El oro del montepío minero

4 de diciembre de 2010

OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
Periodista

Este mediodía, en el restaurante Latores, como es tradicional por estas fechas, el Montepío y Mutualidad de la Minería asturiana, que cuenta con más de 16.000 afiliados,entregó su medalla de oro -lo viene haciendo cada año desde 1988- al Sindicato Minero de la UGT, el SOMA, en el año de su centenario, por su dilatada trayectoria y aportación en defensa de los intereses de los trabajadores del carbón, de sus familias y de las comarcas mineras en las distintas etapas de su historia, contribuyendo desde su fundación en 1910, por el emblemático Manuel Llaneza, al progreso y mejora de las condiciones de vida de los mineros y de sus comarcas, siendo ello un referente en el movimiento obrero español y europeo, además de parte sustancial de la historia contemporánea de Asturias.
La medalla de oro le fue entregada por José Antonio Postigo, presidente del Montepío Minero, al secretario general del SOMA José Angel Fernández Villa. Postigo, destacado miembro de dicho sindicato, que rige los destinos del montepío junto con CCOO y la Federación de Cuadros resaltó en su discurso el afecto y admiración que sentía por su jefe sindical al que considera más que un amigo, es para él como un hermano. José Angel Fernández Villa dio las gracias en una de las intervenciones más institucionales y emotivas que le he escuchado a lo largo de los cuarenta años en que nos conocemos. Dijo que lo importante es la labor de equipo, no los personalismos, y que, por tanto, consideraba la distinción como un espaldarazo al colectivo y a su gestión histórica. Se refirió a las etapas políticas y sindicales como algo pasajero en las que te suelen dar palmadas en la espalda pero cuando lo dejas solo te quedan los verdaderos amigos e ideales. “Por encima de todo -dijo Fernández Villa- está la persona; el saber estar”. Citando a Santa Bárbara, en vísperas de su festividad, el secretario general del SOMA aludió a tres premisas fundamentales: El compañerismo, la solidaridad y el compromiso con un mejor futuro para las clases más desprotegidas. También se refirió en el curso de su intervención a la figura del presidente del Principado Vicente Alvarez Areces -dos de sus consejeros, Graciano Torre y Francisco Buendía estaban presentes en el acto- diciendo que pese a haber tenido desencuentros, “claros y oscuros”, reconocía su capacidad de trabajo y su proyecto político por lo que en el fondo tuvo una buena comunicación con el jefe del Ejecutivo, y compañero de partido, que ahora lo deja en mayo tres haber gobernado Asturias durante tres legislaturas.
En este acto del montepío estuvo presente asimismo el alcalde de Aller Gabriel Pérez Villalta, en cuya localidad de Felechosa el montepío está construyendo una gran residencia para la tercera edad con una inversión del orden de los 30 millones de euros y la creación de cien puestos de trabajo que fundamentalmente serán con personal de la zona, y el delegado del Gobierno Antonio Trevín, el más intenso fumador de puros junto con el propio José Angel Fernández Villa -el presidente del CES Nicolás Alvarez y un servidor quedamos a mucha distancia- y al que el ministro Rubalcaba, su gran valedor, no acaba de llevarle para un alto cargo en Madrid. Precisamente hoy mismo Francisco Buendía se ha quedado sin su director general de Carreteras, José María Pertierra que se va para el ministerio de Fomento fichado para ese cargo a nivel estatal por el ministro Pepiño Blanco. Por tanto Pertierra y el Secretario de Estado de Economía José Manuel Campa son por ahora los dos únicos asturianos en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Me prestó encontrarme en este acto al diputado asturiano Celestino Suárez a quien hacía mucho tiempo no veía, ni sabía de sus andanzas en el Congreso. En definitiva, fue una jornada minera muy agradable y emotiva. Pese a diferencias sindicales, el Montepío de la Minería Asturiana es un ejemplo, quizás atípico y único en España, en el que todos, SOMA, CCOO, Federación de Cuadros… reman en una misma dirección y aplican a su gestión criterios de unidad como el propio Fernández Villa se encargó de recalcar. Enhorabuena al SOMA por la medalla y ánimo a la familia del Montepío. Aunque los tiempos que vivimos son cambiantes y difíciles no hay que desfallecer.

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