Miaja retorna a Madrid

OPINIÓN

Por Luis José de Ávila

Periodista

El próximo día 18, en la sede de la delegación del Principado de Asturias, el abogado y perito industrial langreano Juan José Menéndez presentará su libro con la biografía del general Miaja, el ovetense que defendió Madrid cuando la guerra civil, retrasando la entrada de las tropas de Franco en la capital de España. Posteriormente se exilió en México, donde murió, y en donde reside su sobrino, Fernando Rodríguez Miaja, que como teniente fue también su ayudante de campo en la batalla de Madrid. Fernando Rodriguez Miaja, que ha escrito el prólogo del libro con la biografía de su tío, en su momento se casó con una hija del general, o sea, su prima, y el matrimonio reside en la capital mexicana donde él con 92 años se ha convertido en uno de los principales empresarios industriales en aquel país.
Hace dos años vino a Oviedo siendo recibido por el alcalde Gabino de Lorenzo. Le acompañó el autor de la biografía de su tío y ambos expusieron al alcalde de la capital del Principado el deseo de que tan ilustre militar ovetense  tuviera una calle con su nombre en Oviedo. Hasta el momento, silencio por respuesta. Al acto de presentación de libro previsto en Madrid es muy probable que asista el sobrino del general, desplazándose ex profeso desde México. Pese a su edad Fernando Rodríguez Miaja, que ya ha donado varios objetos personales de su tío al Museo de Indianos en Colombres, está en buena forma física y mental y le hace mucho ilusión acudir a dicho acto pese a que, sin embargo, su esposa, la hija del general Miaja, se encuentra delicada de salud. En el acto está previsto que haga de maestro de ceremonias Etelvino González, destacado socialista de Villaviciosa y director durante años, hasta su jubilación, del Orfanato Minero.
Sin duda que habrá nutrida concurrencia ese día en la presentación de la biografía del general Miaja, un militar, profesional intachable, que le tocó vivir momentos muy difíciles de la historia reciente de España.
Siempre digo que una sociedad que edita libros, fomenta el arte, apuesta por la cultura en sus más distintas facetas, caso de la de Asturias, tendrá graves problemas, sí, pero no es una sociedad muerta ni mucho menos. Hay varios e interesantes libros cociéndose en estos momentos. El crítico gastronómico Pepe Iglesias acaba de publicar “La bodega en casa y sus maridajes”, un compendio de sumillería familiar con que disfrutar de la pasión del vino; el periodista Juan de Lillo está escribiendo no uno sino dos sobre periodistas emblemáticos de nuestra región: Paco Arias de Velasco, fundador del diario La Nueva España y de Radio Oviedo, a quien la Asociación de la Prensa que preside José Antonio Bron, con motivo del centenario de la misma, le va a rendir un homenaje a finales de mes, y sobre Graciano García, director emérito de la Fundación Príncipe de Asturias, padre de la misma y defenestrado incomprensiblemente de la dirección general a los 70 años. Creo que es el día 28 en en las instalaciones del Centro Asturiano de Oviedo en el monte Naranco donde la Cofradía de Amigos de los Quesos del Principado, cuyo presidente es Dionisio Cifuentes, presentará un libro sobre tan exquisito manjar: los quesos asturianos, ahí es nada. Y por si fuera poco la más famosa pitonisa asturiana, Belén Alarma, que por unos euros le adivina a uno el futuro en un despacho en el hotel de la Reconquista, también se dispone a sacar a la luz un libro con su autobiografía. No estaría de más que Belén Alarma, con sus poderes paranormales, nos dijera cómo salir de la crisis. Más de uno se lo agradecería.