OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
PeriodistaFui a escuchar al ex ministro de Fomento Francisco Alvarez -Cascos en el salón de actos del Colegio Oficial de Médicos en la plaza de América en Oviedo. Fui de espía, no para Gabino de Lorenzo, por supuesto, sino para uno mismo, consciente como soy que de aquí a mayo pueden pasar muchas cosas que condicionarán, sin duda alguna, el futuro de Asturias.
El salón lleno a reventar; muchos asistentes con carteles de “Cascos, presidente”. La conferencia la organiza el Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos que preside Fernando González Landa, uno de los más íntimos amigos de Cascos desde la infancia. Si por una de estas el ex ministro llega a presidente del Principado estoy seguro que Landa será consejero de Fomento, por lo menos. Minutos antes de que el que fuera secretario general del PP a nivel estatal hiciera su entrada en el salón el diputado Luis Peláez y el concejal del ayuntamiento de José Suárez Arias-Cachero “Felechosa” van fila por fila advirtiendo a la gente que lo de “Cascos, presidente” lo dejen para el final, que así lo quiere el ex ministro. Inútil, cuando entra -más delgado y con menos pelo- todos se ponen en pié aireando sus carteles y gritando como posesos eso, “Cascos, presidente”.
Calmados los ánimos el ex ministro de Fomento larga una concienzuda y documentada conferencia sobre la historia de AVE y Asturias. La situación me resulta un poco esperpéntica ya que en las caras del personal, que están a lo que están, o sea, a que Cascos diga que va a ser el candidato, se nota aburrimiento mientras el ex vicepresidente del gobierno desgrana concienzudamente datos y más datos. Suenan los primeros aplausos cuando Francisco Alvarez-Cascos ataca veladamente, sin citar, pero es lo mismo, a un periodista corresponsal de El País y redactor de la Nueva España -supongo que se refiere a Javier Cuartas- por tergiversar sus argumentos, lanzado de paso un sutil dardo al primer diario asturiano “que me persigue de manera ignominiosa desde hace un año. No es aquí el momento -dice el ex ministro- de explicar el porque pero yo lo sé”. En compensación por el buen trato que recibe de El Comercio de Gijón Alvarez-Cascos coloca varios minutos una portada del mismo en la pantalla con un titular sobre el retraso de AVE y la negativa postura del PSOE sobre el mismo.
Tras la conferencia un embarullado coloquio del que pude extraer que, según Cascos, los asturianos no debemos tropezar por cuarta vez en la misma piedra, que ni sí ni no sobre la posibilidad de que se vaya del PP fundando un nuevo partido en Asturias -algo que la COPE a nivel nacional estuvo repitiendo toda la tarde- y que sí, que está a disposición del Partido Popular si este tiene a bien presentarle como candidato a la presidencia del Principado. Le dio palos a Antonio Trevín, citó una sola vez a Areces y ninguna a Javier Fernández. Sobre los dirigentes populares que se oponen a su retorno a Asturias una ligera alusión, sin citar nombres, respecto a que solo piensan en chupar en la piragua. Quizás fue porque Gabino de Lorenzo y los suyos estaban en una convención municipal en presencia de Mariano Rajoy que se celebra en Zaragoza. En todo caso, y me sorprendió, nadie del público le pregunto en el coloquio sobre la postura del alcalde de Oviedo y del presidente del PP de Asturias. En la última fila del salón vislumbro al periodista asturiano Florentino Piñón, que fue el jefe de prensa de Cascos cuando este era ministro y que, aunque ahora está de comunicador en el ayuntamiento madrileño de Pozuelo, volverá a su tierra si su jefe da por fin el paso. El ex ministro y su pareja María Porto vinieron precisamente por carretera desde Madrid en el automóvil de Piñón. Junto a éste se sentó Enrique Fernández, ex jefe de protocolo del ayuntamiento de Oviedo y ahora muy distanciado de Gabino de Lorenzo. Uno de los más animados en esta conferencia fue el líder del PP en Cangas de Onís Santiago Pendás: “Salvo que sea Cascos el candidato -me dice- no volveré a intentar ser alcalde en la primera capital de España”. Con él, Ernesto Junco, muy desencantado con los socialistas. Su zoo se muere por falta de ayudas y eso que aún tiene allí cuatrocientas cabezas de las más curiosas especies de la fauna local. La verdad es que el público asistente se me antojó variopinto. El hostelero Ubaldo García, el ex alcalde de Cabrales Toni Prieto, el presidente de honor del PP de Mieres José Martínez Prieto, acompañado de algunos de los expulsados de su partido; los alcaldes de Siero, José Antonio Noval, y de Grado Antonio Rey; el ex diputado Antonio Landeta y el ex alcalde de Candamo Herminio Fernández González. Ojo al dato, en una de las primeras filas el presidente del Centro Asturiano de Oviedo Alfredo Canteli, los ex alcaldes de Avilés Agustín González y Ricardo Fernández; otro ex alcalde, en esta caso de Morcín, José Antonio Martínez Allende y, por supuesto, de pie pero bien visible el diputado Isidro Fernández Rozada a quien su buen amigo Cascos citó en dos ocasiones. El ex dirigente de UCD Juan Casero, que acababa de llegar de Madrid y estuvo cinco minutos. Eché en falta, la verdad, al presidente de FADE Severino García Vigón y al de la patronal de la construcción Serafín Abilio Martínez. Normalmente suelen participar en todos estos guisos. En una de las fotos que sobre la pantalla puso el ex ministro, y en la que se le ve junto a su colega y buen amigo Rodrigo Rato colocando una primera piedra en el AVE de Asturias, al fondo aparece Gabino de Lorenzo y Avelino Sánchez, el alcalde de Llanera, aplaudiendo efusivamente. La vueltas que da la vida.
Cascos manifestó alto y claro entre el fervor de la hinchada que no se dejará arrastrar por el victimismo y que hay que rebelarse contra el inmovilismo para rematar con que “el AVE de Asturias jamas lo concluirá el gobierno actual”. El remate final fue una frase profunda: “Tenemos que estar unidos para conseguir dar un futuro mejor a nuestros hijos y además podamos recuperar el orgullo”. Sin duda Gaspar Melchor de Jovellanos sigue inspirando a este político cuya suerte respecto a Asturias aún no está echada. Pero pronto lo estará.
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