EE.UU: Las elecciones de hoy determinarán el control del Congreso

2 de noviembre de 2010

Por Bridget Hunter

Washington – Hoy, 2 de noviembre, los estadounidenses depositarán su voto para elegir a quién los represente en el 112º Congreso, que tiene programado reunirse en enero de 2011.
Estos comicios son conocidos como elecciones de medio período, porque ocurren en años pares a la mitad de un mandato presidencial. Este acontecimiento empuja a encuestadores y expertos políticos a considerar el resultado como un referendo sobre las políticas del presidente actual, aunque esa limitada interpretación puede ocultar su verdadera importancia.

Al elegir un nuevo Congreso cada dos años, los electores estadounidenses deciden quién los representará para preparar leyes, determinar el gasto gubernamental y supervisar las actividades de la rama ejecutiva. El Congreso es la rama legislativa que forma parte de las tres ramas del gobierno federal. Las otras son la rama ejecutiva, encabezada por la Casa Blanca, y la rama judicial, encabezada por el Tribunal Supremo. Cada una tiene una función separada pero de igual importancia en el gobierno de la nación. Como la Constitución de Estados Unidos lo determina, los pesos y contrapesos de cada rama nivelan los poderes de las otras.
El Congreso de Estados Unidos está compuesto de dos cámaras: El Senado, en el que los miembros son electos por mandatos de seis años; y la Cámara de Representantes, cuyos miembros son por dos años. El presidente de Estados Unidos está limitado a dos términos, pero no existen límites sobre la cantidad de mandatos que puede ejercer un miembro del Congreso.
Cada mes de noviembre de un año par, cada uno de los 435 escaños de la Cámara de Representantes es ocupado por la voluntad del pueblo, por medio de las urnas. De manera simultánea, casi una tercera parte del Senado es elegida también, aunque esa cifra varía de elección en elección porque los senadores en algunas ocasiones se retiran o fallecen cuando están a la mitad de sus términos. En 2010, 37 senadores serán electos o reelectos.

PREOCUPACIONES FAMILIARES, NUEVAS VARIABLES

Como en cada elección estadounidense, varios factores afectan las decisiones del electorado. En 2010, la economía es una de las preocupaciones principales, a medida que la nación y el mundo emergen de una de las más graves crisis financieras desde la Gran Depresión. Los electores están preocupados por el desempleo, las ejecuciones hipotecarias y los impuestos. Asimismo, están nerviosos por sus fondos de retiro y las obligaciones financieras, tanto personal como pública, que pueden caer sobre sus hijos y nietos.
En 2010, los electores considerados “independientes”, que no están afiliados ni con el Partido Demócrata ni con el Partido Republicano, son un componente en crecimiento en el electorado,  que ha costado afiliados a cada partido. Una encuesta de la cadena de televisión CBS y el periódico The New York Times, publicada en abril, señala que actualmente 42 por ciento de los estadounidenses se identifica como independiente.

El crecimiento del movimiento denominado Partido del té (Tea Party), que quiere limitar el poder del gobierno y reducir el gasto gubernamental ha atraído a electores del meollo del Partido Republicano. En algunos casos, candidatos apoyados por este movimiento han derrotado en elecciones primarias a candidatos republicanos bien establecidos.
Otro factor en la contienda de 2010 es la llamada “brecha de entusiasmo”. Los observadores políticos dicen que el elevado interés, en especial entre los electores jóvenes, durante la campaña de 2008, que culminó en la elección de Barack Obama como presidente, no es evidente en 2010, por lo menos entre los demócratas. Los republicanos, en especial los elementos del Partido del té dentro del partido, parecen estar más entusiasmados con respecto a las elecciones de 2010.
Hay mucha especulación en los medios noticiosos sobre si la elección de 2010 será “de un solo lado”, o sea un comicio que afecte a gran cantidad de miembros actualmente titulares en el Congreso, dado que el control político cambiaría en una o ambas cámaras. Elecciones recientes de un solo lado ocurrieron en 2006, que dio a los demócratas el control de la Cámara de Representantes y, en 1994, cuando los republicanos arrasaron, encabezados por Newt Gingrich para llegar al poder.

Encuestas prematuras sugieren que 2010 puede ser otra elección inclinada hacia un solo lado, pero informes recientes sugieren que las contiendas serán reñidas. Dos semanas antes de las elecciones, los republicanos tienen un optimismo prudente con respecto a lograr el control de la Cámara de Representantes, y parece posible que los demócratas retengan control del Senado.
Tal resultado crearía un gobierno “dividido” en Washington, con un partido político en control de la Casa Blanca y el otro en control de una o ambas cámaras del Congreso. Esa situación puede hacer más difícil aprobar legislación, pero, en cambio, puede forzar un mayor compromiso para romper atascamientos políticos.

Los estadounidenses parecen sentirse muy cómodos con la creación de gobiernos divididos, quizás desconfiados de facultar muy ampliamente al gobierno federal. Desde 1968, sólo durante la administración de Jimmy Carter y los primeros dos años de la administración de Bill Clinton el Partido Demócrata controló las ramas ejecutiva y legislativa.

ESTATALES Y LOCALES

Tan importantes que sean las contiendas por el Congreso, son un pequeña fracción de la cantidad total de posiciones que los votantes estadounidense decidirán el día de las Elecciones.
A nivel estatal, 37 gobernadores serán electos, en decisiones particularmente importantes porque en 2011 se realizará el proceso que se hace una vez por década para delimitar los circunscripciones correspondientes a los escaños en la Cámara de Representantes. Los gobernadores electos en 2010 tomarán decisiones importantes para delinear las circunscripciones distritales para el Congreso, en base a la información recopilada en el censo de 2010.

Asimismo, el 2 de noviembre serán elegidos muchos legisladores estatales, además de funcionarios de los condados, alcaldes y empleados municipales y de asambleas locales. Muchas jurisdicciones también elegirán secretarios de Justicia, tesoreros, controladores y aún jueces.
Los ganadores de las contiendas locales, aunque carecen del prestigio e importancia nacional que ofrece el servicio en el Congreso, tendrán mas efecto en la vida diaria de sus electores al ejercer sus mandatos, muchos trabajando por salarios bajos o aún sin recibir remuneración.
Desde servicios de emergencia, como policía y bomberos, hasta asuntos más mundanos como el recogido de las basura y mantenimiento de los caminos, los gobiernos locales son el frente del gobierno de Estados Unidos y quizás la más pura expresión de la democracia estadounidense.

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