Assange o el moderno Robin Hood

8 de diciembre de 2010

OPINIÓN
Por Ignacio Sánchez 
Periodista

Queda claro, una vez más, que también a los poderosos los ciega la ira, incapacitándolos para aprender de, y aplicar, las sencillas lecciones de la Historia y la sociología antroplógica del humano medio.

Al fundador de WikiLeaks --Wikifugas, si lo prefieren--, el señor Assange, lo están convirtiendo en un martir de la causa de la libertad y la democracia en apenas unas semanas, agregando a su causa millones de internautas y otras personas de bien que, en circunstancias normales, no hubiesen simpatizado, al menos no con tal vehemencia, con un joven de tan conspicuo perfil. Y vaya por delante el consejo de que mejor no se les 'muera' don Julián en misterioso accidente carcelario, porque se les va a armar a ustedes la de Dios es Cristo y para mucho tiempo.

Veamos los errores de bulto. El primero de ellos, el de cargar contra quien en definitiva es un solo individuo con idéntica demostración de fuerza, medios y efectivos policiales y de inteligencia que los empleados contra, pongo por caso, la red Al Quaeda. Resultado previsible: lo han convertido ustedes en el moderno Robin Hood de la Democracia y la Libertad de Expresión. Y no sólo para el pueblo llano, no. A guisa de ejemplo, la eurodiputada holandesa Marietje Schaake, decía ayer en una entrevista que:
"Los casos de Wikileaks son un síntoma de cómo internet y la tecnología cambian la democracia. Lo que tendríamos que hacer es replantearnos la diplomacia, la democracia y la gobernanza, y ver cómo podemos hacer de estos conceptos algo mucho más abierto. Servicios como Wikileaks se han desarrollado en un clima de desconfianza hacia los gobiernos.
Un gobierno abierto debe ser la norma, y la necesidad de guardar secretos, la excepción. Así que espero que este momento sea utilizado para crear una mayor apertura. Espero que la confianza pueda ser reconstruida con eficacia entre los políticos y los ciudadanos."   

Y esa entrevista está publicada en la misma web del Parlamento Europeo. 

¡Qué distinto hubiese sido que se limitasen los 'ofendidos' a entablar demandas civiles, por los varios delitos informáticos que supone la apropiación y publicación de esos documentos! Pero no. Se pide públicamente que lo asesinen. que lo fusilen, que se le dé caza mundial. Con lo que, se lo digo cariñosamente, se han puesto ustedes a la altura de los más peligrosos defensores de la Yihad. ¿Qué los diferencia? 

Segundo error de bulto. La desmesura engañosa, torticera. Se lanza el mensaje de que los secretos desvelados --en su mayoría nada que no se sepa en las redacciones de los periódicos de provincia de toda Europa-- causarán la debacle militar, el caos mundial, el asesinato de miles de colaboradores por todo el mundo, los siete jinetes del Apocalipsis, el regreso de Smaili, el retorno del Jedi... Y el pueblo, que es menos tonto de lo que ustedes piensan, se da cuenta perfectamente de que, en su mayoría, se trata de informes, comentarios y valoraciones propios de un director comercial ansioso de agradar al jefe, de mantener su puesto o, en el peor de los casos, el reconocimiento de fallos y errores que ¡claro que no quieren que vean la luz pública!, pero por que los deja a la altura del betún.

Qué mal llevado todo. Hasta lo de la fiscalía sueca, con su mete-saca y el resultado final de azuzar a la Interpol tras un Fugitivo que hizo el amor sin condón. ¿Persiguen ustedes con tanto ahinco a muchos ciudadanos por eso? Porque no va a haber cárceles. 

Insisto en que posiblemente el señor Assange haya incurrido en algunas figuras delictivas, --y júzguesele por ello-- pero la furia y el volumen de los medios desatados  contra él se explicaría más bien porque los haya puesto en ridículo que por su presunta desestabilización del orden mundial.

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