A menudo, las campañas de recogida de árboles navideños que se inician en estos días por muchas administraciones suponen poco menos que una estafa a la buena voluntad de muchas personas que llevan cadáveres vegetales a las instalaciones municipales sin posibilidad de superviviencia. Pero hay alternativas a este despilfarro.
Ecologistas en Acción, estima que al menos dos millones de árboles de diversas especies (pinos, piceas, abetos y otras) acabarán durante estos días en los vertederos, tras permanecer un par de semanas en los hogares españoles durante la Navidad. En su mayor parte se trata de especies no autóctonas, que durante este periodo no han recibido los cuidados mínimos imprescindibles para su superviviencia, y que suponen otro despilfarro más en esta época de excesos de consumo.
A pesar de lo que se pueda creer, las campañas municipales de recogida de árboles, tras las fiestas, no consiguen más que tranquilizar al incauto consumidor. Una gran parte de los árboles recogidos se secan por las malas condiciones que llegan a los puntos de recogida. Por ejemplo, la falta de cepellón, es decir, del sistema de raíces preciso para que la planta absorba los nutrientes necesarios para su supervivencia, es algo habitual. Por otra parte, la pequeña parte de árboles que sobreviven sólo pueden utilizarse como plantas de jardín, ya que al tratarse de especies foráneas no deben replantarse en nuestros montes.
Para Ecologistas en Acción, existen alternativas a esta lamentable situación. La primera recomendación en este sentido sería utilizar la imaginación y creatividad para adornar nuestras casas con elementos que no supongan más gasto y más consumo de recursos. Por ejemplo, usando alguna de las plantas de la casa, el arbolado de la comunidad de vecinos o del jardín. Si se opta por tener un árbol de navidad dentro de casa, lo razonable sería utilizar una especie autóctona y que los árboles se vendan con instrucciones sobre los cuidados necesarios para su supervivencia y bienestar.
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