La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos condenó hoy los ataques contra grupos religiosos registrados recientemente en varios países y urgió a los Estados a combatir con determinación este tipo de violencia.
En un comunicado, Navi Pillay también instó a los gobiernos a erradicar las leyes y prácticas discriminatorias que afectan a las minorías religiosas.Recordó que los responsables de los ataques de los últimos días han sido grupos extremistas y reconoció que esa escalada de fanatismo supone dificultades especiales para los Estados.
Sin embargo, agregó Pillay, los gobiernos pueden implementar medidas para promover la tolerancia religiosa y reducir el número de agresiones a largo plazo.
“Los ataques a iglesias, mezquitas, sinagogas, templos y otros sitios religiosos en todo el mundo, al igual que la violencia contra individuos, deben ser una llamada de atención para todos”, apuntó la Alta Comisionada.
En este sentido, se refirió a la existencia de minorías religiosas en todos los países y afirmó que la violencia no es exclusiva de una región o religión.
“Todos los Estados tienen la obligación no sólo moral, sino legal, de proteger a esos grupos”, puntualizó.
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