(Intervención del presidente del Principado, Álvarez areces, en la presentación hoy en Madrid del libro 'Una nueva gobernanza global' de Fundación Alternativas)
Foto: de izquierda a derecha: El Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Alternativas, Nicolás Sartorius; la periodista Margarita Sáenz-Díez; el Presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces; la Consejera de Presidencia, Justicia e Igualdad, María José Ramos; el Secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido; y el periodista Joaquín Estefanía.
Intervención de Álvarez Areces
Merece la pena decir que hoy en España y en Europa yo no he encontrado ningún libro de esta densidad y rigor que se ocupe de este tipo de problemas desde una perspectiva de progreso. Creo que no lo hay. Es un libro que supone un inicio de una reflexión profunda pero muy rigurosa y, por eso, las intervenciones que me precedieron han sido todas complementarias y las hago mías al cien por cien. Todo lo que se ha dicho es absolutamente positivo y creo que sitúa el enfoque de este debate.
Quisiera decir de forma complementaria que estamos en un momento histórico, crucial para la humanidad, un momento donde las transformaciones se han acelerado. De todo tipo. Las nuevas tecnologías introducen herramientas y dinámicas, eliminan muchas barreras en las relaciones humanas pero también aparecen riesgos y brechas que introducen también preocupaciones y desigualdades: brechas digitales, sociales, económicas. La actual situación por la que atraviesa la humanidad es inaceptable, es la categórica frase de este libro. Pero también hoy en día reafirmamos que estamos en condiciones de no resignarnos, que tenemos muchas herramientas en nuestra mano en esa globalización que pone a nuestro alcance, al alcance de los ciudadanos, herramientas para revertir la situación, no sólo de los ciudadanos sino de los políticos, localidades, regiones y países. Es verdad que ya no son actores únicos en la respuesta a esa crisis. De eso sabemos algo en Asturias, de otras crisis que golpearon durísimamente nuestra comunidad y que pudimos levantarnos ante ellas. Actuábamos en ese momento en una escala mucho más reducida. En esta crisis se dan otros planteamientos distintos. Este es el punto de partida de un análisis para la acción, para intervenir desde una alternativa progresista a las tendencias mundiales surgidas de la implantación mundial, en los años finales del siglo XX, del neoliberalismo económico que está en la raíz de la primera crisis financiera y económica de la globalización, la primera "crisis de excesos" como la definió el economista Krugman y que ha afectado a toda la humanidad y de manera especialmente relevante a los países desarrollados.
Este documento no sólo plantea un diagnóstico sino también alternativas. Es muy importante ver cómo existen alternativas. Y es necesario el diagnóstico y la reflexión pero no basta con extraer lecciones, lo realmente importante es actuar y evitar la resignación ante esta nueva coyuntura internacional. Uno de los grandes riesgos es la resignación y el cambio de concepto de ciudadanía.
Ciudadanos y mercado
El sociólogo Zygmunt Bauman, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, nos recordaba la semana pasada que el ciudadano ha sido sustituido por el consumidor. “El ciudadano era un ser responsable, el consumidor no se hace responsable de nada”. El mercado nos ha impuesto el consumismo, y este impone reglas a todos los aspectos de las relaciones humanas. Hasta el punto de convertir a las propias personas en objeto de consumo, eliminando principios tan básicos de convivencia como la solidaridad.
El sociólogo Zygmunt Bauman, premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, nos recordaba la semana pasada que el ciudadano ha sido sustituido por el consumidor. “El ciudadano era un ser responsable, el consumidor no se hace responsable de nada”. El mercado nos ha impuesto el consumismo, y este impone reglas a todos los aspectos de las relaciones humanas. Hasta el punto de convertir a las propias personas en objeto de consumo, eliminando principios tan básicos de convivencia como la solidaridad.
El pensamiento neoliberal sigue actuando e intentando debilitar el papel de los estados, de los sistemas de redistribución de riqueza, de solidaridad y protección social. Y lo denominan como el paso del "gran gobierno a la gran sociedad". Yo pondría el ejemplo de las últimas palabras del Presidente Cameron, el pasado 6 de octubre, proclamando a sus correligionarios conservadores como “los radicales” que “rompen con el viejo sistema con un masivo trasvase de poder del Estado a los ciudadanos, de los políticos a la gente, del gobierno a la sociedad”. ¿Cómo? Adelgazando el Estado para fortalecer al sector privado.
Parece un mensaje novedoso, renovado, de respuesta ante la crisis pero en el fondo está hablando de lo mismo, de una manera que también podemos identificar en España a muchas personas que están vinculadas con la derecha política y que están gobernando en muchas comunidades de nuestro país. Nada novedoso, porque esta es la doctrina implantada a partir del llamado “Consenso de Washington” de noviembre de 1989 en las relaciones políticas y económicas mundiales.
Como decía, este no es solo un libro de diagnóstico. Es un libro también de propuestas, se identifican y proponen líneas maestras para un nuevo paradigma de Gobierno de globalización, desde una posición progresista o de izquierdas, con el objetivo de construir una nueva relación a nivel mundial entre el Estado y el mercado, entre unas instituciones democráticas globales y el propio mercado. Y propuestas ambiciosas, factibles, porque la profundidad de la primera crisis de la globalización, esas consecuencias ya pusieron en marcha iniciativas políticas globales desde los propios gobiernos: el protocolo de Kioto para la reducción de emisiones de efecto invernadero, los compromisos del milenio de las Naciones Unidas, el Pacto Mundial para el empleo adoptado en la 98ª Conferencia Internacional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en junio de 2009, las cumbres G-20 como foro ampliado del G 8, que ha permitido a las economías emergentes participar en la coordinación y toma de decisiones junto a los países más desarrollados con respecto a la crisis.
Todos ellos son avances significativos pero también insuficientes. Y estamos obligados a actuar localmente también, porque lo local y lo global están estrechamente unidos. Juan Cueto, definió ese término de lo "glocal", como un poco paradigma de respuesta a la crisis, pensamientos que tienen que insertarse en una respuesta global. Pero desde lo local se puede actuar.
Desde mi punto de vista, el protagonismo de la acción política tiene que insertarse en una reflexión de este tipo, pero tiene que saber en qué espacio debe actuar. España es un país miembro de la UE, que es nuestro marco natural de actuación, pero la UE no podemos ignorar que es también un espacio que tiene también gobiernos conservadores, que utilizan la misma reflexión que Cameron. En esos espacios, tenemos contradicciones políticas. La UE muchas veces no puede verse como un idílico espacio en el que no hay diferencias ideológicas. Y las respuestas tienen todas un significado político. Y pueden ser respuestas abiertamente contradictorias. En esa UE, tenemos que hacer también una intervención desde el Parlamento, la Comisión, desde el Comité de las Regiones, el Consejo Económico y Social... desde todos los entramados de esa Unión, que es el espacio natural en el que insertamos nuestra acción política. Yo pondría como breve ejemplo cómo una comunidad autónoma pequeña, como es Asturias, con un millón y pico de habitantes escasos, puede actuar en términos políticos tratando de buscar en esa interpretación global elementos diferenciales de respuesta.
Asturias y la crisis
Asturias soportó la crisis de los 80 y 90 con más intensidad que ninguna región europea. Todos los sectores de la economía se vinieron abajo. Pero fuimos capaces de darle una respuesta. Y creamos una comunidad con un grado de convivencia notorio, con un tejido empresarial absolutamente renovado del anterior y con un modelo social que hoy en nuestro país, los ciudadanos, a través del barómetro sanitario, de la Agencia de Evaluación de Políticas Públicas, sitúan de la siguiente manera nuestro Estado de Bienestar. La educación, en cabeza, con la mitad del fracaso escolar que la media del país; la sanidad, en cabeza, y no somos la región más rica. En cuanto a las políticas sociales, están en cuarto lugar.
Asturias soportó la crisis de los 80 y 90 con más intensidad que ninguna región europea. Todos los sectores de la economía se vinieron abajo. Pero fuimos capaces de darle una respuesta. Y creamos una comunidad con un grado de convivencia notorio, con un tejido empresarial absolutamente renovado del anterior y con un modelo social que hoy en nuestro país, los ciudadanos, a través del barómetro sanitario, de la Agencia de Evaluación de Políticas Públicas, sitúan de la siguiente manera nuestro Estado de Bienestar. La educación, en cabeza, con la mitad del fracaso escolar que la media del país; la sanidad, en cabeza, y no somos la región más rica. En cuanto a las políticas sociales, están en cuarto lugar.
Ese Estado del bienestar y esa capacidad de renovación del tejido productivo se puede hacer en marcos pequeños territorialmente, siendo conscientes de que los problemas son globales. Pero se puede actuar. Y también en instancias europeas, defendiendo como hemos defendido el dictamen del Producto Interior Bruto (PIB), precisamente para que el PIB no sea el único indicador que mida el bienestar de los pueblos. El PIB mide riqueza, pero esa riqueza puede tener enorme desigualdad interna. Y tenemos que completarla con indicadores medioambientales y sociales como aprobamos recientemente en el CdR.
Quiero hacer ver que este trabajo es muy importante, este inicio de debate debemos trasladarlo. Nosotros vamos a hacer nuestra pequeña aportación. Vamos a presentarlo en Asturias, en Barcelona, en Bruselas, además de Madrid, y estoy seguro de que el mundo actual puede cambiar como lo hizo en muchísimas ocasiones si es que las fuerzas progresistas somos capaces de elevar nuestro pensamiento de lo cotidiano e irradiar una acción que desde ese pensamiento global, en lo local, también actúe sobre la situación que tenemos.
Respuestas en el coloquio posterior
A continuación , transcribimos algunas de las respuestas del Presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, a preguntas de los participantes en la presentación.
Sobre la gobernanza multinivel
"Es un término acuñado. Es irreversible en la política europea porque está muy ligada a la Europa de los ciudadanos y al principio de subsidiariedad, que forma parte del acervo europeo. Cualquier resolución o dictamen en Europa necesita el requerimiento de que cumple el principio de subsidiariedad y proporcionalidad. Y es verdad que tiene siempre el riesgo de la falta de armonización, pero es que Europa no es homogénea. Creemos que son parecidos a España en las competencias de las regiones, pero no es así. España es uno de los países europeos más descentralizados y por tanto tiene una fuerte gobernanza en niveles que no son exactamente el estado miembro, que son las regiones o municipios.
Otros países europeos tienen otros niveles más centralizados.
La Estrategia 2020 es en estos momentos el elemento unificador, hacia donde vamos, un nuevo modelo, tiene: la inteligencia, el conocimiento como valor principal, las nuevas políticas energéticas, un modelo más sostenible, una economía más ecológica, una política más inclusiva... que es el modelo social europeo, que está en riesgo.
El gran debate político pendiente en nuestro país es mantener esa gobernanza descentralizada que tiene aparentemente una armonización, pero que está en riesgo la sostenibilidad en muchos aspectos. Y¿ por que´?. Porque España tiene una fiscalidad seis puntos diferenciada de Europa, es decir tiene una fiscalidad inferior, y también Europa está debatiendo nuevos elementos de fiscalidad para abordar las perspectivas financieras 2013-2020.
Sobre el papel de los medios de comunicación
En nuestro país, está teniendo lugar en tiempo real un profundo seísmo en el accionariado de los principales grupos de comunicación, que puede tener enormes consecuencias para la izquierda en el futuro. No nos olvidemos de las tomas de posición y de las alianzas, algunas de las cuales todavía no se han producido.
Sobre las perspectivas financieras
Quería hacer un pequeño matiz también. No puede haber perspectivas financieras 2013-2020 si no hay una fiscalidad diferente en Europa de los propias instituciones de la comunidad. Pero no nos olvidemos que los países miembros tienen todavía mucho juego de fiscalidad. El debate de la fiscalidad es un debate europeo, pero también de los Estados miembros porque está claro que el Estado del Bienestar está amenazado en el conjunto de Europa pero específicamente en cada país tienen que examinarse los grados de eficiencia. Cabe todavía una amplia gama en el estudio de la eficiencia y de pactos de Estado que tienen que referirse a su sostenibilidad. Pero también el tema de la fiscalidad está abierto.
Y desde luego la Estrategia 2020 es imposible que se ponga en marcha si no hay ingresos que sean capaces de sostener un nuevo modelo de desarrollo económico y unas nuevas políticas de cohesión porque no nos olvidemos que el año que viene el primer documento sobre perspectivas va a aparecer en escena. Y ese primer documento va a producir un profundo debate político.
Os anuncio ya que hemos hablado también de hacer otro libro sobre políticas regionales europeas y el papel de las regiones en Europa y donde vamos a hablar evidentemente de políticas de cohesión. Y la cohesión es la solidaridad, la cohesión social y la territorial que se incorporó al Tratado de Lisboa como una gran conquista europea. Hemos tardado años en introducir el concepto de cohesión en el Tratado.
Es decir, fiscalidad europea sí y revisión también en la amplia autonomía que todavía tienen los países miembros de la Unión para mantener su propia línea política
Sobre el Estado de las Autonomías y su forma de gestionar
El Estado de las Autonomías evidentemente ha sido una apuesta constitucional de nuestro país y no nos ha ido mal. La mayoría de los españoles creen que el Estado de las Autonomías ha resuelto no sólo problemas históricos sino que además ha sido beneficioso para acercar la política a los ciudadanos. Es obvio que en el Estado de las Autonomías y sin tener autonomías también pasaría, hay un nivel de trabajo sobre eficiencia del gasto que hay que seguir desarrollando.
El problema del despilfarro yo creo que es un calificativo que no es correcto. Se tomó la decisión por los poderes públicos legítimamente constituidos en el Congreso y por los Gobiernos sucesivos que hubo porque en este país no nos olvidemos que el Estado de las Autonomías se ha constituido a lo largo de años desde la Constitución y hubo alternancias políticas. Y se decidió que, salvo la Caja Única, que ojalá siga estando donde está, el resto del Estado del Bienestar está en las comunidades autónomas. La queja del despilfarro no es justa. En estos momentos, la sanidad tiene de siempre un gasto creciente por encima del PIB, tendencialmente, y hay que sostenerla; o la Ley de Dependencia que es un derecho subjetivo reconocido en el Parlamento español, que son las comunidades autónomas las que firman el papel del reconocimiento del derecho; o la educación, que también está en las comunidades autónomas. Y son derechos que hay que sostener con independencia de la situación de las finanzas locales o regionales.
Todas las comunidades autónomas tienen un problema. Tienen que ajustar gasto por imperativo legal porque además el Consejo de Política Fiscal y Financiera ha introducido topes de gasto.
Hay que sostener un Estado de Bienestar que crece y, en cambio, caen los ingresos. Este año, las comunidades españolas se van a mover todas en su presupuesto entre unos decrecimientos del 5 y el 12 por ciento. Todas. Y en cambio van a tener que mantener los derechos subjetivos que los ciudadanos tienen en virtud de las leyes que aprobó el Parlamento. Y no nos llevemos a engaño. Puede haber algún elemento de despilfarro o de engaño pero no es lo sustantivo. Por ejemplo en mi Presupuesto la sanidad representa el 38%. Lo que significa el gasto educativo, con derechos adquiridos y leyes que hay que cumplir es aproximadamente el 20%; y así vamos acumulando (gasto social, infraestructuras, innovación...). El llamado despilfarro queda reducido sinceramente a elementos casi anecdóticos porque la estructura profunda es esa. Y el nivel de endeudamiento está absolutamente acotado por una disciplina que nos marca unos niveles de endeudamiento cada vez menores para conducir al déficit público al tope establecido, al 3% en términos de PIB en el año 2013.
Es verdad que puede haber errores, pero estamos analizando un problema más global que es un problema que pudiera tener cualquier país europeo. El endeudamiento no es demasiado elevado en relación a otros países europeos. El déficit público sí, pero ha sido reconducido bruscamente en tres años. Fijaros que este año que viene estamos ya en el 6% y estábamos por encima del 11. Ha sido un esfuerzo colectivo tremendo, quizá desconocido para la mayoría. Pero la reconducción del déficit ha sido corresponsable. Todos los gobiernos de todo signo político podrán hacer un discurso parecido de las dificultades tremendas que tienen para sostener el Estado del Bienestar. Y el tema de la fiscalidad es un debate que queda por hacer, pero es evidente que además de la fiscalidad europea global está la de España, que se encuentra seis puntos por debajo de la europea. Y estamos sosteniendo niveles de alta calidad del estado del bienestar.
Sobre el papel de Europa
La UE tiene que alcanzar un protagonismo mayor pero no nos equivoquemos. La crisis es desigual en el mundo y aparentemente países emergentes que están creciendo más que los europeos, pueden dar lugar a un espejismo. Les falta muchísimo para alcanzar los niveles de cohesión de Europa, que ha avanzado notoriamente desde la creación del espacio europeo y ha armonizado un espacio de 500 millones de habitantes con altísimos niveles de cohesión y solidaridad interterritorial y personal. Tanto India, como Brasil, como China son países emergentes que deben tener un puesto, pero sin duda los niveles de cohesión y los valores europeos todavía no los han alcanzado. Otra cosa es que reconozcamos que todavía nos queda un camino en Europa y que el estado del bienestar hay que replanteárselo, manteniendo lo esencial y adaptándose a las condiciones actuales. Pero desde luego Europea todavía tiene mucho que exhibir.







0 comentarios:
Publicar un comentario