OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
PeriodistaUnas navidades más, con frío y crisis sobre las espaldas de muchos ciudadanos. Debo reconocer que aparentemente no se nota en nuestro entorno. Bares muy concurridos, igual que las tiendas, mucha circulación pese al precio de la gasolina, colas para jugar a la lotería del Niño… en fin, la crisis sí existe y dos mensajes que desde Haiti me envía el padre Angel hacen sobrecogerme el corazón. Desde Obama a un servidor ¿Seremos así de insensibles?. Dice el primer mensaje del padre de Angel: “Feliz navidad desde Haiti. Mas que anunciar que un niño ha nacido hay que decir que ha muerto y siguen muriendo muchos niños… no hay casa ni posada para el niño Jesús, pero si hay solidaridad y corazón como el de sor Nuria y cooperantes que dan todo su calor y cariño. Besos desde nuestros niños, abuelos y familias de Haiti. Mi oración y bendición. Padre Angel“. El segundo mensaje que recibí dice así: “Hay sed, cólera. Ten mucha solidaridad. Ha nacido la esperanza, ha nacido un niño Jesús especial y ha querido nacer aquí, en Haití. ¡Feliz Navidad!. Padre Angel“.
Es impresionante la labor solidaria que a nivel mundial, sí, hace este cura de Mieres, con cáncer a cuestas y más años de los 70. El fundador de mensajeros de la Paz es en mi opinión una persona extraordinaria a la que en su día, seguro, cuando se presente ante San Pedro la echaremos, de verdad, de menos, principalmente las clases más desprotegidas. La labor de las ONGs se desarrolla en bastantes ocasiones ante la indiferencia general en este mundo consumista que nos hemos fabricado. Mientras la Cocina Económica de Oviedo, y de otras localidades, ve como día a día aumenta el número de clientes necesitados, el ciudadano medio, entre los que me encuentro, gastamos lo necesario más lo superfluo. Si hay algo de lo que me siento orgulloso es ser colaborador voluntario de Cruz Roja de Asturias lo que se debe a la labor captadora de su presidente Francisco Fernández Corte. Somos cerca de veinte mil personas las que colaboramos con esta ONG en nuestra comunidad autónoma y que se dispone a inaugurar en febrero una ampliación de sus instalaciones actuales sitas frente a la fábrica de armas en La Vega. Una obra en la que se ha invertido más de un millón de euros y que servirá para mejorar la asistencia en sus múltiples aspectos a los más necesitados. Francisco Fernández Corte dirigió una carta personal al alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo solicitándole ayuda económica para poder pintar el antiguo edificio que continuará en funcionamiento. La contestación a través de un concejal de segunda fue de que, “lo siento, no hay dinero. Quizás en el futuro…”. De todas las maneras en febrero próximo el alcalde de la capital del Principado será invitado de honor de Cruz Roja en el acto inaugural. En mayo, como ocurrirá en las administraciones autonómica y municipales, Cruz Roja de Asturias celebrará elecciones de presidente. Francisco Fernández Corte, tras ocho años de buena gestión, lo deja; apuesto a que su sucesora será una de las vicepresidentas, Celia, trabajadora social del ayuntamiento de Avilés. También habrá cambio en Cruz de Oviedo. Mi buen amigo Paco Cabal, que iba para Guardiola y se quedó en persona de confianza de Antonio Trevín, ya jubilado, será el nuevo presidente local de Cruz Roja. Suerte a ambos.
Me adhiero a ese pueblo de Andalucía que decidió suprimir el alumbrado navideño y su coste entregarlo como ayuda a los más necesitados. Aquí, ni unos ni otros, piensan en el prójimo doliente y necesitado. ¿Lo habrán pensado los dos arzobispos -Jesús Sánz y Raúl Berzosa- últimamente muy desaparecidos de la sociedad mediática?.
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