Merecido homenaje al abogado Florentino Quevedo

 OPINIÓN

Por Luis José de Ávila

Periodista

El próximo viernes, día 28, en el Colegio Oficial de Abogados de Asturias el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias Ignacio Vidau entregará la medalla de San Raimundo de Peñafort, máxima distinción de esta honorable profesión, al abogado en activo más longevo de Asturias, y posiblemente de España, Florentino Quevedo Vega, quien en marzo próximo cumplirá los 92 años ejerciendo sin prisa pero sin pausa su profesión como abogado de importantes grupos empresariales de la región. Siempre dice que hasta los cien años no le jubila nadie.
Conozco a Florentino Quevedo hace muchos años y siempre me cautivo su actividad, señorío y buen hacer, además de ser un enamorado de su tierra, Cangas del Narcea, aunque nació en Barco de Valdeorras (Orense) en el seno de una familia muy humilde, haciéndose primero maestro y luego, su auténtica vocación, ya de mayor abogado. Precisamente en su día llegó a Cangas del Narcea como maestro interino y a base de esfuerzo, en sus ratos libres, curso los estudios de Derecho. Insisto, su bufete es uno de los mejores de Asturias en materia de pleitos de empresa con especial incidencia en el sector de la minería no en balde en 1964 hizo el doctorado con una tesis en dos tomos titulada “Tratado técnico-práctico del derecho español de minas”. Todavía estos días me comentaba un importante empresario, cliente suyo, el pleito que ganó al Principado de Asturias hace unos años sobre la mina de oro en Tapia de Casariego. El Principado prohibió su explotación y Florentino Quevedo defendió a los concesionarios ganándoles 300 millones de euros que no se aún si a estas alturas los han cobrado. Se que el presidente del Principado comentó, cuando se encontró con el pastel encima de su mesa, que le habían informado mal. No se si el interés que  la Administración autonómica tiene ahora porque la mina de oro de Salave en Tapia vuelva a funcionar -los dueños ya son otros, un grupo ruso- tendrá que ver con las secuelas del pleito que Florentino Quevedo ganó. En todo caso, hay que felicitar a este trabajador incansable para quien la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) -el mismo día, y la misma hora, la patronal asturiana reelegirá para un nuevo mandato a su actual presidente Severino García Vigón- ha solicitado al Gobierno de la nación la concesión, bien merecida, de la medalla al mérito en el Trabajo. Queda, pues, mi pública felicitación a Florentino Quevedo por esa distinción de la medalla de San Raimundo de Peñafort a la que han dado su visto bueno, sin excepción, todos los colegios de abogados de España.
Como no hay AVE de Asturias a Sevilla desistí de acudir a la convención nacional del Partido Popular. Lo hice en 1990 como enviado especial de Hoja del Lunes de Oviedo al congreso de dicho partido en esa misma ciudad en la que fue elegido jefe de la derecha española José María Aznar y en el que a Francisco Alvarez-Cascos se le nombró secretario general e Isidro Fernández Rozada, actualmente desaparecido en combate, no paraba de dar abrazos al poder constituido. Eran tiempos en que la hoy candidata del PP a la presidencia del Principado Isabel Pérez Espinosa aún estudiaba el Catón en la facultad de Derecho. Si estarán ahora en Sevilla la citada que para allí se nos ha ido en compañía de su nueva jefa de campaña, la periodista Salomé Suárez a la que ha fichado hace quince días, mientras que Gabino de Lorenzo con su otro jefe de intendencia, Rodolfo Sánchez, tras visitar FITUR, una vez que Vicente Alvarez Areces y Javier Fernández hicieron mutis por el foro -no el de Alvarez-Cascos, que conste- estarán también hoy en la convención nacional en Sevilla en la que el alcalde de Oviedo pronunciará un pequeño discurso.
Precisamente mi espía preferida, la XP13, me comenta que hace unos días el alcalde de Oviedo invitó a su comedor municipal, frente a su despacho en la casa consistorial, a seis miembros de la directiva de los residentes peruanos en Asturias, cuya colonia en nuestra comunidad autónoma supera los setecientos emigrantes. Preside esta directiva el jefe de documentación de la Fundación Príncipe de Asturias José  Luis García que logró del alcalde, también estaba la concejala Isabel Junco, un local permanente en Ciudad Naranco como sede de la Asociación y la utilización de algunos polideportivos para actividades lúdicas. Durante la comida se habló de lo divino y de lo humano incluido el affaire Alvarez-Cascos del que Gabino de Lorenzo dijo tajante que “aquí no tiene nada que hacer”. Asimismo salieron a relucir sus malas relaciones con el ex director de la Fundación Príncipe de Asturias Graciano García a lo que el alcalde opino que habían sido en su momento malos entendidos. El menú fue del agrado de los peruanos con chorizos a la sidra que el director de la Banda de Gaitas de Oviedo había regalado a Gabino, pulpo con patatas y carne de buey pero cuando los invitados quedaron filipados fue al final de la comida al sacarse de la manga el alcalde una botella pisco, la bebida nacional peruana y que rápidamente fue consumida a su salud. Lo dicho, genio y figura hasta la sepultura.