SAN PETERSBURGO (RUSIA). El presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, informó de que la institución deseaba proporcionar alrededor de US$100 millones para salvar a los tigres salvajes mediante el respaldo a actividades de protección de hábitats naturales y el freno al comercio ilegal de partes de tigres. El Banco Mundial trabaja con países que poseen poblaciones de esta especie para preparar un proyecto regional en Asia meridional de alrededor de US$100 millones y otro en Asia sudoriental que podrían presentarse al Directorio Ejecutivo en 2011.
Frente a las personalidades influyentes que asistieron al Primer Foro Internacional sobre la Preservación de los Tigres, realizado en San Petersburgo, Zoellick comprometió el apoyo del Banco Mundial a los 13 países con poblaciones de tigres para que puedan detener a los delincuentes que han diezmado la cantidad de tigres salvajes a aproximadamente 3200 debido a sus actividades de caza furtiva y tráfico ilegal. Como forma de señalar un cambio en la orientación de las políticas, Zoellick dijo que, de ahora en más, el Banco Mundial haría hincapié en el desarrollo de infraestructura que tenga en cuenta al medio ambiente y que no financiaría obras de infraestructura en las zonas más importantes de hábitats de tigres.
“En primer lugar, el Banco está trabajando con Nepal, Bangladesh y Bhután, y esperamos que también se incorpore India, para financiar un proyecto regional sobre vida silvestre en Asia meridional de aproximadamente US$100 millones. Algunos de los asociados que contribuyen en la iniciativa son el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, TRAFFIC, el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales y la Estrategia Mundial para la Conservación (WCS)”, dijo Zoellick al público presente. “En segundo lugar, trabajaremos en un proyecto similar con los países que poseen poblaciones de tigres en Asia sudoriental, así como con la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres(CITES), Interpol, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Organización Mundial de Aduanas y, principalmente, instituciones regionales, como la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental-Red para la Protección de la Vida Silvestre, a fin de detener el comercio ilegal y el tráfico de partes de tigres. Esto podría incluir financiamiento adicional”, agregó.
Celebrada en el año del tigre, esta es la primera reunión de países con población de tigres que se comprometieron con el Programa Mundial de Protección y Recuperación de Tigres, cuyo objetivo es duplicar el número de tigres salvajes a 7000 para 2022, el próximo año del tigre. Los US$100 millones ofrecidos por la Asociación Internacional de Fomento, el fondo del Banco Mundial de ayuda a los más pobres, corresponderían a casi un tercio de los US$350 millones que, según los cálculos, costaría el programa en favor de los tigres. Se intentará obtener el resto de Gobiernos y otras instituciones financieras internacionales.
La reunión de San Petersburgo tuvo como anfitrión al primer ministro ruso, Vladimir Putin, recibió el sólido respaldo de Zoellick y contró con la presencia de los Primeros Ministros de Bangladesh, China, la República Democrática Popular Lao y Nepal, así como de ministros del resto de los países con poblaciones de tigres, grupos de conservación y cumplimiento de leyes pertinentes, y personalidades del mundo del cine y la moda.
La Iniciativa Mundial para la Preservación del Tigre fue puesta en marcha en 2008 por el Banco Mundial y asociados de la sociedad civil. La principal diferencia con los intentos anteriores radica en que los países con poblaciones de tigres están a cargo de la protección de los ejemplares salvajes y la coalición tiene acceso a lo mejor de la ciencia, las medidas de conservación, las organizaciones no gubernamentales, el cumplimiento de la ley, y otras fuentes.
Los US$100 millones, sujetos a aprobación del Directorio Ejecutivo del Banco Mundial, se desembolsarían como donaciones o préstamos con mínimo o ningún interés para respaldar enfoques regionales de conservación de la vida salvaje, con especial énfasis en salvar al tigre, que se considera una “especie de categoría general”, cuyo bienestar refleja el bienestar más amplio de la biodiversidad. El dinero del proyecto regional para Asia meridional se destinaría a capacitar a las autoridades de frontera, mejorar la gestión de las zonas protegidas y ayudar a los Gobiernos a reforzar leyes e instituciones.
Como un cambio de rumbo en el enfoque del Banco hacia el desarrollo y la biodiversidad, Zoellick dijo que la institución no solo mantendría los ecosistemas, sino que también los mejoraría mediante sus inversiones en infraestructura.
“El Banco Mundial no financiará ningún proyecto de infraestructura que afecte las zonas vitales de reproducción de los tigres, zonas que los países con poblaciones de tigres piensan proteger”, dijo. “El cemento no va a enterrar a la biodiversidad. No se deben pavimentar los ecosistemas fundamentales para obtener ganancias económicas a corto plazo”, agregó.
Zoellick señaló que el Banco Mundial estaba trabajando con Nepal, Malasia, el WWF y otras partes interesadas para preparar una iniciativa sobre un mercado especial a favor de la vida silvestre, que complementará el Programa de las Naciones Unidas de Reducción de las Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación Forestal, conocida como REDD-Plus. Mediante esta iniciativa se asignaría un valor a la vida silvestre de los bosques y se realizarían pagos a las comunidades locales para protegerla, especialmente al tigre salvaje.
En términos más amplios, el Banco estuvo trabajando con los Gobiernos para que sus cuentas nacionales fueran más “ecológicas” y sus balances generales reflejaran el valor de los bosques y la vida silvestre, especialmente para las comunidades locales. Esta contabilización de la riqueza natural, que Zoellick anunció en octubre en la conferencia sobre biodiversidad de Nagoya, podría ayudar a los países a evaluar el valor de los hábitats de tigres, por ejemplo, como destinos ecoturísticos.
“El tiempo es escaso. Quedan solo 3200 tigres en estado salvaje; tenemos poco margen de error. Esta cumbre marca la última oportunidad para esta especie increíble”, dijo Zoellick.
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