Amnistía Internacional ha expresado su satisfacción por la reciente puesta en libertad de un antiguo dirigente de la oposición en Gambia que cumplía una condena de un año de cárcel por cargos relacionados con la manifestación pacífica organizada por su partido en octubre de 2009.
Femi Peters, director de campaña del Partido Democrático Unido, fue puesto en libertad el pasado 10 de diciembre, casi cuatro meses antes de marzo de 2011, fecha en la que estaba prevista su liberación.
“El hecho de que Femi Peters esté en libertad es una excelente noticia, aunque las autoridades gambianas no hayan dado ninguna justificación oficial de su liberación. Puede que esto se haya debido a la presión que los miembros de Amnistía Internacional de todo el mundo han ejercido sobre el gobierno”, ha afirmado Ayodele Ameen, adjunto de de investigación y acción sobre Gambia de Amnistía Internacional.
Femi Peters era una de las diez personas que se encontraban en peligro de sufrir abusos de sus derechos humanos cuyo caso era objeto del maratón global de envío de cartas organizado por Amnistía Internacional entre el 4 y el 14 de diciembre de este año.
La membresía de Amnistía Internacional de más de 50 países diferentes envió cartas y firmó peticiones exigiendo la puesta en libertad de Femi Peters.
La hija de Femi Peters, Regina Moore, ha dicho a Amnistía Internacional: “Quiero agradecer a Amnistía Internacional, en primera persona y en nombre de las familias de Femi Peters en Reino Unido y Gambia, la preocupación mostrada, así como sus aportes y esfuerzos para lograr la liberación de mi padre. Agradecemos vuestros esfuerzos por devolver la libertad a quien la merece.”
Femi Peters fue detenido durante la manifestación pacífica organizada por su partido el 25 de octubre de 2009 en la ciudad de Serekunda, en la costa oeste de Gambia.
Fue acusado de “control de marcha pública y control del uso de altavoces en público” sin autorización de la Oficina del Inspector General de Policía, en contra de lo que exige la Ley de Orden Público.
Femi Peters fue declarado culpable y condenado el 1 de abril de 2010 a una pena preceptiva de cárcel de un año y al pago de una multa de 10.000 dalasis (220 libras esterlinas).
El 5 de agosto de 2010, el recurso presentado por Femi Peters ante el Tribunal Superior fue desestimado por el juez. Su abogado había presentado un nuevo recurso, cuya vista estaba prevista para principios de 2011.
Amnistía Internacional consideró que Femi Peters era un preso de conciencia, encarcelado únicamente por ejercer sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica. La organización siempre ha luchado por su puesta en libertad.
“El hecho de que Femi Peters esté en libertad es una excelente noticia, aunque las autoridades gambianas no hayan dado ninguna justificación oficial de su liberación. Puede que esto se haya debido a la presión que los miembros de Amnistía Internacional de todo el mundo han ejercido sobre el gobierno”, ha afirmado Ayodele Ameen, adjunto de de investigación y acción sobre Gambia de Amnistía Internacional.
Femi Peters era una de las diez personas que se encontraban en peligro de sufrir abusos de sus derechos humanos cuyo caso era objeto del maratón global de envío de cartas organizado por Amnistía Internacional entre el 4 y el 14 de diciembre de este año.
La membresía de Amnistía Internacional de más de 50 países diferentes envió cartas y firmó peticiones exigiendo la puesta en libertad de Femi Peters.
La hija de Femi Peters, Regina Moore, ha dicho a Amnistía Internacional: “Quiero agradecer a Amnistía Internacional, en primera persona y en nombre de las familias de Femi Peters en Reino Unido y Gambia, la preocupación mostrada, así como sus aportes y esfuerzos para lograr la liberación de mi padre. Agradecemos vuestros esfuerzos por devolver la libertad a quien la merece.”
Femi Peters fue detenido durante la manifestación pacífica organizada por su partido el 25 de octubre de 2009 en la ciudad de Serekunda, en la costa oeste de Gambia.
Fue acusado de “control de marcha pública y control del uso de altavoces en público” sin autorización de la Oficina del Inspector General de Policía, en contra de lo que exige la Ley de Orden Público.
Femi Peters fue declarado culpable y condenado el 1 de abril de 2010 a una pena preceptiva de cárcel de un año y al pago de una multa de 10.000 dalasis (220 libras esterlinas).
El 5 de agosto de 2010, el recurso presentado por Femi Peters ante el Tribunal Superior fue desestimado por el juez. Su abogado había presentado un nuevo recurso, cuya vista estaba prevista para principios de 2011.
Amnistía Internacional consideró que Femi Peters era un preso de conciencia, encarcelado únicamente por ejercer sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica. La organización siempre ha luchado por su puesta en libertad.
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