OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
PeriodistaDe un tiempo para acá al alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo parece haberle dado algún ataque de agorafobia, ya se sabe, miedo a mezclarse con las multitudes, esto es, con los ciudadanos, manteniéndose en la distancia incluso de los habituales plenos municipales en los que desde hace mucho tiempo ha decidido no asistir. Escribo esto porque hoy a ocurrido una situación que me ha dejado algo perplejo y es que la Federación Española de Hockey sobre Patines vino con su presidente a la cabeza para entregar la medalla de la misma al alcalde de Oviedo, al histórico Armando Alvarez y al periodista José Manuel Felgueroso por su colaboración y esfuerzos hace tres años para que se celebrase en la capital de Asturias el campeonato de Europa de ese deporte que tanta tradición tuvo, y tiene, en nuestra comunidad autónoma.
Pues bien, el acto estaba previsto a las siete de la tarde en los salones del Club de Tenis de Oviedo cuando he ahí que Gabino de Lorenzo toma la iniciativa por su cuenta y obliga a que el acto, con público restringido, se celebre a la una de la tarde en el propio ayuntamiento, invitándoles allí mismo a una comida. De tal manera, pues, que el alcalde se lleva todo el protagonismo especialmente en los medios de comunicación mientras los otros dos pobres homenajeados, Armando Alvarez y José Manuel Felgueroso, tienen que repetir acto, recibiendo de nuevo la misma medalla por la tarde en el Club de Tenis con una salón a rebosar cuyo público no sabía porque el alcalde no hizo acto de presencia.
Está más que estudiado que el ejercicio del poder hace perder frescura a su protagonista y, claro, Gabino de Lorenzo va para veinte años como alcalde de Oviedo. Pero ahora se acercan unas complejas elecciones autonómicas y municipales y los candidatos, él vuelve a serlo una vez más, deberán incrementar sus contactos con el sufrido pueblo, un pueblo afectado por la crisis y que ve como la calidad de vida disminuye no solo porque bajan los sueldos y suben los impuestos y los costes de los servicios, sino porque, incluso, determinados servicios bajan en calidad y cantidad. Oviedo, orgullosa capital con escoba de oro durante varios años, no tendrá ya recogida de basura los domingos y festivos. Hay que ahorrar, sí, ¿Pero en recogida de basura?. Vamos, que la próxima escoba, si la hay, será de bronce.
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