Después de varios meses de analizar 45 casos de solicitud de indulto, la Presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda y el Consejo de Gobierno, decidieron el martes otorgar el perdón de la pena a Olivia Bejarano Bejarano así como a Sally Calderón Oconitrillo, quienes se encontraban privadas de libertad en el Centro Penitenciario El Buen Pastor.
Ambas internas fueron sorprendidas con la noticia y no ocultaron su emoción ya que desde su ingreso ninguna ve a sus hijos y familiares. “Es la mejor noticia, el mejor regalo de cumpleaños y de Navidad que pude haber recibido”, expresó visiblemente conmovida Calderón Oconitrillo
Olivia Bejarano es una indígena sentenciada a 13 años por su aparente participación en un homicidio en el poblado de Copey de Limoncito de Coto Brus en Puntarenas. Ella y sus defensores han alegado insistentemente en que nunca entendió ni la acusación ni la sentencia pues no hablaba español.
Bejarano, quien tiene dos hijos, agradeció con pocas palabras –debido al poco conocimiento del español que adquirió en la prisión- a la Mandataria el concederle el perdón: “Muchas gracias que me ayudó, que voy a estar con mis hijos y que me perdonó”, dijo la mujer.
Por su parte, Calderón ingresó a El Buen Pastor desde el pasado 10 de marzo de este año, sentenciada a ocho años de prisión por el delito de introducción de drogas al centro penitenciario donde se encuentra su expareja.
Las razones que motivaron al Gobierno a indultarla fueron las pruebas que muestran su expediente de denuncias de agresión y amenaza de muerte por parte de su cónyuge, situación que incluso medió para que la mujer cometiera el acto indebido que llevó a su detención.
La secretaria de Consejo de Gobierno, Marta Monge, fue la encargada de entregar personalmente los indultos a ambas mujeres hoy al medio día en el centro penitenciario, momento a partir del cual pueden dejar el sitio.



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