La multiplicación del pan y los peces

OPINIÓN

Por Luis José de Ávila

Periodista

Hacia mucho tiempo que las administraciones públicas no tenían que apretarse el cinturón de la manera que están haciéndolo ahora. Principalmente los ayuntamientos llevan a cabo una auténtica multiplicación del pan y los peces para poder afrontar la cuadratura del círculo de sus presupuestos y algunos se las están viendo y deseando para poder pagar las nóminas a sus funcionarios a primeros de mes. Como consecuencia las inversiones en este año 2011 estarán bajo mínimos, y eso que es año de elecciones, pero la dura crisis que ha golpeado a nuestro país en los últimos tiempos no hace más que empujar a los ayuntamientos en ese sentido.
Cercos aparte, Oviedo es un buen ejemplo de ello. Escoba de oro durante años por su limpieza y esplendor no ha tenido más remedio que suprimir la recogida de basuras los domingos y festivos. Las macetas y arbolitos se están deteriorando y la zona rural se encuentra cada vez más desprotegida de la tutela municipal. La cosa está tan seria que hasta se han visto obligados a un esfuerzo que les permitirá ahorrar 40.000 euros al mes en teléfonos. Hombre, sin llegar a los extremos del nuevo gobernador del estado norteamericano de California, que ha decidido dar de baja todos los móviles que usan los empleados de su administración, no estaría de más que las nuestras, no solo la de Oviedo, aplicarán en ese terreno fuertes restricciones. A mi me encanta ver todos los días por el barrio al diputado Isidro Fernández Rozada colgado del celular pero ¿Cuánto le cuesta al Congreso, o sea, a los ciudadanos?. Hay ayuntamientos en Asturias, como el de Mieres, técnicamente en quiebra. La administración de la villa de Teodoro Cuesta, muy presionada por compromisos sociales, se le ha ido de las manos a su alcalde Luis María García –y eso que el vice alcalde Roberto Luis Rodríguez es un tipo muy competente- de ahí que discretamente la Federación Socialista Asturiana le haya dado mutis por el foro para la próxima legislatura. Quizás le premien con un puesto defendible en la lista a la Junta General del Principado pero no lo tiene nada fácil. La candidata es la concejala Diana González que tiene buena pinta, como la tiene el nuevo candidato de IU Anibal Vázquez, veterano roquero del sindicalismo de CCOO, trabajador incansable y mierense hasta la médula. La derecha, o sea el PP, está roto y los disidentes, pendientes aún del fallo del juzgado sobre si están bien expulsados o no, están encabezados por José Coto y Elías Alvarez que al final, seguro, presentarán una candidatura independiente con el empuje de la que a nivel autonómico encabece Francisco Alvarez-Cascos mientras que la del PP como tal estará encabezada por el doctor Carlos Galcerán, actual presidente de la gestora de dicho partido en Mieres. El PP, que hace unos años comenzó con un solo concejal en la corporación, llegó a siete antes de la ruptura. Fue una gran labor llevada a cabo por el hoy presidente de honor del PP en dicho concejo José Martínez Prieto que en estos momentos, fiel al partido, está sufriendo mucho viendo la lucha fraticida que hay entre los suyos. Lo curioso del caso es que en el seno del PP de Asturias apenas nadie que cobre por un cargo se ha dado de baja pero me temo que la mayoría, llegado el caso el próximo 22 de mayo, votará la opción de Francisco Alvarez-Cascos quien, por cierto, le gustaría contar con el presidente del Centro Asturiano Alfredo Canteli para que encabece la candidatura de su movimiento al ayuntamiento de Oviedo. Pero Alfredo Canteli que para eso es de Teverga, o sea, muy listo, y que el día 17 de marzo recibirá el título de “Ovetense del año”, ya le dio calabazas en su momento a Gabino de Lorenzo y ahora lo hará también, con harto dolor de su corazón casquista, al ex ministro de Fomento.
En cuanto a Gijón pienso que Francisco Alvarez-Cascos le gustará que su íntimo amigo de la infancia Fernando González Landa encabece la candidatura al ayuntamiento. El que fuera presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte y actual presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, aunque no ha participado en la ampliación de El Musel, así como del histórico Club de Regatas, no ha dudado ni un momento en colocarse al lado del ex ministro, decidiendo embarcarse en la apasionante aventura política que ha emprendido Alvarez-Cascos. Más complicado está la situación en Avilés ya que el concejal y ex presidente de la Cámara de Comercio Antonio Sabino, ansioso como él solo, se ha ofrecido a Alvarez-Cascos para encabezar su lista al ayuntamiento pero, como creo, que el ex ministro al final hará matrimonio de conveniencia con IDEAS y Antonio Sabino rompió con ASIA, uno de sus fundadores, pues eso, que no va a ser posible. Quizás el consignatario Raimundo Abando Tartiere, que ya fue concejal del ayuntamiento avilesino con el PP, se decida a dar el paso.
Respecto al matrimonio de conveniencia que se va a dar entre la agrupación que está formando Francisco Alvarez-Cascos y el IDEAS, partido de año y medio de existencia integrado por esas agrupaciones municipales no adscritas a formación política alguna, y que en estos momentos cuentan con 23 concejales en distintos ayuntamientos como Avilés, Siero, Corvera, Cangas del Narcea, etc., el ex ministro, nadie lo pone en duda, irá de uno y su antiguo compañero de partido Juan Morales de dos. Como dicen algunos de sus asesores son el presente, Alvarez-Cascos, y el futuro, Juan Morales. Para el ex secretario general del PP, ya sexagenario, como le gusta decir a Gabino de Lorenzo –por cierto, el alcalde de Oviedo tiene prácticamente decidida su lista para las municipales de mayo con el presidente de la hostelería, José Alvarez Almeida, como fichaje destacado- es éste el último cartucho de su carrera política, la única y última oportunidad de convertirse en el Manuel Fraga de Galicia o, mejor dicho, en el Jovellanos de Asturias. Por su parte Juan Morales, a quien encuentro muy posado, es cuarentón, como Isabel Pérez, no Fernández, señor Rajoy, Espinosa, y por tanto con mucho futuro por delante.
No me resisto a comentar el paseo que el otro día hice por la Laboral. Fue el miércoles a media tarde en un día primaveral. Impresionante pero fría. Solo el revoloteo de los estudiantes de la Universidad de Oviedo que allí tiene varios centros pone la nota de color en un día normal. Aparcamiento amplio y prisas de los obreros por finalizar las aceras que dan acceso a la misma. La verdad es que Gijón y, en definitiva, Asturias deberá quedar siempre muy agradecida a Vicente Alvarez Areces por la difícil y costosa apuesta que hizo en su día para dar sentido a este mastodóntico edificio, impresionante recuerdo del anterior régimen. Fue una pena que primero UCD y luego el PSOE no apostaran para haber instalado en la Laboral el campus universitario que crece a duras penas enfrente suyo pero a lo hecho, pecho. Una coqueta tienda te sirve recuerdos de la visita –eso sí, ni una foto de Girón de Velasco, el padre de la criatura cuando era ministro de Trabajo con Franco- y una funcional cafetería donde en plan buffet se puede comer magníficamente por siete euros. Habrá que sacarle más partido al teatro y al extraordinario patio descubierto aunque no creo que el camino sea ponerlos en mano del polémico José Luis Moreno ya demandado por varios proveedores a los que no paga. La antigua universidad laboral es un símbolo para una ciudad como Gijón que ya supera los 300.000 habitantes y que durante el verano duplica la población. Sería bueno lograr que se construya el hotel –creo que está adjudicado a AC Hoteles-. Esta zona con el campus universitario, la sede de la RTPA, el futuro hotel, el Jardín Botánico, que es una maravilla y funciona muy bien bajo la batuta de Ana Casino, el Parque Tecnológico y la Residencia Sanitaria de Cabueñes, hace que con el residencial Somio al fondo se esté convirtiendo en una de las zonas con más futuro de Asturias. Solo ver El Molinón a lo lejos me produjo en estos momentos tristeza pero ustedes ya saben por que.