El centrocampista madrileño se fracturó dos incisivos superiores en un lance fortuito con su compañero Pelayo durante el entrenamiento de esta mañana
El centrocampista Aitor Sanz fue el triste protagonista en la jornada de trabajo matinal que la primera plantilla completó en las instalaciones deportivas de El Requexón. El madrileño se retiró a los vestuarios antes que sus compañeros después de sufrir un golpe fortuito en la boca con su compañero Pelayo durante el partido que el cuerpo técnico había programado en la parte final de la sesión.
Aitor abandonó el terreno de juego sangrando abundantemente y se dirigió a la clínica de las instalaciones deportivas para a lo largo de la tarde realizarle distintas placas, que determinaron la fractura de dos incisivos superiores.
El regreso de Aitor Sanz a los entrenamientos dependerá de su evolución en las próximas horas, aunque es probable que se produzca el sábado, en la sesión que los azules tienen fijada para las 10.00 horas en las instalaciones deportivas de El Requexón.
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