El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, analiza en una entrevista concedida a El País, la situación política actual, la crisis y las medidas para combatirla.
El presidente del Gobierno, en la entrevista concedida al diario, defiende las medidas de ajuste puestas en marcha por el Ejecutivo para reducir el déficit y explica cómo se decidieron. "El tiempo de los ajustes, del saneamiento, es un tiempo duro. Sé lo que tengo que hacer. Y lo voy a hacer. Aún en los momentos duros, hay que pensar en el futuro, en el futuro del país y de los ciudadanos. Por eso seguimos un programa intenso de reformas: económicas, laborales, del sistema de pensiones y de sectores de actividad", afirma.
El jefe del Ejecutivo reconoce que "no es fácil decir a los trabajadores que toca una época de contener los salarios", pero asegura que es "lo que toca", al igual que a los empresarios "les toca una época de contener beneficios". Además adelanta que va a convocar a los 25 mayores grupos empresariales del país para tratar de acelerar la salida de España de la crisis.
También anuncia que se va a crear, bajo el impulso de la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, una Comisión Nacional de Competitividad como un organismo estructural y necesario del que carece la economía española. Este organismo estará encargado de "definir, evaluar, promover la competitividad de nuestra economía, además de proponer actuaciones concretas".
Rodríguez Zapatero asegura que, a pesar de las medidas de ajuste, "los recortes sociales han sido muy limitados". El presidente niega que haya renunciado al proyecto político socialista: "Mantengo que la salida que hemos dado a la crisis es social. Tenemos la mayor cobertura de protección al desempleo de la democracia (…) No hemos reducido las becas, ni el gasto en educación ni los grandes capítulos del Estado social como la sanidad y la dependencia". Pese a todo, el jefe del Ejecutivo reconoce que cometió un "error" insistir en el debate sobre si había o no había crisis económica.
"Ahora no estamos en las decisiones sobre las candidaturas"
Sobre su posible candidatura a las elecciones de 2012, Rodríguez Zapatero pide que se respete su "derecho a decidir y a decidir cuándo explica su decisión". "Ahora no estamos en las decisiones sobre las candidaturas. Estamos en el trabajo por superar la crisis y el desempleo", afirma. Preguntado respecto a si ve a Alfredo Pérez Rubalcaba como posible presidente del Gobierno responde: "A Alfredo le veo en cualquier responsabilidad política". "No es ninguna sorpresa que afirme que considero que es un magnífico responsable público y además persona de mi total y absoluta confianza", añade.
Según explica, la remodelación del Ejecutivo ha tenido como objetivo "el fortalecimiento político del Gobierno, del discurso y de la acción política". En su opinión, ese cambio "ha supuesto un factor de confianza" entre el electorado socialista.
En cuanto al camino para conseguir el fin del terrorismo de ETA, el presidente del Gobierno dice que "ETA está más débil que en cualquier momento de nuestro periodo democrático. Estamos más cerca del final de ETA, pero el final de ETA no va a ser de hoy para mañana". El presidente cree que las últimas declaraciones de Batasuna siguen siendo insuficientes, "tiene que ser mucho más contundente", dice, y ve "difícil" que la izquierda independentista vasca pueda presentarse a las elecciones locales y forales de 2011.
El presidente del Gobierno apunta que, de momento, no va a haber ley de libertad religiosa porque, según dice, "es un tema que va a generar un gran debate social". En este sentido explica que "los términos de la relación entre Iglesia y Estado están muy marcados en la Constitución: Estado aconfesional, libertad religiosa". Y, aunque defiende la existencia de "una relación singular con la Iglesia católica porque hay una mayoría de católicos en España", insiste en que "los principios doctrinales de la Iglesia no pueden limitar el poder político".
Preguntado sobre la crisis del Sáhara, Rodríguez Zapatero admite que en la relación con Marruecos están implicados los intereses de España, pero subraya que desde que el PSOE llegó al Gobierno en 2004, "hemos mantenido la capacidad de interlocución con las dos partes, cosa que no ha sido fácil en periodos anteriores". "La solución al problema del Sáhara, yendo al fondo del asunto, es una solución que no se puede imponer a ninguna de las partes, que tiene que ser fruto del acuerdo", señala. El presidente insiste en que, en lo referente a "los duros sucesos que hemos vivido ahora", España "ha mantenido la posición que ha defendido la comunidad internacional, los países democráticos y Naciones Unidas".
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