OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
PeriodistaComo si fuera una premonición a mi artículo anterior asistí el fin de semana en Navia a la décima edición de los premios “Libertad de expresión” que cada año, y desde hace diez, entrega la publicación “La Voz del Occidente” que dirige sin desmayo, pese a las muchas zancadillas que recibe, el animoso David Piñero Fuentes. Más de doscientas personas en el acto que resultó emotivo para cualquier ciudadano que se precie, máxime si uno es periodista. Allí me encontré con Joaquín Arce, líder de Los Verdes y director general de Política Forestal del Principado de Asturias, acompañando a su buen amigo y antiguo jefe el biólogo Víctor Vázquez, uno de los distinguidos, miembro del RIDEA y ex director general de Recursos Naturales de nuestra autonomía. Obviamente además del alcalde de Navia estaban los de Degaña, Coaña y un teniente de alcalde de Somiedo. La figura del citado biólogo fue glosada por mi colega Evaristo Arce, como siempre brillantemente conciso. En la categoría asturiana también se premió a la Asociación Amigos de Cudillero con su presidente Juan Luis Alvarez del Busto, acompañado por la directiva, al frente. A donde van los Amigos de Cudillero va el coro “Peña Roballera” quien nos cantó unas perlas de su repertorio de habaneras.
David Piñero, el alma de “La Voz del Occidente” justificó el por qué de estos premios de libertad de expresión. Su “Voz”, aunque fustigada en más de una ocasión por las distintas administraciones, es un látigo responsable e impenitente en defensa del occidente de Asturias -sigue muy abandonado- y de la propia libertad de expresión como tal. En esta ocasión el premio internacional recayó en el caricaturista marroquí Khalid Gueddar, un treintañero con muy buena pinta que lucha, no sin algún jirón desgarrado, a través de sus dibujos porque la libertad de expresión se abra paso en su país, nada fácil en la presente situación como ustedes saben. Digamos que su dibujo más delicado, que tituló “el rey que quería dejar de ser rey”, le costó disgustos y la clausura del periódico en el que lo publicó. Khalid Gueddar, presentado por el propio David Piñero, se solidarizó con el pueblo saharaui y crítico al gobierno marroquí. Fue muy aplaudido. El premio en categoría nacional fue para el abogado y periodista, fundamentalmente tertuliano en diversas teles, Javier Nart. Aunque nacido en Cantábria su padre era de San Martín del Rey Aurelio y no se quien me comenta que fue el mejor notario que hubo en Bilbao. Sin alterarse por los buenos culines de sidra que tomó Javier Nart habló también de manera directa y contundente de la libertad de expresión, criticando la bajeza moral hoy tan al uso por ciertos políticos y comunicadores. Fue presentado por un incombustible José Luis Balbín -lo que hablamos sobre la posible candidatura a la presidencia del Principado de Francisco Alvarez-Cascos queda en el secreto del sumario- quien además de elogiar la profesionalidad e independencia de Javier Nart, insistió firmemente a la audiencia que él, Balbín, no nació en San Esteban de Pravia, como ponen algunos blogs en internet, sino que es de Pravia y a mucha honra. Precisamente a mediados de la pasada semana José Luis Balbín, que a estas alturas de la vida no se corta un pelo a la hora de contar las verdades del barquero, publicó un amplio artículo en las páginas de opinión de ABC sobre lo que está pasando en el seno del Partido Popular a la hora de designar candidato a la presidencia del Principado -el es casquista furibundo- viniendo a llamar, con mucha finura, eso sí, calzonazos a Mariano Rajoy por no haber resuelto ya la incógnita, dejando que la situación se pudra cada vez más para regocijo de los socialistas.
Me fundo en un abrazo con Pepe el Ferreiro -premio “Libertad de expresión” en el pasado año- con la moral a tope y hecho un dandy, por cierto. Otro abrazo con el colega Vicente Bernaldo de Quirós -!qué tiempos aquellos en que iniciábamos nuestros pasos periodísticos en La Voz de Asturias!-. Hoy es redactor en El Comercio de Gijón y un destacado dirigente en el sector de la comunicación en Comisiones Obreras. A la salud de la libertad de expresión me tomo un vino en compañía de Juan Manuel Morala y Cándido González Carnero, los dos líderes de la Corriente Sindical de Izquierdas, que han luchado, y luchan, por los astilleros de Gijón. Le comento a Morala que me sorprendió ver el otro día en una velada de boxeo celebrada en Trubia a su compañero, y para mi buen amigo, Luis Redondo. Morala me desvela que a Redondo, con sus 75 años a cuestas, el boxeo le apasiona y lo practica un día sí y otro también en un gimnasio de Gijón. Vivir para ver.
Bueno, la velada de “La Voz de Occidente” dio para mucho más pero hasta en los blogs hay que auto regularse para no caer pesados. Ah, no me debo de olvidar entre los asistentes también del presidente de la FADE y Cámara de Comercio de Oviedo, Severino García Vigón, de Javier López, presidente de la URAS -sucedió a Sergio Marqués- y de Francisco Javier Fernández, presidente en nuestra comunidad de Amnistía Internacional, entre otros más. Si se tardó veintiún años en terminar las obras de El Escorial los tramos de la autovía del Cantábrico en la zona occidental de Asturias van ya por los veintitrés y a seguir. También nos acordamos del trozo de carretera averiado en El Bao. Lamentable. En fin, larga vida a “La Voz del Occidente” y que los poderes públicos la dejen en paz, o sea, que la permitan vivir en defensa del occidente asturiano.
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