Ramón Muñoz-González, parte de la historia de Asturias

OPINION

Por Luis José de Ávila

Periodista

Me entero que falleció en Madrid el jurista asturiano Ramón Muñoz-González Bernaldo de Quiros. Debía de tener más de noventa años y fue, entre otros muchos e importantes cargos, alcalde de Luarca donde, precisamente, siendo un servidor redactor de Región con Ricardo Vázquez-Prada como director, le conocí y entrevisté en varias ocasiones. Era un tipo con una personalidad arrolladora y un sentido del humor que siempre me sorprendía quizás como modesta ocultación de su sapiencia jurídica que tras su paso por el ayuntamiento de Luarca le llevó ya profesionalmente a Madrid, al Tribunal Supremo, no sin antes ser gobernador civil en Gerona y Sevilla. Creo que Luarca a lo largo de su historia moderna tuvo dos alcaldes verdaderamente excepcionales. El citado Ramón Muñoz-González, que en paz esté, y Roman Suárez Blanco, actual presidente de la Caja Rural Provincial de Asturias. Una localidad del occidente de Asturias que se puso de moda como la villa blanca de la costa verde para el turismo contribuyendo en aquellos años de la década de los 60 al desarrollo de la siempre depauperada zona occidental asturiana.
Recuerdo con cariño, pues, a este magistrado entonces alcalde de Luarca y que, si no me falla la memoria, era natural de Pola de Siero. Precisamente por aquella época estaba de alcalde en Siero un luarqués genial Leandro Vigil. Este y Ramón eran además muy amigos y muchas veces en broma hablaban de dirigirse al ministro de Interior para que les cambiase las alcaldías y estar cada uno en su concejo. Aquellos tiempos de la Pola eran los que tenían en la capital del concejo a la mejor vendedora de prensa que hubo en nuestra tierra, Pacita Vigil “La Guaxa”, a quien al final de su vida se le hizo justicia con la medalla al Mérito en el Trabajo que se la entregó en persona el entonces ministro de Trabajo Licinio de la Fuente.
Siero y Luarca eran entonces dos concejos asturianos que empezaban a espoyetar mientras las cuencas mineras centrales iniciaban su decadencia. Tanto uno como otro alcalde tenían muy buenas migas, lo que redundo en beneficio de sus concejos, con el entonces presidente de la Diputación José López Muñiz probablemente el que fue el último gran gestor de Asturias, dicho esto con el mayor de los respetos hacia los demás. Por aquel entonces Asturias tuvo como gobernadores civiles a Labadie Otermín, otro gran tipo, y a Marcos Peña Arroyo, uno de cuyos hijos es el actual presidente del Consejo Económico y Social a nivel estatal, además del polémico José Manuel Mateu de Ros culpable al final de la década de los 60 de que el régimen cesara a José López Muñiz como presidente de la Diputación aunque le nombraron subsecretario del Ministerio de Hacienda contribuyendo decisivamente a que pudiera terminarse la autopista de alta montaña por el Huerna. A López Muñiz le sucedió en la presidencia de la Diputación un médico de Turón, Guillermo Lorenzo,que fue alcalde de Mieres, y a quien hoy veo mucho por mi barrio, La Gesta, bien conservado además, lo que me alegra.
En fin, Ramón Muñoz-González, insisto, un gran tipo, ha fallecido. Fue parte de la historia reciente de Asturias y siempre le recordaré. Descanse en paz.