Asturias es la comunidad en la que más descienden las emisiones, pero emite dos veces y media más de CO2 que la media nacional

17 de noviembre de 2010

Las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) aumentaron en España un 28,5% entre 1990 y 2009, cuando el techo de este aumento se estableció en un incremento del 15% por el protocolo de Kyoto. En el informe de Comisiones Obreras realizado por comunidades autónomas se aprecia su diferente evolución y, en lo que atañe a Asturias, hay que destacar dos datos: uno, que somos la comunidad que mayor descenso de emisiones tenemos con respecto a 1990 (-20,3%); y dos, que seguimos siendo la comunidad que más CO2 emitimos por habitante (más de 2,5 veces que la media española).
Desde el departamento de Medio Ambiente de CCOO de Asturias se entiende que quien se plantee una reflexión sobre el cumplimiento de los objetivos del protocolo de Kyoto se equivocaría haciéndolo desde una perspectiva local, ya que la distribución territorial de la industria no es homogénea y, por tanto, la de sus emisiones tampoco. Las políticas que apuestan por un modelo más o menos sostenible emanan fundamentalmente de los estados: derechos de emisión, grandes infraestructuras, política energética, normativa residencial e industrial, etc.

De todas formas, también las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos tienen en sus manos algunas decisiones e instrumentos que inciden en el resultado final, como las políticas dirigidas a potenciar el transporte colectivo, la eficiencia energética en la edificación y la gestión de residuos, entre otros. Y en estos aspectos nuestra Comunidad está tomando decisiones nada acertadas, de las que se pueden poner algunos ejemplos: escasez de planes de movilidad, autoexclusión del ayuntamiento de Oviedo del Consorcio de Transporte de Asturias, pasividad ante el cierre de estaciones y servicios ferroviarios de cercanías, construcción de grandes edificios de servicios (HUCA y Palacio de Congresos) que se distinguen por su ineficiencia energética, construcción de la macro-incineradora como sistema prioritario de la gestión de los residuos y que va a suponer un notable incremento en las emisiones existentes...

La apuesta por el transporte por carretera, y, dentro de éste, por el medio individual, sigue siendo el mayor causante de las emisiones en el conjunto del Estado, alejándonos del objetivo para 2012. A diferencia de España, en Asturias el mayor peso de las emisiones recae en el sector industrial y, dentro de él, el de producción energética. La crisis económica, la instalación de desulfuradoras en las centrales térmicas y la puesta en marcha de centrales de ciclo combinado (emiten entre 2 y 3 veces menos que las de carbón) provocaron que aquellas estuvieran paradas una buena parte de estos dos últimos años.

CCOO sigue apostando por un modelo de desarrollo en el que se reduzcan los GEI:

- Un transporte de pasajeros en el que prime el transporte público; un transporte de mercancías basado en el ferrocarril y el transporte marítimo; así como el desarrollo de sistemas de transporte individual y colectivo que vayan perdiendo dependencia del petróleo y de combustibles fósiles, tendiendo a su electrificación.
- Una industria que aumente la eficiencia energética y que vaya siendo cada vez más independiente del exterior y más sostenible. La industria energética sólo puede convertirse en el apoyo imprescindible del transporte si reduce considerablemente los efectos que la combustión del petróleo tiene sobre la atmósfera.
- Un sector residencial que incremente la eficiencia y el ahorro energético y que sirva de apoyo para las instalaciones solares. Resulta inadmisible que se hayan perdido 30.000 empleos en España desde el inicio de 2008 solamente en el subsector fotovoltaico, cuando todo el mundo dice apostar por las renovables.

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