Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Sra. Teniente Fiscal, vocales del Consejo General del Poder Judicial, miembros de la Sala de Gobierno, Consejera, autoridades, señoras y señores:
Las buenas tradiciones hay que mantenerlas siempre y, aunque la apertura del Año Judicial se produce en estas fechas, todo el ámbito judicial está trabajando con anterioridad. Este solemne acto de apertura del año judicial en Asturias es el último al que asisto como Presidente del Principado. Espero asistir con otras funciones, otros trabajos o como ciudadano porque creo que merece la pena y que estamos ante una instancia muy relevante de lo que son los poderes públicos del Estado en nuestro territorio y en nuestra comunidad. Quiero agradecer esas palabras del Presidente del TSJA, tan cariñosas, tan amables, y creo que sinceras también recíprocamente por ese respeto a la independencia de cada cual en sus funciones y a la contribución a servir a los ciudadanos dentro de las responsabilidades que cada uno tiene.
Por tanto, al Fiscal, al Presidente del TSJA, muchas gracias. Y también a todos los representantes de la Carrera Judicial, a los fiscales, a los secretarios judiciales, a los forenses, a los funcionarios de Justicia, por esa colaboración que han venido manteniendo con el Gobierno del Principado en toda esta amplia Administración desde que asumimos las competencias. Cierto es –lo comentábamos ahora con carácter previo a este acto- que desde una perspectiva global hay que ver lo que ha significado en estos años, desde mi propia experiencia, no sólo el volumen de empleados públicos sino también de funciones, de culturas diferentes, en las que se ha convertido la Administración del Principado, partiendo de un tamaño que era seis veces menos que el actual. No sólo era el tamaño, sino también la cultura de la Administración, que a lo largo de la democracia se fue construyendo con muchísimo mérito, con gran acierto, y que en un momento dado y merced a unas circunstancias muy determinadas se produce todo un conglomerado de decisiones políticas a nivel del Estado y de Asturias que nos permiten asumir traspasos importantísimos que integran culturas de funcionamiento de otra manera, de otra circunstancia, e incluso con Leyes de funcionamiento que en un momento dado sirvieron para crear culturas diferentes de gestión.
Creo que lo hemos hecho razonablemente bien. Esos 36.000 empleados públicos que hoy forman la Administración del Principado, hemos conseguido ir articulando. Yo he estado en el ámbito y la gestión educativa, tanto en Madrid como en Asturias; he estado en funciones de Administración local y también en otros ámbitos, donde hemos recogido toda esa tradición, la hemos articulado y traspasado razonablemente a nuestra comunidad y, además, se han visto fortalecidos los órganos de autogobierno. Y todo ello ha funcionado con una cierta armonía, no exenta también de contradicciones y de interpretaciones diferentes que forman parte de una cultura democrática. Como el Estado de Derecho también va aplicando jurisprudencia, lo mismo pasa en el ámbito constitucional y va armonizando la vida, las interpretaciones y el funcionamiento. Y además en la cultura administrativa está la negociación. Y en Asturias hemos estado muy próximos al ámbito de la negociación con las organizaciones sociales y también en el ámbito de la Función Pública.
Hemos hecho una razonable convivencia y un desarrollo muy importante con una Administración pública que se ha modernizado extraordinariamente. Asturias hoy en nuestro país, siendo una comunidad con no demasiado tamaño y que no es la que más recursos tiene, ha liderado –y ahí están los informes de la Fundación Orange o Telefónica- la Administración Electrónica en España. Y esto lo hemos armonizado. Y la Administración de Justicia, que la hemos recibido recientemente, creo que ha notado los efectos positivos de esa integración paulatina. Aun quedan muchos retos. Lo decían el Presidente y la Fiscal, reivindicando también recursos y méritos. Pero sin duda esta etapa intensa ha estado basada en el diálogo y en la comunicación con absoluta franqueza y con absoluta transparencia, incluso cuando hay cosas que no salen como uno desea. Pero también en esto creo que ha habido transparencia.
Hemos avanzado en un objetivo compartido: lograr que el servicio público de la Justicia sea más ágil, más eficaz en la resolución de conflictos y preste un servicio mejor y más próximo a los ciudadanos. Pese al poco tiempo transcurrido desde el traspaso completo de las competencias, creo que podemos sentirnos razonablemente satisfechos del trabajo desarrollado, especialmente de los profesionales con los que contamos en Asturias, que con esfuerzo y dedicación han situado a nuestra comunidad por encima de la media española en términos de trámites y asuntos resueltos.
Tal es así que, según recoge el Consejo General del Poder Judicial en su memoria de 2009, Asturias es la única Comunidad que alcanzó la tasa de resolución 1, es decir, resolvió tantos asuntos como registró. Y no es poco en un momento como el actual, con toda esta presión, y en el año 2010, un año de crisis que esperemos que remonte. Creo que la Administración de Justicia en Asturias en su comportamiento, resultados y eficiencia, tiene que sentirse orgullosa de conseguir unas tasas de resolución tan importantes que al menos no aumenten el déficit.
Este dato tiene aún más importancia si se considera el incremento del volumen de trabajo desencadenado a raíz de la crisis económica, especialmente en la jurisdicción civil y social.
En este sentido, tengo la satisfacción de recordar que, gracias a la colaboración y a la suma de esfuerzos, el pasado 30 de septiembre comenzaba a funcionar en Gijón un tercer juzgado de lo Mercantil. Sin duda, su trabajo contribuirá a reducir el volumen de casos mercantiles pendientes de resolver en Asturias, ya que en Gijón se concentra casi el 30% de los casos que hasta ahora se juzgaban en Oviedo.
A este nuevo órgano judicial se sumarán, en diciembre, el nuevo Juzgado de Violencia de Género, también en Gijón, segundo de estas características en Asturias, y el de Primera Instancia número 4 de Siero, además de un Juez de libre adscripción que servirá para reforzar, a criterio del Tribunal Superior de Justicia, aquellos Juzgados que así lo requieran.
Desde 1999 no ha habido un solo año en que no se crease al menos un nuevo órgano judicial, lo que ha supuesto que en este tiempo contemos con 34 nuevos juzgados o secciones judiciales. Por eso, en momentos como éste, conviene también hacer balance y ver cómo en esta mejora continua se ha avanzado de forma notoria.
Pero si algo me gustaría destacar en la apertura del nuevo año judicial es el compromiso compartido entre las instituciones que tenemos responsabilidad en la Administración de Justicia –el Consejo General del Poder Judicial, el Ministerio de Justicia y el Gobierno del Principado de Asturias—, con el fin de introducir las reformas y realizar las inversiones necesarias para la modernización de los sistemas de gestión de la Administración de Justicia, empleando para ello las nuevas tecnologías y estimulando la participación de todos los actores del sistema judicial.
En este sentido, también en septiembre firmábamos el convenio “Ius+Red” que, con una dotación presupuestaria superior al millón cien mil euros (1.118.200€), nos permitirá seguir profundizando en algo que, desde la asunción de las competencias, ha sido siempre una prioridad: la modernización y puesta al día del servicio público de Justicia, tanto en cuanto a las sedes judiciales como a la implantación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Permítanme, de forma breve, resumir el camino recorrido desde el año 2007, fecha en la que asumimos las primeras transferencias, las relativas a los medios materiales: En septiembre de 2008 abríamos al público la nueva sede del Juzgado y la Fiscalía de Menores y en diciembre de ese mismo año comenzaban las obras del Instituto de Medicina Legal de Asturias y del nuevo Palacio de Justicia de Gijón, y presentábamos en Villaviciosa el proyecto de nueva sede judicial. De estas tres grandes infraestructuras, dos están ya acabadas y pendientes de inauguración, y el Palacio de Justicia de Gijón avanza según los plazos previstos.
Si a esto sumamos la nueva sede Judicial de Pravia, ubicada en el edificio polivalente de la Azucarera, y cuyas obras también están en marcha, además de las numerosas obras de acondicionamiento y mejora realizadas en los juzgados asturianos, hablamos de una inversión que supera ampliamente los 36 millones de euros. Estamos hablando de cuestiones que están por encima del propio traspaso, del reconocimiento desde la proximidad del Gobierno de las necesidades de una Administración que, con independencia de la foto fija del traspaso en un momento dado, hemos ido asumiendo nuevos recursos para inyectar al propio sistema de Justicia.
Uno de los retos que queda pendiente es la unificación de las sedes judiciales de Oviedo. Solucionar problemas que vienen de lejos nunca es una cuestión sencilla. Todos somos conscientes, máxime en el actual contexto de crisis, de que algunas soluciones tienen que prolongarse en el tiempo necesariamente. Este año, vamos a abordar un Presupuesto donde tenemos que hacer frente a todo lo que ha sido más de una década de inversiones cuantiosas en toda la comunidad, que nos van a dar capacidad para afrontar la crisis con más garantías; inversiones que tenemos que mantener para que no se pierda empleo y no se pare ninguna obra. Y esto hacerlo con menos recursos que el año anterior porque las administraciones públicas se nutren de los recursos que provienen de los tributos, de los impuestos de los ciudadanos. El año 2011, tendrá un presupuesto inferior a 2010 y nuestros retos siguen siendo enormes. Tenemos que mantener esas inversiones para que nada se pare y mantener nuestro modelo social para proteger a los que menos tienen. Nuestras políticas relacionadas con el sistema sanitario, con la Ley de la Dependencia, con el Salario Social, con las políticas de vivienda para las personas que tienen poca capacidad de renta… para todo lo que es un modelo social que forma parte de un ideario europeo y específico de nuestro país donde todos tenemos que buscar su sostenibilidad y responder a los acuerdos que hemos hecho en el ACEBA con los agentes sociales (empresarios y las organizaciones sindicales más representativas). Conjuntar todas estas prioridades con menos ingresos y menos dinero es francamente difícil. Por eso sirva a modo de explicación que esa prioridad, que reconozco que lo es y que tiene que ser acometida por los Gobiernos que democráticamente los ciudadanos elijan, sin duda explica que desgraciadamente dificultades de financiación para la Administración y las empresas han dificultado que se pueda cumplir en estos momentos ese proyecto que sería el óptimo. Pero no debemos, en modo alguno, renunciar a que se pueda cumplir en fechas próximas porque hemos conseguido un razonable grado de consenso social y específico de todo el ámbito judicial, en el ámbito político, entre administraciones diferentes, para que eso se ponga en marcha y tenga que acometerse en el momento en que esta situación pudiera remontar.
Yo creo que estamos no plenamente satisfechos pero sí razonablemente satisfechos de lo que hemos puesto en marcha. Creo que es una política y una gestión creíbles porque lo que hemos deseado, en la mayor parte de los casos, hemos conseguido ponerlo en marcha o está a punto de acabarse. Y por cierto, que en esas obras que están en marcha y hay que sostenerlas financieramente en 2011, evidentemente los temas de Justicia que aún están pendientes de obras en marcha los vamos a mantener.
Asturias participa activamente en el desarrollo del Esquema Judicial de Interoperabilidad y Seguridad y hemos sentado las bases para la implantación de la Nueva Oficina Judicial. Seguramente los avances no van a los ritmos que todos deseamos, pero lo que sí está claro es que son pasos firmes y contundentes para recorrer un camino que, afortunadamente, ya no tiene retorno: el de la modernización y la aplicación de las nuevas tecnologías en beneficio de la ciudadanía. En 2011, en los Presupuestos, también completaremos nuestro compromiso que queda por desarrollar en el ámbito de la informatización.
Un camino en el que hemos estado juntos, hemos explicado nuestros deseos, hemos mostrado nuestros proyectos y lo hemos hecho con absoluta transparencia a la ciudadanía y creo que, aunque sin completar todavía ese deseo de integración aquí en Oviedo, de los muchos debates que hemos hecho, de las muchas ideas que hemos puesto en marcha y de los proyectos prefigurados, al menos, no es todo tiempo perdido sino que es un capital que tenemos que poner ahí para convertirlo en una prioridad en el primer momento que se pueda.
Asturias está desarrollando las competencias de Justicia en la dirección de proteger el acceso a la Justicia a toda persona como derecho fundamental. Siempre lo he creído así y en el sistema de financiación creo que siempre me han escuchado y lo he hecho también, hemos defendido un modelo que no ha salido mal para Asturias pero que desgraciadamente la crisis económica ha mermado los ingresos porque los modelos no fabrican los ingresos automáticamente. Los modelos son un marco en donde, si se produce una coyuntura económica favorable, puedes tener buenos ingresos. Pero si los ingresos no se producen y no nutres el modelo, tampoco te puede dar todos los ingresos que necesites.
Les agradezco una vez más este reconocimiento, esta deferencia, ese modo de entender nuestra relación tan respetuoso y al mismo tiempo tan positivo. Quedan unos cuantos meses y a ver si somos capaces de resolver en ese tiempo estas ecuaciones tan complejas. Creo que sí, creo que dentro de pocas semanas podemos llegar a presentarles un Presupuesto razonable para este año que viene, que creo que contribuirá también a la estabilidad y a continuar desarrollando elementos positivos de remonte de la crisis económica que ya no es solamente una crisis puntual o local sino que es una crisis global. Tenemos que hacerle frente y creo que en este año 2010 empiezan a aparecer muchas cosas que significan que esta situación se está remontando aunque lentamente, pero que está produciéndose un punto de inflexión. Muchísimas gracias y, aunque esté entre el público, estaré sin duda en muchas otras presentaciones de la apertura del Año Judicial.
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