Areces reconoce ante el Parlamento, en su duodécimo y último discurso de orientación política, que está satisfecho con el trabajo realizado al frente del Gobierno, que se ha sentido útil y que confía en el futuro de esta tierra

Areces, reconoció hoy ante el Parlamento asturiano, en su duodécimo y último discurso del Debate de Orientación Política, que está satisfecho con el trabajo realizado al frente del Gobierno del  Principado y que se ha sentido útil a lo largo de estos años, desde que accedió hace casi 24 años a la Alcaldía de Gijón y hasta hoy. "La valoración de lo realizado depende de la apreciación del ciudadano y siempre lo respetaré. Lo que sí les aseguro es que he puesto en esta tarea todo mi esfuerzo, mi experiencia y mi ilusión", añadió.

Areces sostiene que, pese a la crisis, confía en el futuro de esta tierra porque "hay un margen de actuación suficiente para dar una contestación progresista a nuestros retos y para dar respuesta a los problemas de los ciudadanos, tanto en España como en Europa". Según Areces, Asturias tiene capacidad para afrontar situaciones difíciles, como la actual coyuntura económica, gracias a su "enorme" capital humano, sus infraestructuras físicas y tecnológicas y una manera de convivir que permite resolver colectivamente los problemas.

El jefe del Ejecutivo asturiano señaló que Asturias tiene que afrontar el futuro en un nuevo contexto, porque el viejo modelo de crecimiento económico ilimitado ha fracasado. "Nada de lo que sucede en el mundo nos es ajeno y por tanto hay que saber dónde está nuestro lugar para poder incorporar las propuestas que más nos favorezcan como comunidad".

Areces reconoció que la crisis actual ha tenido unas dimensiones históricas tanto por sus efectos sobre cada país como por el número de países a los que ha afectado, pero también  puso en valor que en términos generales esta crisis está siendo menos grave en Asturias que en el conjunto de España y con notorias diferencias respecto a otras comunidades autónomas, donde su modelo de crecimiento estuvo basado durante años en el sector residencial, circunstancia que no se ha dado en Asturias. "Se puede decir que estamos viviendo una crisis económica sin precedentes, que está afectando a todas las variables económicas y laborales, pero también es cierto que aquí, en Asturias, está siendo menos grave", matizó.

Por todo ello, el Presidente asturiano apuesta por un modelo de crecimiento totalmente distinto, marcado por la Unión Europea y condicionado por la crisis económica y por la aplicación del nuevo Tratado de Lisboa, "que tiene que responder a la necesidad de desarrollar una estrategia de acción exterior que haga frente a las grandes cuestiones que se someten hoy a debate". Areces se refirió a las siguientes: integración de los mercados; asuntos ligados a la seguridad, los cambios demográficos y su condicionamiento sobre los modelos sociales de cada país; el cambio climático y su correlación con las políticas energéticas; los movimientos migratorios; y la desigualdad de un mundo cambiante donde la riqueza no genera necesariamente igualdad.

"Y en este escenario es donde tenemos que inscribir nuestras políticas, sabiendo de antemano que somos una región de la Unión Europea, por voluntad propia, y que debemos mantener las reglas de juego de las instituciones europeas y tratar de que la UE juegue un papel importante en la gobernanza global, dotándola de una sola voz en ese contexto internacional, aprovechando la gran experiencia que tenemos en los procesos de integración y basada no sólo en la regulación de los mercados sino también en la formulación de políticas de cohesión económica, social y territorial", concluyó el Presidente asturiano.