María Castellanos (Gijón, 1985) nos sorprende de nuevo con una interesante propuesta artística.
PIEL nos plantea una particular indagación entre la relación tejido epitelial-tejido textil, siendo ambos parte de una reflexión conceptual que nos muestra partes de nuestra epidermis que son cosidos y pespuntados con algunos añadidos de bordados y encajes.
Como merecida ganadora del Premio Asturias Joven 2008, María Castellanos utiliza de nuevo un motivo recurrente en sus prácticas artísticas: el análisis de las relaciones entre cuerpo, tecnología y arte y cómo esta confluencia influye en nosotros; del mismo modo, su tesina El cuerpo como cohesionador entre el arte, el diseño y la tecnología, es un preámbulo para su proyecto más próximo, una tesis que ahonde en esta unión tan particular. PIEL es además algo personal: es una búsqueda por entender las relaciones entre la creación de un tejido artificial, el textil, y la unión de este con nuestro propio tejido, el que nos envuelve. Es precisamente esa piel, el mayor órgano de nuestro cuerpo, el que nos mantiene hidratados, nos protege de las radiaciones, nos permite sensaciones táctiles... y es esa piel-textil la que nos cubre, nos protege del frío, nos viste…¿no es justo entonces que pensemos que puede haber un estrecho vínculo entre ambos?
Algunas de las fotografías nos muestran algunas partes del cuerpo, como un pezón, un ombligo, enmarcadas en un tapete, alegoría del trabajo doméstico: estas piezas se convierten en objetos decorativos cotidianos y hogareños.
Otras fotografías nos muestran una peculiar cirugía en la que el remiendo se hace a través de un hilo negro y se añade un pequeño bordado; no podemos evitar acordarnos del body art de finales de los sesenta donde se defendía la integración del cuerpo en el proceso creativo; sin embargo aquí se ha vaciado la imagen de su carga violenta y se ha logrado la ecuación cuerpo-textil con un sentido más simbólico que físico.
En dos dípticos María Castellanos ha jugado con una estética corporal utilizando, de nuevo para ello, un objeto textil. Sobre el cuerpo se plasman varios bordados que actúan a modo de segunda piel.
Pero no es, como pudiera parecer, la técnica lo primordial en las fotografías: el objetivo último de todas, esa reflexión entre arte, cuerpo y textil, es lo fundamental en esta exposición: un trabajo en taller que une la experimentación digital en las fotografías y unos modelos utilizados como esculturas.
María Castellanos está desnudando el cuerpo en PIEL. No se trata sólo de los cuerpos (o parte de ellos) expuestos, sino que nos invita a transitar y deambular entre nuestra propia concepción de la moda, el arte y el cuerpo. Los bordados, los tejidos y los remiendos se convierten así en metáforas conceptuales que permiten a cada uno encontrar su propio significado particular.
Podríamos afirmar que María Castellanos ha actuado como cirujana artística y ha ornamentado los cuerpos utilizándolos como medio y soporte para una reflexión íntima; más que darnos respuestas, nos invita a cuestionarnos. PIEL como textil, PIEL como tejido epitelial. Se trata, al fin y al cabo, de una iconografía personal a la que cada uno dará el sentido simbólico que crea ver. La artista nos invita a intuir.
Semíramis González Fernández.
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