Oviedo fue hoy escenario de la la entrega de los Premios al Éxito Empresarial en el Principado de Asturias que otorga la revista Actualidad Económica y al que asistieron numerosas representaciones del mundo financiero y empresarial. El acto estuvo presidido por el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y concitó a más de doscientas personas, en su mayoría protagonistas del universo empresarial asturiano. Los premiados fueron:
- MEJOR TRAYECTORIA EMPRESARIAL, Francisco Rodríguez, Presidente de RENY PICOT
- MEJOR EMPRESARIO, Alejandro Fernández, Presidente de ALMERKA
- MEJOR INICIATIVA EMPRESARIAL, Central Lechera Asturiana
- MEJOR INICIATIVA PÚBLICA, Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)
- EMPRESA MÁS INNOVADORA, Grupo Eolo
- EMPRESA REVELACIÓN DEL AÑO, HC Energía, Grupo TEMPER y GAM
- MEJOR PROYECTO URBANÍSTICO, Centro Niemeyer
- MEJOR EMBAJADOR DE LA COMUNIDAD, Instituto Fernández-Vega
El presidente del Principado destacó el hecho de que se premien este año realizaciones que tienen que ver con la iniciativa pública asturiana, pero tambièn la trayectoria de los demás premiados. Sobre los propios premios, comentó a los medios informativos que "
"Actualidad Económica es una publicación de gran prestigio. Además cuando nos evalúan externamente, sabemos que la evaluación es más objetiva. Yo creo que se está valorando y reconociendo una política que muchas veces desde la oposición se trata de poner en cuestión. Políticas que desarrollamos en Asturias, que se demuestra que esa es la línea adecuada, y que es ese lema que mantenemos y que responde a una realidad objetiva: "Asturias resiste mejor". Esta situación está ahí. No sólo en políticas culturales relevantes sino las empresas que lo reciben. No me refiero sólo al Gobierno, que está reconocido en algunas de sus áreas sino también en las empresas, que son hoy ejemplo de innovación, de salida al exterior, de internacionalización de sus mercados, de más competitividad....
Hoy tenemos un número de empresas superior al que había hace 11 años, pero lo tenemos no sólo numéricamente sino también desde el punto de vista de calidad y competitividad. Cuando revistas de este prestigio vienen y seleccionan, lo hacen sabiendo que ponen en los focos una serie de rostros, nombres e instituciones que corresponden perfectamente al análisis que estuvimos haciendo en el Debate de Orientación Política y que es el que yo vengo haciendo. Por ahí irá dirigida mi intervención de hoy. Aplaudir esas decisiones, reconocerlas y distinguir que la única manera hoy de vencer estas situaciones es trabajando, mejorando la calidad, mejorando también el ámbito de emprendedores, apostando por la innovación y el desarrollo, que aún en contextos restrictivos como pasa en Asturias vamos a seguir incrementándolo. Yo lo que quiero es que en este año 2011 se marquen claramente en el Presupuesto las prioridades que tiene Asturias y, con independencia, tendremos que reducir en otros lugares los dineros porque no hay nada que multiplique milagrosamente los recursos".
Seguidamente, reproducimos la intervención del presidente en la entrega de los premios.
"Abordar una difícil situación, camino de la esperanza"
Dentro de esa actividad se premian iniciativas que tienen que ver con la Administración pública asturiana. Y de las personas que intervinieron anteriormente, se puede constatar una situación compleja y difícil en nuestro país. Evidentemente, no inherente al propio país sino a un contexto internacional de crisis, que tiene su punto neurálgico en el fracaso de un modelo clarísimamente ligado a teorías conservadoras, neoliberales, que provocaron una crisis financiera con el paradigma en el año 2008 de la mayor entidad financiera mundial. Esa crisis se traslada luego a la economía real y hoy nos golpea duramente.
Efectivamente, sin duda, visto retrospectivamente podemos analizar críticamente o autocráticamente cómo se tomaron decisiones. Pero ese análisis autocrítico sinceramente está en todo el planeta porque todos los Gobiernos, los economistas más prestigiosos, las agencias de clasificación y de calificación de riesgos, todo lo que supuso una zona como Europa, madura, acostumbrada a vivir otras reconversiones y otras crisis, fueron incapaces de acertar tanto en la intensidad como en las medidas a tomar. Y por eso vemos países como Francia, que está viviendo conflictos sociales durísimos que nosotros también vivimos en otras épocas, en las décadas de los 80 y 90 cuando los pilares de nuestra economía se vinieron abajo porque los sectores en los que se basaban estaban en crisis en Europa y eran muy poco competitivos.
Por eso, la comunidad asturiana en general, aun siendo consciente de la gravedad del momento y de las dificultades del mismo, la percepción social de la crisis, me atrevería a decir que no es lo mismo en otros lugares que la perciben con mayor dramatismo y, porque no vivieron esas experiencias, están menos preparados que nosotros. Hoy, afortunadamente, la economía asturiana es bien distinta de la que teníamos hace una década, se ha diversificado todo el tejido empresarial asturiano. Hoy tenemos más de 70.000 empresas, la mayor parte de ellas pequeñas y medianas, muchas de ellas competitivas, que han aprendido también del pasado reciente y han abordado desde otro ángulo las expectativas de futuro. Saben competir en mercados internacionales, que hoy en España estamos incluso liderando los porcentajes de exportación en relación al año anterior.
Sin duda todavía tenemos un largo camino por delante pero muchos de los grandes peligros que se conjuntaron aquí, en Asturias, fundamentalmente en el año 2009 -el culminante de ese proceso y también que todavía resisten en algunos sectores- han podido disiparse, merced a la recuperación de la demanda, que no sólo es una demanda local o de país, sino internacional.
En su conjunto, la industria asturiana ha aguantado este envite y lo está soportando con bastante entereza, salvo algunas cuestiones puntuales. Y esto hay que decirlo porque, efectivamente, nosotros no tenemos aquí la repercusión de crisis de otras comunidades españolas y europeas. El porcentaje de desempleo es elevado pero está cuatro puntos menos que el promedio de nuestro país. Esto no era frecuente en las anteriores crisis donde Asturias lideraba generalmente el desempleo. Tampoco era frecuente que nosotros tuviésemos un Índice de Productividad superior a la media del país. O que a pesar de las dificultades de que nuestra población activa está en estándares e índices menores del nivel nacional -porque la población en su conjunto se mantiene estable desde hace una década- nosotros hemos incrementado notoriamente la población ocupada desde 1999, en promedio, hasta ahora en más de 80.000 personas.
Ese esfuerzo incide en la tasa de población porque siendo la misma población, si incrementas la población ocupada, la tasa de actividad mejora a pesar de no llegar todavía a los estándares de nuestro país. Significa que se ha hecho un esfuerzo colectivo importante que nosotros plasmamos en Asturias desde hace ya más de once años a través de la concertación social. Concertación social que nace de una voluntad de superar colectivamente la dificultad de todo el proceso anterior que nos ha permitido avanzar compartiendo políticas, adquiriendo fuertes compromisos… porque hay que fijarse que sólo en el último pacto de concertación, denominado ACEBA, en Asturias ha supuesto nada menos que un compromiso de 3.600 millones de euros distribuidos en dos grandes capítulos: el de las licitaciones concertadas con el sector empresarial y sindical; y las políticas activas, de formación, industriales, de sostenibilidad de los servicios públicos o de las políticas de vivienda por poner algunos ejemplos.
Esto indica que tenemos una cultura colectiva, distinta, de abordar esta situación sabiendo que tenemos que hacer enormes sacrificios, que hay que disminuir progresivamente el tamaño de nuestro sector público y de nuestra Administración. Que hay que tener un recorte en el gasto corriente paulatino y que hay que mantener un nivel inversor para que haya también futuro, esperanza porque la política actual no es sólo recortes. Ese recorte y es también apuestas para el futuro y algunas las tenemos ya perfectamente identificadas y concentradas en sectores.
Y puedo poner como ejemplo, y agradecer al mismo tiempo, el reconocimiento que se hace a las dos políticas que se han visto reflejadas en el ámbito de la Administración Pública con la apuesta del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias o la gran inversión cultural y de desarrollo económico que significa el Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer. Porque el HUCA es más que el mejor hospital que se está construyendo en nuestro país, es el cambio de la cultura, de la gestión en la sanidad pública. Es la introducción de las grandes tecnologías, de los procesos de información, de lo que significa la conexión de la asistencia primaria con la especializada, de los cambios organizativos del modelo de gestión de servicio al modelo de gestión en unidades de gestión clínica, donde los procesos se integran, se minoran los tiempos de atención, se mejora la calidad y al mismo tiempo se introduce el concepto de gestión económica en la Unidad de Gestión Clínica, no solamente gestión asistencial.
Todo ello va a impregnar la cultura de uno de los grandes iconos de nuestro Estado de Bienestar. Va a impregnar la cultura de una comunidad que se siente reconocida por los ciudadanos porque desde el año 2004, ininterrumpidamente sin ser la comunidad más rica, viene siendo calificada por los ciudadanos en cabeza de las puntuaciones del sistema público de sanidad como el mejor de nuestro país. Lo mismo que sucede con la Educación y con el modelo social.
El modelo social es muy importante para poder proteger a los que menos tienen, para poder preservar un elemento de identidad no sólo de nuestro país o no sólo de los Gobiernos de izquierdas o de políticas de progreso, diferenciadas de otras políticas, sino también es una política europea. El nuevo modelo de crecimiento que Europa preconiza, la llamada Estrategia 2020, no nos olvidemos que incluye la prioridad de la inteligencia, del conocimiento, de una economía más ecológica, de un modelo energético distinto, de ayudar al cambio climático,… sino que introduce el modelo inclusivo que provoca cohesión social y territorial. Pero no sólo eso. Provoca también sostenibilidad de los sistemas, provoca también convivencia y provoca consumo. Los modelos sociales también tienen influencia en la economía, no sólo en el bienestar y no sólo en la equidad o la justicia, que también son valores que Europa defiende.
Creo que aunque las dificultades son grandes, somos un pueblo que ha vencido muchas veces esas dificultades y que lo ha hecho colectivamente, integrando, sabiendo que hay políticas que son de interés general por encima de cualquier situación. Y hacer un llamamiento a la pluralidad de esta sociedad para que se integre en objetivos comunes que tenemos que abordar desde la restricción, por un lado, acomodándose pragmáticamente a lo que nos impone la situación: menores ingresos como consecuencia de una fiscalidad que nuestro país tiene seis puntos menos que Europa y que se nos exige mantener estándares de calidad. Y por tanto una fiscalidad que tiene que tener una cierta armonización europea. Europa está hablando de las transacciones financieras, de la imposición ecológica, de otros tributos que le permitan hacer las políticas que quiere hacer pero sostenidas con financiación. Lo que no se puede hacer son milagros y sobre todo milagros laicos donde el equilibrio no existe, existe una gran demanda, pero no exige la capacidad para hacer sacrificio o una fiscalidad armonizada con Europa.
Esto tenemos que ponerlo de relieve aunque hay otras teorías y otros economistas que teorizan en diversas direcciones. Basta ver cómo algunos premios Nobel orientan hoy absolutamente políticas fiscales sin incentivos, completamente diferentes de los que Europa está orientando. Ahora hay que reconducir el déficit público. Tenemos que ser coherentes, es una reconducción muy brusca. Las administraciones públicas, algunas de las cuales gozan de mala fama o de gastizas, es absolutamente injusto. Lo que debe saber todo ciudadano es que la voluntad democrática del pueblo de España expresada en su Parlamento decidió que el Estado del Bienestar lo sostengan las comunidades autónomas - salvo la Caja Única que ojalá nunca se resquebraje y se mantenga en el ámbito del Estado. La sanidad, la educación, las políticas sociales y toda una serie de servicios públicos esenciales entre los que está también la Justicia y otros.
Por tanto, en momentos como éste, con la minoración de ingresos, con la construcción de Presupuestos que teniendo el 10% menos de ingresos se nos obliga a atender todo lo que significa la evolución de esos sistemas, muchas veces sinceramente queda uno sorprendido cuando incluso autoridades, como el Gobernador del Banco de España, nos recomienda que hay que poner topes, cuando esos topes ya se han puesto.
Sepan ustedes que el Consejo de Política Fiscal y Financiera nos ha impuesto un tope de endeudamiento que no puede ser superior al 1,3% del PIB y, el año pasado, el tope era inicialmente del 2,75 del PIB y luego el 2,4%. Eso significa que en el Presupuesto de 2011, solo con ese tope, partimos con 330 millones de euros menos que el año pasado. Y al mismo tiempo se nos dice que tenemos que sostener sin perder la mínima calidad en los sistemas públicos esenciales. Este es el reto y la ecuación que tenemos que resolver y por tanto tenemos que ser en esto muy rigurosos a la hora de la exigencia a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos, que tienen situaciones parecidas.
España tiene un problema de fiscalidad si quiere mantener la misma calidad de Estado del Bienestar. Otra cosa distinta es seleccionar cuáles son los tributos que tienen que pagar y quiénes los tienen que pagar, y si los pagan proporcional o adecuadamente, también asumir el reto del fraude fiscal y toda una serie de cuestiones que tenemos que hacer frente con mucha fuerza. Y en esto tenemos que estar unidos como país y como europeos. Y, efectivamente, coincido en que la llamada gobernanza europea debe de ser una aspiración que ojalá la podamos poner en práctica. Y digo ojalá porque la gobernanza europea, que está establecida en el frontispicio como un objetivo, está sometida al sistema financiero y a los mercados que son los que imponen tantas reglas de juego que impiden que los estados miembros, o incluso desde ámbitos más amplios como la propia UE, puedan ejercer una verdadera gobernanza europea.
Las reglas de juego hoy a nivel mundial están tan alteradas que tenemos que ser conscientes de que desde las pequeñas regiones, como Asturias, hacer frente a estas situaciones significa identificar cuáles son nuestros objetivos, qué teclas hay que tocar en un ámbito restrictivo y en qué espacio nos tenemos que incorporar con nuestras políticas para influirlas, para hacerles frente. Porque ni siquiera Europa es uniforme, en Europa hay muchos gobiernos que tienen otros enfoques diferentes y también, evidentemente, las instituciones europeas, la Comisión, el Parlamento o el Comité de las Regiones, tienen una pluralidad de interpretación tan diversa que nos obliga a tener la mente cada vez más clara para identificar dónde están nuestras prioridades y qué es lo que podemos hacer en un territorio tan amplio de elección de las mismas.
Creo que, y en esto reitero el agradecimiento, al evaluarnos desde fuera, tanto por vuestros lectores como por un jurado tan prestigioso, a las empresas o las trayectorias empresariales, nos estáis ayudando a identificar este problema. Porque, en Asturias, una de las cosas de las que me siento más orgulloso en ese dilatado periodo en el que he tenido el honor de gobernar en Asturias, es precisamente algo que quizás no sucede con tanta intensidad en nuestro país. Me permito decir en un foro empresarial como este y desde una tribuna pública, que en Asturias nos hemos entendido muy bien desde nuestro Gobierno con los empresarios y empresarias asturianos. Y esto es un elemento distintivo y curioso de etapas de crisis porque como hemos construido juntos nuestro discurso, como hemos construido juntos nuestro itinerario, nos hemos equivocado menos.
Y hemos buscado prioridades muy anteriormente a la crisis. Por ejemplo, las políticas de suelo y vivienda no tienen en Asturias absolutamente nada que ver con lo que pasó en el resto del país porque aquí, ya hace muchos años, antes de la crisis, hicimos una ley del suelo consensuada, tenemos órganos de gestión del suelo público-privados, articulados a través de una experiencia amplísima. No ha sido el sector residencial el condicionante del crecimiento de nuestra economía; hemos modernizado nuestras empresas, las grandes y las pequeñas; hemos renovado el tejido industrial de modo que no tiene nada que ver con el que había hace 10 ó 12 años, y hemos hecho muchas cosas bien, dotándonos de infraestructuras de futuro porque somos periféricos y queremos ser centro. Infraestructuras no solamente de carreteras, ferrocarril o puertos sino también de modernas comunicaciones y hemos dotado a nuestro territorio de coberturas donde la orografía, afortunadamente, ha podido ser superada por la tecnología.
Y nos ha pillado en un camino en algunos sectores como el del carbón, en pleno tránsito hacia otras dimensiones, hacia otra evolución, reactivando esas comarcas que necesitan todavía un periodo de transición para que pueda culminarse todo ese proceso. La percepción social es de preocupación y es de inquietud pero no es aquellos años en los que tuvimos que hacer frente a la desesperanza, a la caída de toda perspectiva y a la conflictividad social más dura que se recuerda en Asturias en las calles desde hace muchos años. Hoy puede haber conflictos más puntuales pero no es lo mismo. Hemos avanzado, hemos mejorado, hemos encontrado un mecanismo de trabajo en común, nos hemos reconocido y eso por lo que empezaba su intervención del papel social del empresario, el reconocimiento del papel social fue la primera palabra que hace años utilicé cuando comparecí en la primera ocasión para decir que teníamos que recuperar ese compromiso de convertir al empresario en protagonista social de su época y así ha sido, en medio de muchas dificultades.
Hoy, en las personas, en las empresas que habéis reconocido, a todas ellas, sentimos cómo se reconoce ese esfuerzo colectivo y cómo le dais nombre y apellidos a todo lo que ha significado en Asturias empresas que algunas de las cuales llevan una dilatadísima trayectoria; algunas de ellas como las que entregamos aquí e intervinieron Paco Rodríguez por Reny Picot, Alimerka, y a todos los que anteriormente habéis sido mencionados y distinguidos, permitidme que vivamos la satisfacción y el reconocimiento de lo que hoy se os otorga aquí como una satisfacción de los que muy modestamente hemos contribuido a que en Asturias, afortunadamente, existan muchas personas como vosotros que han entendido que hoy la vida actual es esfuerzo, es sacrificio, es inteligencia, es formación, es apuesta por el futuro y que los recursos, sin ser abundantes, siendo hoy mucho más escasos, tienen que aplicarse en las prioridades. Es decir, saber qué teclas tenemos que tocar para invertir bien; tendremos menos presupuesto pero por eso el esfuerzo tiene que ser mayor para saber qué es lo que tenemos que priorizar en esa situación.
Particularmente, en Asturias, hemos tenido buena convivencia. El sindicalismo asturiano es hoy un sindicalismo muy constructivo, un sindicalismo que está integrado en un discurso común de comunidad, que ha sabido avanzar lo mismo que el sector empresarial que, a través de FADE, se ha fortalecido extraordinariamente y ha pasado de ser un tejido empresarial dependiente de la empresa pública a ser un tejido empresarial fuerte y competitivo.
Como decía, esas 70.300 empresas que tiene hoy Asturias, una parte muy significativa de ellas cotizando a la Seguridad Social, y otra parte más individualizada a través de la prestación de servicios o de una actividad empresarial más de autónomo, tiene un futuro que debemos seguir estimulando y tenemos que seguir proporcionando.
Termino, además de con esa felicitación, agradeciendo a Actualidad Económica, a Expansión con las que tenemos frecuente colaboración, que hayan puesto los focos en Asturias, en personas, en empresas que son un prestigio y un ejemplo para todos nosotros sobre cómo abordar en esta dificilísima situación el camino al futuro, el camino de la esperanza en la que estamos instalados.
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