicho organismo internacional que era el viceministro de Educación de la Unión Soviética, el primer miembro de la dictadura rusa que visitaba España en época del régimen de Franco. Yo era corresponsal de Europa Press y, la verdad, les envié una amplia crónica sobre el personaje, incluidas unas muy diplomáticas declaraciones, que dio la vuelta a España, constituyendo para mi un buen éxito periodístico.
Ahora queda por ver que pasará con la actual ubicación de la Escuela de Minas. La administración de Vicente Alvarez Areces intentó tímidamente sondear el panorama para llevársela al campus de Mieres donde está también la de Ingeniería Técnica Minera pero chocó con la oposición frontal de profesores, alumnos y del alcalde de Oviedo, el ingeniero Gabino de Lorenzo. Instalaciones en Mieres hay, y muy buenas, pero ¿Quien le pone el cascabel al gato?.
El actual edificio en la calle ovetense de Independencia está viejo y deteriorado y no veo con la situación en que están las finanzas universitarias posibilidad a corto plazo de hacer en él una amplia remodelación. A partir de mayo, cuando haya un nuevo presidente de Asturias, el tema de su futuro tiene que ser retomado. No olviden que si gana Javier Fernández es también ingeniero superior de minas y ex alumno de la Escuela que nos preocupa.
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